El Jardín de Alma: terraza, ostras, champange y buena gastronomía

El Jardín de Alma: terraza, ostras, champange y buena gastronomía

El Jardín de Alma es el restaurante perfecto para esta primavera del 2021 en la que necesitamos sentirnos seguros cuando vamos a comer fuera de casa

Eva Celada26/03/2021

Es perfecto porque tiene diferentes zonas, las mesas están separadas (hay menos de un 50% del aforo posible), hay zonas más abiertas y otras con techado, más acogedoras, pero todas ellas al aire libre y todas ellas con estufas que hacen la experiencia de disfrutar de la comida muy agradable.

En muchos restaurantes con terraza, a pesar de las buenas intenciones de sus propietarios, acabas la comida estando helado, y comer o dormir son dos actividades que no se pueden hacer con frío.

Volviendo al Jardín de Alma, además del ambiente, el establecimiento cuenta con algunos detalles muy agradables, los que tienen que ver con la seguridad especialmente, comenzando por el gel hidro alcohólico en monodosis o que los camareros lleven mascarilla FFP2 o que las medias raciones que pedimos vayan emplatadas. El establecimiento cuenta con servicio de aparcacoches.

El espacio de terraza en el Jardín del Alma resulta acogedor y agradable

El pan de semillas y tomate de la Panacoteca estupendo, y muy completa la carta de vinos, con vinos por copas, en el momento de nuestra visita hay cinco vinos que se pueden tomar por copas, incluyendo un champagne rosado. En el plato cocina de sabores reconocibles con algunos toques creativos. En uno de los puestos se pueden ver las ostras, que probamos al natural, y están perfectas.

Las ostras son uno de los platos estrellas de Jardín de alma

También probamos las Croquetas cremosas de jamón ibérico, con buena cobertura y sabor intenso en el interior. Bien elaborados los Torreznos de Soria con caramelo líquido de naranja, bien desgrasados y con la corteza crujiente.

El Canelón de cecina con virutas de foie cremoso, es uno de los platos que más me han gustado, y que recomiendo probar sin lugar a dudas. La cecina está suavemente integrada en el relleno del canelón, la besamel suave y untuosa. Peor resultado tiene, en mi opinión, la Gyoza de pato con salsa teriyaki, queda algo seca y el interior poco jugoso.

Canelón de cecina con virutas de foie en el Jardín de Alma

Otro plato que se puede disfrutar en el restaurante es el Pulpo a la brasa sobre guacamole, pico de gallo y totopos. El fondo es un guacamole suave y los totopos hacen pequeños bocados con las láminas del pulpo en su interior, el conjunto es equilibrado en color, sabor y textura. El pulpo está bien cocido (al gusto de los madrileños), pero no excesivamente pasado de cocción.

Como platos principales tomamos Lomo de Lubina sobre crema de porrusalda y Edamame. La lubina está cocida en su punto justo a baja temperatura y dispuesta sobre la crema. Es el típico plato elegante pero no memorable.

Sin embargo el Lomo de vaca gallega osmotizado al whisky Lagavulin y cremoso de apionabo, es una carne absolutamente exquisita, tierna, con sabor, una delicia. Las carnes a la parrilla se pueden tomar con diferentes guarniciones, elegimos la patata rellena de verduras rústicas, (cebolla, calabacín, berenjena, tomate, calabaza, champiñón y queso) y no nos equivocamos, esa patata es espectacular.

Zona chill out en el Jardín de Alma

Sin apetito para más nos ofrecen el postre estrella de la casa Tarta de queso por Borja Segura con helado de frutos rojos y crumble de lima. Hay que pedirlo con antelación porque tardan 15 minutos en hornearse. La tarta tiene una textura cremosa, y en compañía de un helado de frutos rojos con su acidez propia se equilibra.

Mientras terminamos el postre, el sol continúa reflejándose en los árboles y plantas del Jardín de Alma, y por un momento, ya con un excelente café sobre la mesa, se nos olvida el mundo exterior y sus problemas.

El precio medio por comer en el restaurante es de 35-50 euros.

No es accesible para personas con movilidad reducida ya que hay escaleras para acceder desde la calle a la terraza.

El Jardín de Alma

Calle Arturo Soria 207, Madrid