El gastrobar de Pedro Larumbe tiene el viento a favor, desde su sala puede verse desde la mesa cómo se graba cada noche, entre otros espacios, el programa tertulia de Intereconomía Televisión «El Gato al agua». Además, El Plató dispone de una mini-terraza en el exterior y un amplio salón muy agradable, que se acompaña con una barra amplia y cosmopolita. Tampoco falta el cortador de jamón y una amplia selección de bebidas.
Por la noche el Plató se transforma, y la iluminación y su carta de cócteles y combinados convierten a este versátil establecimiento, con una ubicación privilegiada en pleno Paseo de la Castellana, en una opción a tener en cuenta para las noches en la capital.
Nombre: El Plató
Dirección: Paseo de la Castellana nº 36 28046 Madrid
Teléfono: 91 435 46 18
Página Web: http://www.elplato.es
Tipo de cocina: Tapas, cocina informal
Entorno: Amplio salón, con vistas a un plató de televisión
Servicio: Amable pero algo disperso, a pesar del buen hacer del maitre, Guillermo Jaime
Accesibilidad: Buena
Ambiente: Ejecutivos de la zona y, por la noche, admiradores y curiosos de Intereconomía
Aparcacoches: No, aunque hay varios aparcamientos de pago en la zona
Precio: Buena relación calidad-precio
Fecha visita: Cena, 10 de noviembre de 2011
Cocina:
Empezamos con un refrescante y muy conseguido Mojito con caviar cítrico, al que le sigue un clásico servido en copa (cosa que me horroriza): la Ensaladilla rusa con espuma de mahonesa de oliva (10,40 euros), bien integrada, aunque con demasiada mayonesa como para diferenciar los sabores. Seguimos con Tomate, salmón y aguacate, una ensalada que puede tomarse en ración completa por 11 euros o media po 7,90, y donde el tomate resultaba algo ácido.
A continuación probamos la Vieira gratinada en holandesa y crujiente de espinacas, a 3,5 euros la pieza, ofreciendo un buen resultado final: todo está en su punto. Le siguen unos Chipirones con pasta fresca y mouselina de pimiento amarillo (12,90 euros y media ración 9,40): todo con un punto excelente, incluída la pasta. Seguimos con los Tacos de atún rojo con Teriyaki y arroz suflado (13,30 euros), una curiosa combinación en texturas, aunque el atún resulta algo blando.
Como en la mayoría de este tipo de locales, no falta la hamburguesa, tomamos la Hamburguesa de Ibérico con mostaza en grano y salsa de queso, la grande cuesta 13,80 euros. Está excelente: jugosa la carne, el pan tierno y crujiente, una muy buena opción de la que, además, tienen tamaño pequeño (9,80 euros).
Muy buena también resulta la textura de los Raviolis de confit de pato en su salsa dulce de cacis (12,60 euros), aunque la carne del pato no tiene la jugosidad que sería deseable.
Para concluír el menú, El Plató cuenta con una amplia gama de postres, de entre los que tomamos la Torrija de sobao pasiego con helado (5,40 euros), un poco decepcionante, ya que se trata de un sobao empapado en leche dulce demasiado poco elaborado. De mejor resultado la Espuma de Yogur con salsa de mango (4,9 euros), muy ligera y refrescante, y la Tarta de chocolate, muy conseguida y recomendada para los más «dulceros«.
Observaciones:
Correcta carta de vinos nacionales, vino por copas y guiso del día.
Calificación:

Las recetas son correctas, con la posibilidad de pedir medias raciones, algo que se agradece, lo mismo ocurre con el vino, que se puede pedir por copas. En El Plató echamos en falta un poco de originalidad en las tapas, una carta más definida y ver algo de la genialidad de Pedro Larumbe en los platos. Aún así, es una buena opción, con el atractivo añadido de que desde su comedor puede verse cómo se graban los programas de la televisión.