Ha llegado Septiembre y con él la esperada por muchos y temida por otros vuelta al cole. Padres e hijos se enfrentan de nuevo a la rutina y a la organización diaria de los aspectos básicos de la vida. Y uno de los más importantes, si no el que más, es la alimentación.
Tanto para los niños que comen en el colegio como para los que lo hacen en casa hay un aspecto importante de su alimentación al que muchas veces no le prestamos la atención que merece, y son los almuerzos que se llevan al colegio para el recreo. Pecamos de llevarle siempre lo mismo: el típico sándwich de jamón y queso, y la variedad es fundamental, ya que estos tentempiés son muy importantes para ellos, les cargan de energía y además, son una excelente oportunidad para aportarles un extra de nutrientes.
¿Por qué el almuerzo es tan importante?
Existe un tiempo demasiado largo entre el desayuno y la comida. Los niños necesitan abastecerse con alimentos que proporcionen energía al cerebro y al cuerpo, tanto a un nivel físico como para poder estar alerta mentalmente.
¿Qué nutrientes debe tener un almuerzo equilibrado?
Los ingredientes esenciales que deben tener los almuerzos que llevan los niños al colegio son fruta, verdura, cereal y proteína.
La idea es abastecer a los niños de calorías, vitaminas, minerales, proteínas, energía e hidratación, elementos fundamentales para su correcto rendimiento escolar.
5 claves para el almuerzo infantil
- Es importante saber que el almuerzo no sustituye al desayuno, son dos comidas que los niños deben tomar a lo largo del día, pero independientes una de otra.
- Deben estar adaptados al resto de comidas del día, es decir, que si el niño va a tomar ese día tres piezas de fruta el almuerzo no debe ser fruta, sino un alimento que no vaya a ingerir ese mismo día.
- Los almuerzos no deben resultar excesivos en su cantidad, deben considerarse un refuerzo y no una comida en sí.
- Además de ser nutritivos, deben ser algo divertidos: usemos nuestra imaginación para que los niños no se aburran.
- Hay que tener en cuenta que van a tomarlos en el recreo, por lo tanto, deben estar adaptados a estas circunstancias, siendo fáciles de tomar.
Cinco almuerzos para llevar al colegio
A continuación os presentamos 5 propuestas, una por cada día de la semana, que mantienen el equilibrio en la dieta y les aportan todo lo que ellos necesitan:
Lunes: Snack de queso y galletas caseras
Podemos usar unas cuñas de queso tierno o semicurado. Es importante que esté cortado fino para que el niño pueda tomarlo fácilmente.
Las galletas son una buena opción para acompañar este snack, podemos hacer unas galletas caseras básicas y añadir en ellas algún fruto seco, como pueden ser nueces, pasas o pistachos, lo que les aportará energía y sabor.
Martes: Bocadillo de ropa vieja
Ideal para aprovechar los restos del cocido del fin de semana, este bocadillo les alimentará y les hará disfrutar a partes iguales. Cien por cien cocina de aprovechamiento (si en lugar de cocido tienes un guiso de carne o de pollo, aprovéchalo igual).
Puedes tostar un poco el pan para que esté crujiente.
Miércoles: Macedonia de frutas
Tenemos que tener en cuenta que muchas frutas se oxidan, por lo que debemos preparar este almuerzo la misma mañana. Es importante que esté cortado en dados pequeñitos y que añadamos dentro del tapper un pequeño tenedor, para que el niño no se manche demasiado.
Este almuerzo nos ofrece muchas posibilidades, tantas como frutas: podemos añadir desde plátano, manzana, pera, mango o kiwi a gajos de mandarina, bolitas de sandía o melón. Procura utilizar fruta de temporada.
Jueves: Yogur casero de frutas
Con este almuerzo añadimos lácteos a la dieta, a la vez que fruta.
Lo ideal es preparar el yogur con la fruta que mas guste a nuestros hijos (podemos usar frutos rojos, que le van perfecto). Es importante que el recipiente no sea de cristal para evitar problemas en el recreo, y acompañarlo con una cucharita de plástico.
Viernes: Pastel casero
Llega el viernes y es hora de darle un pequeño capricho, pero saludable. Un buen bizcocho casero de chocolate o de arándanos, un pastel de zanahoria o una tarta de manzana es un buen premio, como recompensa a una dura y larga semana.
Entre pan y pan: ideas útiles para no repetir
- Crujiente sandwich de jamón y queso, casi como una golosina salada. En el terreno de los sandwiches tenemos muchas posibilidades originales: el de kiwi y leche condensada, de queso en crema con trocitos de chocolate, de sobrasada o de paté, o incluso de crema de cacahuete. La clave es que esté muy rico y sea fácil de comer.
- Los bocadillos deben hacerse con pan tierno. Si cuando preparamos el almuerzo es muy pronto y no lo tenemos, siempre podremos congelarlo y sacarlo por la noche para el día siguiente. El bocadillo puede hacerse de mil cosas: el de pan con chocolate con leche es un clásico que siempre gusta, también los de queso fresco y miel, o los de embutidos y paté de pescado o carne, que evitan que se pueda caer su interior.