El Burladero fué el gastrobar de Dani García, quizá hasta que el chef andaluz decidió montar el suyo propio. Ahora se sigue manteniendo con David Núñez, que se ocupa además del bar, del restaurante y de algunos eventos que realiza el Gran Hotel Melià Colón del que forma parte El Burladero.
Nombre: El Burladero
Dirección: Calle Canalejas nº 1 – 41001 Sevilla
Teléfono: 954 505599
Página Web: www.granmeliacolon.com
Tipo de cocina: Tapas andaluzas de diseño
Entorno: Mesas negras altas con taburetes y gran barra donde se pueden ver algunas tapas
Servicio: Correcto, pero podría ser más amable, teniendo en cuenta el tipo de comida que se ofrece
Accesibilidad: Buena.
Ambiente: Turistas y personas que se alojan en el hotel.
Aparcacoches: No
Precio: 25-30 euros
Fecha visita: Miercoles 17 de marzo de 2011
Cocina:
Comenzamos tomando la tapa del día Patatas guisadas en amarillo con Choco ( 3,75 euros), tienen buen sabor pero llegan algo frías. Después probamos varios chupitos de cremas frías: la Crema fría de Ajo Blanco con granizado de Sandía y aceite dulce (3,5 euros), muy refrescante, la Crema fría de Salmorejo Sevillano con huevo de codorniz y crujiente de jamón ibérico (3 euros) demasiado ligera e insípida, y finalmente la Crema fría de gazpacho de naranja sanguina con granizado de azahar y aceite de cebollino (3,5 euros) muy rica y original.
Continuamos con unas Migas con ibéricos, papada confitada y mousse de huevos fritos (tapa: 3,5 euros y la ración 10,50 euros) buena textura las migas, buen sabor, pero la mousse se queda algo floja en relación con el resto, sólo aporta cremosidad pero el plato no se redondea, resultando algo corto. Tiempo ahora para la Cola de toro con puré de patata cremoso (tapa 4 euros, ración 12 euros), con buen sabor y muy acertado el polvo de pistacho: una versión acertada y original de este clásico.
Para terminar pedimos unos Huevos rotos con jamón ibérico (12 euros), los huevos demasiado cuajados y las patatas no daban sensación de recién hechas. Pedimos una Fritura de pescados pero tuvimos que devolverla porque algún pescado no estaba suficientemente fresco. Pedimos Fruta fresca cortada de postre (4 euros), ya que los postres dulces no resultaban nada andaluces ni acorded con el resto del menú: Brownie de cocolate blanco y negro; Martín de manzana; y Crema de chocolate blanco.
Acompañamos el menú con unas copas del blanco Tierra Blanca 2010, de Bodegas Páez Morilla (Cádiz).
Observaciones:
Conviene reservar y también tener en cuenta que hay un comedor con sillas y mesas normales donde también, y de forma excepcional, te pueden servir tapas.
Calificación:
La carta de El Burladero está bien diseñada y contiene gran parte de las elaboraciones que forman parte del imaginario del tapeo sevillano, pero no están perfectamente conseguidas: les falta intensidad y sabor para ser tradicionales, y consecucción y excelencia para ser creativas en el amplio sentido de la palabra. En algunos casos incluso, como en el de la fritura, el producto no estaba bien; puede ser una casualidad, por lo que a este tipo de incidencias no hay que darles mayor importancia.
Pero sí es básico la definición de lo que se ofrece y la consecución perfecta de los platos que se dan. Da la sensación de que el local vivió tiempos mejores que apenas puede mantener en la actualidad. Quizá rebajar el número de platos de la carta y realizar éstos de una forma más elaborada sea una rápida solución, pero desde luego el bar de tapas requiere de una revisión para elevar su cocina al nivel que merece el Hotel.