Chipirones de anzuelo a la parrilla, con patatas confitadas y salsa brava alioli

El Jardín del Miguel Ángel: un oasis entre el asfalto

Eva Celada25/08/2010

La terraza del Hotel Miguel Ángel se asemeja a un comedor colonial, al aire libre, con mucha vegetaciónQue cada vez es más frecuente comer bien en los hoteles no es un secreto, en algunos lugares incluso es una garantía de mínimos. Lo cierto es que alojarse no es la única opción de negocio que los grandes hoteleles españoles desean explorar: el bienestar con los Spas, el turismo de negocios y como no, la Gastronomía, que además engloba todos los anteriores. Comer es una necesidad y hacerlo bien un placer por el que los clientes estan dispuestos a pagar. Hemos ido muchas veces al Hotel Miguel Ángel pero nunca a comer o cenar.

El Cenador-restaurante El Jardín del Miguel Ángel es espectacular, con más de mil metros cuadrados y  una frondosa vegetación, sumados al estilo colonial y la luz de las velas sobre las mesas,  con diferentes ambientes y una decoración señorial y elegante… Es como sumergirte en otra época, te hace olvidar que te encuentras en pleno Paseo de la Castellana y, además,  en cuanto a su gastronomía estamos ante una opción muy correcta para las noches de verano.

Nombre: Cenador-restaurante El Jardín del Miguel Ángel
Dirección: Hotel Occidental Miguel Ángel – Calle Miguel Ángel, 29-31 – 28010 Madrid
Teléfono: 91 442 00 22
Página Web: http://www.miguelangelhotel.com
Tipo de cocina: De Mercado, bien elaborada y abundante
Entorno: Se asemeja a un comedor colonial, al aire libre, con mucha vegetación
Servicio: Servicio muy correcto a la antigua usanza, con amabilidad y rapidez.
Accesibilidad: Desde el hall del hotel hay tres o cuatro escalones.
Ambiente: Clase media alta, familias y parejas
Aparcacoches: No, pero hay parking en el propio Hotel, sin coste para los comensales
Precio: 40-50 euros, según menú y vinos
Fecha visita: Jueves, 12 de Agosto de 2010, en la cena

Cocina:

Champiñones rellenos de foie y jabugo

Nos dejamos aconsejar a la hora de pedir el menú, y de primero tomamos como aperitivo un Rebujito con mejillón con mucho sabor. Los entrantes fueron Hamburguesitas de langostinos y salmón con chips de maíz (16 euros) demasiado prensados, con una textura  resulta algo artificial. Continuamos con la Barratina con tomate confitado, rúcula y pesto (14 euros) abundante, consistente y equilibrada. Llegan ahora los Champiñones rellenos de foie y jabugo: muy bien hechos, el champiñón en su punto, el relleno elegante con un suave sabor al foie. Un plato como los anteriores, abundante de cantidad.

Secreto Ibérico, pulpo a la brasa, papas arrugadas y mojo verde y rojo

El pescado aconsejado es el Atún Rojo de Almadraba  a la brasa y ñoquis de espinacas y parmesano (28 euros). Perfectamente puede ser un plato para compartir, bien marcado el atún, caliente el interior además de sonrosado, los ñoquis resultan algo duros, pero el pescado esta perfecto. Otro de los comensales pide Chipirones de anzuelo a la parrilla, con patatas confitadas y salsa brava alioli (20 euros). Los chipirones están muy frescos, pero ligeramente aguados en su interior, deliciosos. Completando la mesa, otro de los comensales pide un plato original, también muy solicitado en la carta: Secreto Ibérico, pulpo a la brasa, papas arrugadas y mojo verde y rojo (24 euros), un conjunto sorprendente de resultado original y delicioso. Todas las cantidades impresionantes. Hasta el momento nos encontramos con buen producto y buena técnica.

Sopa de cerezas con pastel de queso templado y helado de violetas

Nos enfrentamos ahora a los postres, pensando que quizá no tuvieran el nivel de la cocina salada, y obviamente nos equivocamos: el Coulant de chocolate con fresitas del bosque y helado de azahar (10 euros) resulta delicioso: todo en su punto. Asimismo, los Canutillos rellenos de tiramisú (10 euros), aunque algo duros, tenían un sabor absolutamente caseros, al igual que la crema. Lo mismo ocurre con el Milhojas de 3 chocolates con frutas tropicales y sorbete de té verde: sencillamente, una exquisitez. Igualmente abundante y bien hecha la Sopa de cerezas con pastel de queso templado y helado de violetas. Quizá los platos resultaban un poco grandes para ser el postre, pero su interior resultó ser una sorpresa muy agradable.

El menú estuvo acompañado por un delicioso albariño Rias Baixas Martín Códax.

Observaciones:

Conviene reservar e indicar cualquier circunstancia relativa a la accesibilidad.

Calificación:

Chipirones de anzuelo a la parrilla, con patatas confitadas y salsa brava alioli

Como siempre decimos desde esta revista, un restaurante es más de lo que se pone en un plato: es servicio, atención, ambiente, detalles y,  por supuesto, también comida. Últimamente valoramos justificadamente la relación calidad-precio, porque comer bien a buen precio es el objetivo de muchos, y no sólo por la crisis económica. Hay restaurantes a los que habría que dar un diez en ese apartado, pero cuando uno se plantea comer en ellos, casi sólo puedes hacerlo solo, porque no te atreves a llevar a nadie. En el caso de la Terraza del Hotel Miguel Ángel, quedarás como un rey si llevas a familiares o amigos, también personas de trabajo, pués no te arriesgas a que la comida les parezca demasiado «rara», ya que preparan una comida creativa pero no de vanguardia.

Además, quienes siempre se quedan con hambre -o eso dicen- aquí estarán bien servidos, no en vano las raciones son más que abundantes. Los amantes de los dulces tendrán postres riquísimos donde elegir y, finalmente, aquellos que añoran aquellos tiempos en los que te llamaban señor o señora cuando te servían, los que suspiran añorando el servicio del típico hotel palacio de principios del siglo pasado, también estarán felices.

En definitiva, el restaurante tiene una carta bien diseñada, con productos de temporada y calidad, bien preparados con técnicas actuales pero sin sofisticaciones exageradas, y el comedor al aire libre resulta igualmente agradable, así como el servicio. Perfecto para quienes no desean sobresaltos en el plato pero sí impresionar a los más clásicos.

Puntuación:

8/10

Galería fotográfica: