El Mesón de Fuencarral: La tradición de comer bien

Vista del edificio principal del Mesón, complementado por un aparcamiento, dos terrazas y una zona infantil

El Mesón de Fuencarral pertenece a ese tipo de establecimientos de toda la vida que saben gustar a todas las generaciones por igual: buen producto, preparaciones cuidadas y mimar las recetas de siempre son la clave de su éxito.

Pero, lejos de acomodarse, el Mesón estrena terraza, más ampliada, con flores, elegantes sombrillas y aspersores de humedad para refrescar el ambiente, conservando el magnífico servicio de siempre.

Nombre: El Mesón de Fuencarral
Dirección: Carretera de Colmenar Viejo, Km. 14,5, Sentido Madrid, en la vía de servicio.
Teléfono: 917 341 019
Página Web: www.mesondefuencarral.com
Tipo de cocina: Estacional de mercado tradicional
Entorno: El mesón esta situado en una zona en la que no hay más edificaciones, la construcción inicial era una casa tipo mesón con maderas y elementos rústicos, que ha sido ampliada con una terraza cubierta y la terraza abierta
Servicio: Muy rápido, ágil y amable, liderado por Jesús Sanchidrián, el metre el día que estuvimos. Ese servicio cercano y un poco familiar que tanto se echa de menos
Accesibilidad: Buena
Ambiente: Parejas y familias, también con niños, ya que hay una zona con parque infantil
Aparcacoches: No, pero dispone de un amplio aparcamiento propio con techado
Precio: 50-60 euros por persona, dependiendo de los vinos
Fecha visita: Sábado, 31 de Julio de 2010, cena

Cocina:

Croquetas de jamón

Como las raciones son bastante grandes, aceptamos la oferta del metre de tomar algunas medias raciones para poder probar más platos, por lo tanto algunas de las fotografías que acompañan a este texto no son de raciones completas. Empezamos con un aperitivo de Ensalada de tomate y aceitunas que se sirve a todos los comensales: el tomate es de máxima calidad, al igual que las aceitunas. Después recibimos con entusiasmo unas Croquetas de jamón (11,75 €), fantásticas: la bechamel muy cremosa, el rebozado fino y crujiente. A continuación llega uno de los nuevos platos del chef Ramón Dios, nieto del fundador: las Berenjenas fritas con salmorejo al estilo cordobés (12,90€), muy bueno el punto de las berenjenas, también fantástico el salmorejo.

Migas con huevo y chorizo

Las migas son un clásico de la casa, y en esta ocasión tomamos las Migas con huevo y chorizo (12,50 €), que están tiernas, jugosas, sabrosas, deliciosas. Probamos también el Milhojas de verduras y queso manchego al tomillo (12,50€), absolutamente natural, todas son verduras frescas cocidas y asadas con el queso tal cual, impresionante el plato también.

Otro de los clásicos del restaurante es el Cordero lechal de raza churra de Aranda (24,50€) absolutamente en su punto, inmejorable, una auténtica delicia. Yo elijo un Bacalao noruego desalado con pisto manchego (22,25 €), el pescado esta muy bien desalado, buen sabor, quizá un poquito pasado de cocción, pero el lomo es de máxima calidad.

Leche frita castellana

Ya sin apenas apetito, no podemos evitar probar uno de los muchos postres caseros de que disp0ne el Mesón de Fuencarral. Para la ocasión elegimos otro clásico de la casa: la Leche frita castellana (5,5€), un postre al que rara vez conseguimos extraerle demasiado sabor cuando lo tomamos. Nuevamente nos sorprendemos ante la que sin duda es la mejor leche frita que hemos tomado, completando así de forma inmejorable nuestro menú.

El Mesón dispone de una muy buena bodega de caldos españoles, los vino de la casa son el Viña Salceda Crianza DO Rioja (14,45€) y un Viña Sastre Roble DO Ribera del Duero (16,45€).

Observaciones:

En fechas señaladas es imprescindible reservar, de hecho hay familias que reservan de un año para otro la comida del día de la Madre o Reyes.

Calificación:

Cordero lechal de raza churra de Aranda

El Mesón de Fuencarral es un valor seguro, nunca defrauda, tiene por ello una importante clientela fija que prefiere no arriesgarse, tampoco por tanto sorprenderse, ni siquiera para bien. El producto es inmejorable, la técnica bastante correcta, las cantidades abundantes y el servicio familiar.

Por todo ello cubre un sector muy definido, que es fiel al establecimiento desde hace décadas. Según temporadas se añaden platos nuevos que muy difícilmente se mantienen, porque los clientes suelen querer los clásicos. Los precios son un poco elevados, quizá porque el producto es de máxima calidad, aunque unos huevos con migas no contiene ningún producto caro y sin embargo su precio es de casi 13 euros.

Un restaurante muy recomendable para comer bien, y más aún en verano, al poder hacerlo en su magnífica terraza.