Ardales es un municipio de la comarca del Guadalteba, se encuentra en la cara norte de la Sierra de las Nieves y es muy conocido por los atractivos naturales que lo rodean, maravillas tan increíbles como el famoso Caminito del Rey y el Desfiladero de los Gaitanes, uno de los destinos más buscados en el interior de La Costa del Sol.
El pasado andalusí de Ardales se muestra en las ruinas de castillos y torres defensivas, como el Castillo de la Peña, rematado con nueve torres, y el castillo de Turón. También sobre el río Turón, en un bello paraje, podemos cruzar el Puente Romano de la Molina. En el Cerro de las Aguilillas se encuentra una necrópolis prehistórica. Y un lugar que hay que conocer es la Cueva de Doña Trinidad Grund, una cavidad natural repleta de estalactitas y estalagmitas, y con los grabados rupestres de la galería del Calvario.

Un paseo por el pueblo nos irá descubriendo su patrimonio artístico y cultural, y otra visita imprescindible será el Museo de la Historia y las Tradiciones y el Centro de Interpretación de la Prehistoria de Ardales para conocer el gran legado histórico que han ido dejando las diferentes civilizaciones.
Como otros pueblos del Valle del Guadalteba, en Ardales tienen mucho arraigo los embutidos y otros derivados del cerdo de elaboración casera. Tras conocer todos los atractivos turísticos de la localidad, se pueden comprar estos productos porcinos en los establecimientos donde se ofrece mucha calidad a muy buen precio.

Es el caso de Embutidos El Cuartel, que llevan casi cuatro décadas haciendo chacinas artesanales, y las carnicerías donde se elaboran también embutidos y otros productos del cerdo, como Estrella o Margarita. Descubrir los embutidos de Ardales es una buena excusa para organizar una escapada y pasear por este bonito pueblo malagueño o para disfrutar de las tapas de sus bares.
La Fiesta de la Matanza
Ardales celebra cada mes de febrero La Fiesta de la Matanza, en la que se muestran todas las labores tan arraigadas a esta tradición, como la elaboración de chorizos o morcillas. Todo el que acuda está invitado a probar estos buenos productos ya que cada año se reparten 1.000 kilogramos de carne y embutidos en esta fiesta. Se trata de un evento gastronómico y cultural que cada vez atrae a más público, llegando a congregar a unas 10.000 personas.

Durante esta jornada se reparte entre público chacinas en rodajas (morcón, salchichón, chorizo y morcilla), pero también en ‘botones’, unos pequeños bocadillos, o acompañado de los famosos picos de Ardales. Y para beber, vino blanco y dulce de Málaga.
Colmenar, en La Axarquía
Otro de los pueblos con gran tradición chacinera es Colmenar. En el mes de diciembre, este pueblo situado entre la Alta Axarquía y los Montes de Málaga, abre sus puertas los días previos a la Navidad para atender a los visitantes que acuden en busca de estos productos de gran calidad y elaboración artesana. Pero no hay que pasar por alto la belleza del casco antiguo, con un precioso caserío. Uno de los puntos desde donde se consigue una de las mejores vistas de Colmenar es la ermita de la Calendaria, conocida en el pueblo como el convento, desde donde se puede observar cómo el casco urbano se asienta en uno de los rincones privilegiados de la Alta Axarquía.

En nuestro recorrido, haremos parada también en las fábricas de embutidos más famosas de esta villa malagueña como son la cooperativa Rimicol, en el polígono industrial, y Embutidos Beatriz, la Fábrica de Embutidos La Colmena o Hermanos López, en el casco urbano.
La Fiesta del Mosto y La Chacina
En Colmenar, a finales de noviembre o principios de diciembre (dependiendo del año), se celebra la Fiesta del Mosto y la Chacina. El pueblo se vuelca con los visitantes dando a degustar productos de la tierra, se organiza una Ruta del Tapeo y, además, se pueden comprar por precios muy razonables directamente a los distintos productores del pueblo. Colmenar se conoce como ‘la despensa de Málaga’ y es que, junto a las famosas chacinas, también se elabora un buen aceite de oliva y hay que aprovechar la visita para comprar vino en las Bodegas José Molina, situadas en el casco urbano.

La gran calidad de la tierra para el cultivo de la vid, entre ellas la Uva Moscatel, da origen al afamado mosto que acompaña los exquisitos platos que se elaboran en un día tan especial como las migas, o el célebre plato de los Montes. Y para animar la fiesta, hay actuaciones de Pandas de Verdiales, flamenco, talleres y diversiones infantiles.
Benaoján y su Fiesta de la Chacina
En el valle del Guadiaro se encuentra Benaoján un pueblo con una gran tradición chacinera de más de un siglo. De hecho, a principios del siglo XX se contaban más de 40 fábricas en esta localidad. Ahora quedan muchas menos pero siguen manteniendo el prestigio de calidad y artesanía en sus productos.

Las más famosas son El Cerdito Andaluz, Icarben, Grupo Melgar o Embutidos Matoso. Todas abren durante los fines de semana para atender a los turistas y visitantes. Pero si tienes oportunidad, acércate durante el puente de diciembre, cuando la localidad celebra su Feria de la Chacina, una cita también idónea para comprar a estos y otros productores.
El vino de Ronda es el que mejor marida con las chacinas que se elaboran en Benaoján y en otros pueblos de la serranía como Algatocín y Arriate, con buenos embutidos.
Cártama: la cuna del Salchichón de Málaga
Hace ya más de un siglo, la empresa Prolongo empezó a elaborar un producto singular: el genuino salchichón de Málaga, del Bajo Guadalhorce. Esta firma tiene su sede en Estación de Cártama, pero ya no es la única que hace este tipo de salchichón, que se caracteriza por su blandura y jugosidad, ya que hay otras empresas del Valle del Guadalhorce y Málaga que también hacen sus versiones, como Famadesa o García-Agua.

En la receta de este salchichón se estipulan sus ingredientes, carne de cerdo y especias, y destaca muy especialmente por su corto período de curación. Según establecen las normas de calidad que hoy protegen a este salchichón malagueño, éste es “un producto embutido elaborado con una mezcla de carnes picadas o troceadas, de cerdo, o de cerdo y vacuno, y tocino y grasa de cerdo, adicionada de sal, especias y condimentos”.
Esta mezcla tiene que estar amasada y embutida “en tripas naturales de calibre superior a 30 milímetros y forma más o menos curvada y sometida a un corto periodo de curado-madurado que le confiere sus características de textura, sabor y aroma”. Actualmente, hay varias empresas que elaboran este embutido tradicional, que estuvo a punto de perderse en la pasada década de los años noventa. Tanto en el núcleo de la Estación como en la propia Cártama hay carnicerías donde se pueden comprar embutidos artesanales, como es el caso de la empresa familiar El Perdi.
La Manteca Colorá de La Abuela Loli
En el valle del Guadalhorce hay otro pueblo con gran tradición chachinera: Alhaurín el Grande Aquí encontramos establecimientos señeros, como La Abuela Loli o embutidos Moreno Plaza, que gozan de gran prestigio tanto en la comarca como fuera de ella. A estas empresas, hay que añadir carnicerías que también elaboran estos días embutidos caseros.

La Abuela Loli presume de elaborar «la mejor manteca colorá de Málaga», y así lo anuncia en ferias, fiestas y en la publicidad de su firma. Loli es el alma de esta empresa, una mujer emprendedora y luchadora que ha sabido mantener las más ricas y sabrosas recetas tradicionales de la zona y ha logrado hacerse un nombre en la provincia. Entre el gran surtido de elaboraciones caseras destacan los chorizos tipo rosario -con picante y sin picante-, la morcilla tipo malagueña, el morcón de morcilla o el salchichón Málaga, pero, sin duda, su lomo en manteca y la manteca colorá, en sus diversas variantes, son los dos grandes productos estrella de la casa, por el equilibrado y distinguido sabor y la excelencia de sus carnes.