
En representación de todo el sector del olivar: productores, industriales y comercializadores, el Rey recibió el pasado día 16 a los miembros del Comité Ejecutivo de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Un sector que, además de constituir una pieza clave en la identidad de la gastronomía española, constituye un motor importantísimo en la economía, con una facturación de tres mil millones de euros anuales producida por sus 300 millones de olivos.
Pedro Barato, presidente de la Interprofesional en su discurso, comentó: «Los objetivos principales de la Interprofesional del Aceite de Oliva, que me honro en presidir, son esencialmente incentivar el consumo de aceites de oliva dentro y fuera de nuestro país, divulgar las bondades de nuestros productos, promover la investigación, el desarrollo…»
El sector olivarero atraviesa una crisis importante por diferentes factores, el principal, la bajada de los precios, que hace en algunos casos imposible llegar a los costes de producción, sobre todo para los pequeños productores; una bajada que viene dada por la importación, por parte de las grandes superficies, de aceite de otros países, que en ocasiones venden por debajo del coste.
El Rey, buen gastrónomo, aficionado a la cocina tradicional española y en concreto al pan con tomate y aceite de oliva, que también le gusta muchisimo a la Reina; a las frituras de pescado andaluzas,o a los guisos realizados con un buen aceite, puede ser un gran valedor de este «oro líquido» que todos debemos cuidar porque es, además de nuestro patrimonio cultural, una importante fuente de salud.