Los comienzos de Paulaner
En el año 1627, el Rey Maximilian I de Baviera llevó a diez monjes paules de Saboya al monasterio Neudeck Ob der Au, en cuyo recinto se encuentra aún en la actualidad la Cervecera Paulaner.
Para compensar su severo ayuno en el siglo XVII, los monjes paules fabricaban Paulaner Salvator. Ellos podían beber ese «pan líquido», ya que el líquido no incumple con el ayuno. Esa cerveza era tan nutritiva y fuerte que les servía de alimento.
Desde 1928, Paulaner elabora una de las primeras cervezas doradas de Munich: Paulaner Original Münchner Premiun Lager, un deleite para los sentidos.
Actualmente, Paulaner es la mayor cervecera de Munich y de toda Baviera
Calidad: el secreto del éxito de Paulaner
Las cervezas de Paulaner se fabrican según la Ley Bávara de Pureza de 1516: la ley alimentaría más antigua del mundo. Esta norma ancestral permite utilizar únicamente cebada, lúpulo, agua y levadura. Respetando sus principios, Paulaner sólo utiliza ingredientes de primera calidad:
- Cebada de verano con las mejores notas en cuanto a poder germinativo, contenido en fécula y proteínas.
- Lúpulo aromático de la vega de Hallertau.
- Agua virgen procedente de una fuente a 240 metros de profundidad, especialmente suave, clara y pura.
- Levadura de cultivo puro de la Cervecera Paulaner, que influye de forma determinante en el proceso de fermentación, condicionando el contenido alcohólico y el aroma.
Las cervezas Paulaner elaboradas con trigo malteado.
Hefe – Weißbier (con ó sin alcohol).
Se elabora con un 60% de trigo malteado y un 40% de malta de cebada, con lúpulos alemanes seleccionados, agua y la levadura Paulaner de fermentación alta.
Es una cerveza de tipo Ale, de estilo de trigo alemana, turbia de color dorado con una tonalidad blanquecina profunda que inunda todo el vaso. Presenta en su servicio una espuma blanca marfil de consistencia ligera pero persistente que sobrepasa los límites del borde del vaso manteniéndose firme hasta el final por la vivacidad manifiesta de esta cerveza. Su aroma a especia de clavo inunda toda la nariz, marcando su carácter. Su paso de boca resulta muy agradable por el excelente balance de dulce de pan, amargor herbáceo y volátiles procedentes de una fermentación alta generosa y la presencia de levadura, que aporta gran cantidad de vitaminas, minerales y proteínas que redondean su sabor. Al final es una cerveza muy seca que te refresca profundamente, dejando un recuerdo chispeante frutal a guindas duradero en boca.
El maridaje de la Paulaner Hefe – Weißbier está marcado por la mezcla perfecta que tiene de aspereza y dulzor, que la hace ideal para servirse con postres y frutas. Asimismo por su frescura, es muy adecuada para tomarla como aperitivo o acompañando a ensaladas donde haya presencia de hierbas frescas y especias. Por contraste acompaña el «ragut» de verduras con alcachofa, endivia o espárragos. Como ingrediente para cocinar puede utilizarse para la elaboración de escabeches y aderezos para ensaladas.
La Hefe – Weißbier tiene una graduación alcohólica de 5,5% en volumen y su temperatura de servicio está entre los 2 y los 4 grados centígrados.
Hefe – Weißbier Dunkel (Tostada)
Elaborada con ingredientes naturales y un alto porcentaje de malta de trigo tostado, tiene mayor proporción de trigo malteado negro, lo que le confiere ese color pardo tan característico.
Hefe – Weißbier Kristallklar (Filtrada)
Elaborada con ingredientes naturales y un alto porcentaje de malta de trigo, se trata de una cerveza refrescante que obtiene su fina y chispeante claridad gracias a su especial proceso de filtrado.
Los tres tipos de cerveza se sirven en su propio vaso, ligeramente húmedo para que la cerveza alcance los 4º C y resulte totalmente refrescante y natural. Se sirve lentamente manteniendo un ángulo de casi 90 grados; sólo así se consigue que la abundante espuma no llene todo el vaso. Enderezar lentamente al final y hacer una bonita corona de espuma de 4 centímetros.