El tercer día y último de Enofusión 2011 contó con varias actividades de interés: desde una sesión sobre cómo incentivar y recuperar el consumo del vino en nuestro país, pasando por una cata de garnachas navarras con un completo recorrido sobre su origen e historia, y una cata de vinos de menos de diez euros en la que pudimos descubrir cómo funciona un cash & carry que trabaja directamente con Horeca.
¿Cómo recuperar el consumo de vino en España?
En esta sesión, subtitulada «Cambios y posibilidades del modelo de distribución», Juanan Bilbao, ejerciendo de «enfant terrible» como profesional del Marketing que es, habla de que al vino «hay que empezar tratarlo sin gilipolleces». Hay que recuperar el grueso de consumidores perdidos a base de Marketing convencional. El vino debe ser accesible y fácil y dejarnos de bombas sápidas. Dejar a la gente disfrutar del vino y emborracharse. Se muestra política y conscientemente incorrecto, mientras sus contertulios se mueven inquietos en sus sillas.
Marta Modrego, Responsable de Compras del Distribuidor Mayorista Makro, nos hace una presentación de su negocio, exportable a todos los mayoristas, haciendo hincapié en la existencia desde hace cuatro años de un sumiller en todas las secciones de vino de los almacenes. Estos se encargan de aconsejar y ayudar al cliente HORECA (HOtel, REstaurant & CAtering). El resultado de esta estrategia de valor añadido ha tenido muy buenos resultados, haciendo crecer las ventas de vino en tiempos en los que el resto de comerciantes pierde.
Fernando Prieto, Presidente de Valdepeñas y Consejos Reguladores, pone de manifiesto que hay un complicadísimo marco legislativo y nos presenta un entorno catastrófico. «El canal Horeca es un desastre para el vino español» y se pregunta porque los prescriptores nos empeñamos en explicar un producto que ya no consume nadie. Tenemos que dejar de robarnos mercado nacional entre bodegas y empezar a quitárselo a los de fuera. Da por perdido el Canal Horeca y dice que hay que reconquistar al consumidor mediante campañas de comunicación.
Victor de la Serna, Periodista y bodeguero, reconoce que no sabe de distribución, pero es consciente de que hay que, como mínimo, parar la caída de consumo en España. El vino tiene mala fama y no se conoce lo suficiente. «Tenemos una historia de vino de mala calidad hasta fines de los años 60«. Ante este panorama, la generación que veía como sus progenitores bebían vino con gaseosa y sin el más mínimo glamour, lo abandonó y se dedicó a la cerveza. Hay que recuperar al consumidor, y pone como ejemplo países como Argentina, donde estos últimos años han lanzado enormes campañas de difusión y donde han nombrado al vino bebida nacional.
Segunda actividad del día: Las Garnachas Navarras
Pilar García Granero, enóloga y Presidenta del Consejo, nos propone un viaje por las garnachas navarras, explicando la privilegiada geografía de sus 13.000 hectáreas y se enorgullece de que con esta pequeña superficie, los vinos navarros estén posicionados muy arriba entre los vinos nacionales.
Clase magistral en la que nos deleita con la historia de la vid en su tierra. Este cultivo comienza con los romanos en el siglo I y se mantiene sin interrupción y de forma creciente durante casi veinte siglos, hasta la llegada de la filoxera, momento en el que desaparece casi toda. Es en ese momento cuando aparece la garnacha, ya que es una cepa resistente, que se autorregula en producción dependiendo de la climatología y que necesita de pocos cuidados.
Pone de manifiesto que hasta hace pocos años esta uva ha estado denostada y se ha mantenido la leyenda negra, entre los bodegueros navarros, de que sólo valía para elaborar rosados.
Con objeto de demostrar que efectivamente es uva de rosados, nos propone los dos primeros vinos, pero a continuación deja patente, con 4 vinos más, que se pueden hacer grandes tintos con esta uva en esta latitud.
Los vinos que catamos fueron tanto de perfil atlántico como más cálido, desenvolviéndose con soltura en ambos entornos.
- Homenaje de bodegas Marco Real 2010. Fruta roja limpísima, aromático, pero serio. No es un «rosadito», aunque es un vino divertido y bebible, con una punta de acidez final e incluso un agradable y leve amargor que lo hace un señor vino para todos los públicos.
- Rosado Ilagares, más floral que el anterior y con menos complejidad aromática. En boca es una explosión de fresas «Es un niño embaucador del que nos hacen gracia sus travesuras y monerías«, dice la Presidenta del Consejo
- Odipus 2008 Viña vieja de garnacha de Ribera Baja. Cultivo de secano. Producciones «homeopáticas» con 8 meses de barrica. Color picota. Aroma licoroso con madera notable, sabrosísima y con cierta acidez que marca el año frío.
Aprovecha este año la presidenta la ocasión, para contarnos que cuando las temperaturas son muy bajas hay veces que la flor de la garnacha no cuaja, la polinización es mínima, la viña “se corre” y se pierde la producción.
- El Chaparral 2009 Es garnacha atlántica. Un vino muy joven cereza, mermelada casera con toques metálicos. Una base de «tanino de pana», dice Pilar García Granero, para distinguirlo de los otros dos estados del tanino en el vino (Seda y Lija). Me gusta esta clasificación porque hay veces que la astringencia no es una ni otra cosa.
- La Dama 2008. Elisa Úcar en el estrado, junto a su marido Enrique Basarte, presente en la cata, son pioneros de la vinificación en tinto de las garnachas. Su vino, proveniente de parcelas en San Martín de Unx, se presenta con tonos morados y azulados. Frambuesa, y mora, ligereza y sabrosura, en un vino con una estructura más que correcta y sin duda enriquecido con la ilusión de los bodegueros en su elaboración. Tendremos que seguir a esta bodega.
- Santa Cruz de Artazu 2007. Muy buena añada. Una nariz compleja con especias y cedro y toques de violetas, pero muy elegante en boca. En su elaboración intervienen tinas de 5000 y barricas de 250 y 300 litros, haciendo un total de 12 meses. Otro gran garnacho muy frutal. También por encima del 9/10
Grandes Vinos Españoles de menos de 10 euros
Bajo el este título Makro (Grupo Metro) escondía algo mucho más complejo: el negocio del vino en un «Cash & Carry» o Supermercado Mayorista. Para empezar, un establecimiento de este tipo no vende a consumidores finales, sino al canal Horeca, más delicado y necesario de más nivel de conocimiento en el vendedor. A su vez, el objetivo no es simplemente el tener productos que tengan una buena relación calidad-precio, sino que para un hostelero la relación perfecta de un producto debe ser rentabilidad-calidad-precio.
Hace más de cuatro años que la Dirección, tuvo la visionaria idea de potenciar las secciones de vinos de sus tiendas, cosa que les está permitiendo crecer en ventas mientras todo el mundo baja. Para ello se empezó contratando al experto sumiller de Zalacaín D. Custodio López Zamarra, como responsable de un Comité de Cata, también formado por Marta Modrego, responsable de Compras y Juan Manuel Terceño, cabeza visible y «alma mater» de los sumilleres. A continuación, se proveyó a cada tienda a un sumiller especialista para cumplir la misión de aconsejar al hostelero y a su vez ejercer de receptores de las demandas de su centro en particular, transmitiéndolos posteriormente al Grupo de Cata.
El citado grupo de cata es el encargado, en contacto con enólogos de Bodegas, de diseñar o elegir los vinos de marca blanca que van a cubrir las anteriores demandas. Cada dos meses, son sometidos a examen por el Grupo español y por los compañeros del Grupo Metro en Europa, que han añadido los vinos elegidos por los primeros a su portfolio.
En esta ocasión fueron presentados por la Sumiller de Makro Alicate, Andrea Alonso (Nariz de Oro 2010) los siguientes cinco vinos por debajo de los 7 euros:
- Señorío Real Sauvignon Blanc (D.O. Rueda) Una nariz muy atractiva que al principio se adivina como propia de levaduras aromáticas, pero que pasados unos minutos de aireación muestra la varietal claramente. Un vino redondo y muy bien elaborado, glicérido y de buena intensidad. 2,85 euros que son un chollo, sin lugar a dudas.
- Batuta, tinto joven (V.T. de Castilla) Vino muy frutal, floral y medio en boca, correcto, pero con la acidez un poco descompensada. Unos meses de botella integrarán todo. Recomendable desde un punto de vista gastronómico.
- EIRO Roble (V.T. de Castilla y León) Con este vino, la bodega Vetus (Izadi, Villacreces) elabora un «tinta de toro, afinado con syrah». Mucha fruta negra y trazas de la madera en la que ha estado contenido. Otra vez la acidez descompensada que dentro de un tiempo, e incluso ahora, hará de este vino un perfecto acompañante en la mesa.
- Rama Corta Crianza (D.O. La Mancha) Los elaboradores de los vinos «AllozO» hacen este crianza más que correcto que se me antoja como un polivalente en la mesa. Tiene el peso en boca suficiente para aguantar carnes rojas, pero también la ligereza que hace posible pueda acompañar sin problemas a un arroz o a carne blanca. Por debajo de los 5 euros el vino tiene de todo.
- Camino de Castilla Reserva (D.O. Ribera del Duero) El vino más serio de la cata y que supera los 6 euros es un Ribera del Duero de libro, apareciendo en nariz las notas balsámicas aportadas por la madera. Aunque puede guardarse un par de años en los que se afinará en botella, el tanino y la fruta están ya en sazón para poder consumirse. Un vino muy agradable.
Como resumen, todos los vinos son de beber fácil, claramente producto del buen diseño de los sumilleres de Makro y carne de Hostelería, la cuál nunca fallará ofreciendo estos vinos a sus clientes.
Posteriormente tuvieron lugar dos catas, destacando la cata vertical de Mas La Plana (Bodegas Torres), en la que pudimos probar seis de sus vinos -con más pena que gloria, por su estado de conservación-, desde el año 1971, hasta la actualidad. Los mejores las últimas añadas y alguno imbebible…