El Camino de Santiago llega hasta Noruega

Alicia Hernández25/07/2012
Pórtico de San Olav en la catedral de NidarosPórtico de San Olav en la catedral de Nidaros

La catedral de Nidaros, en Noruega, fue uno de los grandes destinos de peregrinación durante la Edad Media, junto a Santiago, Jerusalén y Roma. Allí se guarda el cuerpo de Olav II, el héroe vikingo que llevó el cristianismo al Norte de Europa. Después de un tiempo de decadencia, en 1997 se recuperó la ruta de san Olav que une Oslo con Trondheim, la vieja Nídaros. Un camino de 640 kilómetros, inmerso en la grandeza natural de Noruega.

Este verano, un grupo de 200 peregrinos españoles está a punto de culminar esta senda, en un recorrido que les ha llevado 15 días y termina el 30 de julio con una celebración por todo lo alto en pleno Festival de Sant Olav (del 28 de julio al 4 de agosto).

Los peregrinos forman parte de ACASAN (Amigos del Camino de Santiago) y están realizando el camino de forma muy original, acompañados de ocho carros tirados por burros y mulas. Cada uno de ellos tiene un significado y valor especial. El primero es el carro de la cruz de San Olav, que abre cada día el camino. El segundo es el carro de Santiago Peregrino, que lleva la imagen del apóstol en madera. El tercero es el carro de la infanta Kristina, que mantiene la conexión histórica entre la región de Castilla y León y de Noruega, fundada por el matrimonio entre Felipe de Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio y la princesa Kristina de Noruega. El cuarto es el de la Música, que ameniza a los caminantes, y el quinto el de la Cultura, que explica la historia de cada pueblo y parada del camino. El sexto es el carro del Agua, la Ecología y el Medio Ambiente, que en Noruega es casi un religión. El séptimo es el carro del Salmón y Bacalao, y rememora el pasado y la importancia de los arrieros. El último carro es el de los Niños, cargado de pitufos.

Los peregrinos que hayan realizado el Camino de Santiago encontrarán muchas similitudes al recorrer la senda que conduce hasta la tumba de san Olav. Deben conseguir el pasaporte para ir sellando en los albergues e iglesias del camino. Al final, conseguirán el certificado o «compostela» que acredita que, al menos, se han recorrido a pie 100 kilómetros, la distancia mínima que también se requiere en la ruta jacobea. La señal que guiará al peregrino en el Camino de san Olav es una flor y una cruz, que simbolizan la unión de la Naturaleza de Noruega con la fe cristiana.

Y como en toda ruta por la naturaleza, las recomendaciones básicas de calzado cómodo y ropa adecuada se repiten aquí también: nunca debe faltar un chubasquero. Quienes se animen a emprender este camino, encontrarán información útil en www.pilegrim.info/es.