Gustavo Garcia Gillamet,
Presidente del Consejo
Regulador del Cava.
En la apasionante historia universal de la vid y el vino, el Cava representa el arte de elaborar vino, el compendio de todo cuanto el viticultor y el bodeguero han aprendido durante siglos. Su personalidad lo hace distinto a otros productos: parte de las propiedades de la tierra donde nace, pero el Cava, sobre todo debido a su peculiar proceso de elaboración, es una obra maestra del hombre.
Es indiscutible que la cuna del cava se centra en el municipio de Sant Sadurní d’Anoia, y los 159 municipios que integran “La Región del Cava” utilizan el mismo sistema de elaboración y las mismas variedades, derivándose las propiedades particulares del Cava de las distintas características de los suelos de sus viñedos, así como de la climatología de la zona donde nace. Algunos bodegueros catalanes hacen cavas en otras zonas, la razón es muy sencilla: a los consumidores nos gusta tener un amplio conocimiento de las particularidades que ofrecen los diversos cavas, y así podemos diferenciar sus cualidades y escoger el que más se adapte a nuestro paladar. También se hacen muchos espumosos -sobre todo rosados- en España, pero el Cava es el rey de los vinos espumosos.
El Cava rosado está de moda, es un producto fresco y aromático, que se puede elaborar con las variedades de uva monastrell, garnacha tinta, pinot noir y trepat. Estas cuatro variedades son las que le dan singularidad cromática y lo hacen diferente de otros vinos espumosos. A veces me preguntan por qué cava y no champagne, y siempre digo que son dos productos diferente: el Cava es nuestro vino espumoso por excelencia; es fresco, aromático, agradable al paladar, una opción exquisita para disfrutar desde el aperitivo a los postres, mientras que el Champagne procede de otra zona vitivinícola que se diferencia por la climatología de su territorio: sus variedades y sus características lo hacen propio del país donde nace.
Este año celebraremos el 50 aniversario de la palabra Cava, pero quiero precisar que no es el 50 Aniversario del Cava, ya que como todos sabemos, el Cava es un vino más que centenario, así reza nuestro eslogan: «50 años de denominación para un vino centenario». Esto quiere decir que por Orden del MAPA del 2 de Julio del año 1959, se establecieron las Normas de Comercio de los Vinos Espumosos y Gasificados, donde aparece por primera vez en un texto legal la palabra Cava. Esta definición sirvió como base para designar el nombre del producto, y por eso queremos celebrarlo. Todos reconocemos que la palabra Cava ha sido fundamental para crear una gran marca, que es reconocida mundialmente gracias al enorme esfuerzo que han realizado nuestras empresas. Hemos conseguido el más alto nivel en la elaboración y procesos de los vinos espumosos. En la actualidad, nuestros esfuerzos se centran en trabajar día a día para perfeccionar el producto, coordinando la viticultura y la enología para así conseguir que el consumidor sepa apreciar, cada día más, las bondades que le ofrece un buen Cava.