En un ambiente absolutamente festivo y relajado, miles de personas se han acercado hoy domingo a Barcelona Degusta, familias enteras, personas mayores, algunos ya familiarizados con lugares y productos, son casi «guías» de los más novatos, la fiesta culinaria continúa y nadie quiere perdersela.
Nuestra atención se ha fijado hoy domingo en el stand Alimentos de Francia. Amplio y muy cuidado, compiten los Quesos de Francia: Presidènt, con los postres de soja Sojasun de Triballat, el de sabor a plátano me ha gustado especialmente, textura cremosa y sensación de consumir un lácteo… pero no tiene ni gota de leche.
Lleida la ha vuelto a montar en Barcelona Degusta, si la última edición realizó la coca más grande del mundo, en ésta ha sido la caracolada más grande, no sé si del mundo, pero si que yo haya visto nunca.
Mientras los niños improvisaban algún plato junto a sus cocineras-cuidadoras, en el espacio de lectura se presentaba el libro «1001 vinos que has de probar antes de morir» de Grijalbo. Su autor, Juan Manuel Bellver, animado y realista, ha explicado los pormenores de la realización del libro, en el que han intervenido hasta treinta personas más ocho traductores, y en el que se han incluído vinos de todo el mundo, algunos de los más caros, pero también otros que no suben de 10€.
Una joven comenta, indignada, «No hay derecho a que despues de pagar doce euros por la entrada ahora tenga que que pagar por comer algo»; dos parejas de personas muy mayores, sentados en los bancos del stad de Lleida, se ofrecen como anfitriones para que nos sentemos: «coman, coman caracoles, estan muy buenos… y si quieren pueden repetir»; muy cerca una azafata corta manzanas en pedazos, la gente se acerca a cogerlos, un árbol de tela con manzanas junto a ella se mueve, alguna pareja se hace una foto… En la otra esquina se oye la voz de megafonía, se está hablando de las cualidades gastronómicas de la salchicha de butifarra, la pruebo y no me gusta… Compramos fruta, le pregunto al vendedor ¿Qué tal? Demasiado bien, me responde, visiblemente agotado. Ya decía yo ayer que se puede morir de éxito, aunque claro, siempre será una muerte dulce para Barcelona Degusta…