
Que la comida rápida no es precisamente lo más saludable que puedas ingerir, no creo que sorprenda a nadie a estas alturas. Los negocios de fast food que inundan nuestras ciudades ofrecen (generalmente) productos de baja calidad en un tiempo record. Pero ahora, un nuevo miedo acecha a esta floreciente industria: no sólo la comida es mala, ¡los envases con que se envuelve también lo son! Un reciente estudio de la OCU pone bajo sospecha los papeles, cartones, cajas o bolsas que cubren este tipo de comida, debido a los compuestos perfluorados en los papeles y cartones, que entran en contacto con los alimentos.
Estos compuestos, en siglas PFAS, son unas sustancias que, por su estabilidad y propiedades, son resistentes a los ataques químicos y repelen el agua y la grasa, de ahí su utilidad en este tipo de envase, ya que permiten que el alimento se mantenga caliente y conserve un mayor tiempo su textura original. Estos compuestos aparecen en bolsas de palomitas, cajas de hamburguesas, bolsas de patatas o los cartones de las pizzas. A mayor temperatura, mayor es el riesgo de contaminación del alimento, por lo tanto, una hamburguesa o pizza caliente poseen mayores riesgos que un alimento frío envuelto en este tipo de material.
El estudio realizado tomó trece muestras de envase por país, de un total de 65 productos. En España, tres de los productos contenían niveles demasiado elevados, siendo dos de ellos bolsas de palomitas. Los resultados fueron los siguientes:
- Cartones de pizza: en España no se detectó alto contenido en PFAS, en cambio en otros países eurpeos su presencia sí era preocupante.
- Envases de hamburguesas: las mismas cadenas de restaurantes obtuvieron diferentes resultados. Mientras en España no se detectó riesgo, sí que lo hicieron en otros países del estudio.
- Cartones de patatas: fueron los envases que obtuvieron resultados más conflictivos. En España unicamente una: la de Burguer King Satisfries.
- Palomitas: como decíamos, hubo dos bolsas de palomitas de microondas con resultados preocupantes: Eagle Pop y Popitas.
Afortunadamente, en España los resultados no fueron demasiado negativos en comparación con otros vecinos europeos, en los que se detectaron PFAS en prácticamente la mitad de las muestras tomadas.
Fuente: OCU