Si de algo puede morir la recién nacida Enofusión, es de éxito. La Organización, por momentos, se vió desbordada ante la monstruosa demanda que existía para esta cata en V de uno de los Grandes de Jerez: González Byass. La profesionalidad del equipo salvó la situación, con no pocos sudor y lágrimas. En ella se presentaba sociedad el mundialmente conocido fino «Tío Pepe». El mismo que varias generaciones han bebido y pueden beber, pero esta vez directamente sacado de la barrica.
Extraído abruptamente de la mejor bota en plena primavera, cuando la levadura en flor que lo protege del oxígeno está en plena explosión, se embotella. Sin ninguna otra manipulación. Su gran enólogo Antonio Flores lo define como «El tiempo detenido en la bodega, silencio, sutiles aromas a flor, roble, albero, el mar cercano, la primavera inminente. La vida venenciada en una copa, luz, color sabor. Tío Pepe en Rama«.
Imbuido en animada conversación con el inquieto y enamorado de los jereces Brand Ambassador de Tío Pepe, José Argudo, me comenta que han querido sacar una instantánea del vino en su mejor momento. Una «foto-finish» que espera se repita a partir de ahora todas las primaveras. Sólo 75 cajas conmemorando el 75º aniversario del Tío Pepe.
Pero mejor, vayamos a la cata en sí. Es una cata en V porque comienza con una fase vertical en la que se van desgranando las diferentes etapas de la crianza biológica (con velo en flor), y una segunda fase horizontal, llamémosla oxidativa, en la que se presentaban dos nuevos palos cortados: uno de añada y otro de solera.
Comenzamos la cata con un Mosto yema, que es el vino blanco producto de la palomino antes de comenzar su crianza (tipo Castillo de San Diego de Barbadillo). En este caso es un vino frutal, «blando», amable, con toques de manzana y algo de juguetón carbónico que, aún sin verse, se nota claro en boca. Magnífico dentro de su sencillez. Por primera vez se han embotellado unas cuantas botellas con objeto de comercializarlo.
Continuamos con un «Tio Pepe 3ª criadera«. En este caso catamos un estadio intermedio del Tio Pepe. Un fino «a medio hacer». El anterior mosto, ya encabezado a 15 grados, comienza a adquirir junto a la fruta los aromas característicos a acetaldehído de los jereces. Ya se muestra salino y posee un toque de frutos secos propios de la variedad palomino fino.
Tio Pepe en Rama. La estrella a priori de la cata, de un amarillo pálido, muestra una cierta opalescencia que no es sino la turbidez de las levaduras en suspensión. Un importador británico comentaba que como consejo de consumo en la botella se podría poner un «Agitar antes de beber«.
Crianza biológica pura «de alta expresión» en la copa. Notas de panadería acompañadas por aromas a frutos secos, sabor limpio y sequísimo. Mucho más que un Tío Pepe y con un componente emocionante, sabiendo que lo que nos estábamos bebiendo era un momento, una foto, en el tiempo del vino. Se recomienda consumir como máximo a los tres meses de su embotellado, y lo antes posible una vez abierta la botella, tipo LBV de Oporto.
Amontillado Viña AB 3ª criadera
Con este vino llegan a la mesa de cata los preciosos tonos ámbar, llegan las avellanas y almendras sin estridencias. De forma elegante, se despliegan los aromas de levadura y las trazas de madera noble. Todavía un poco desestructurado pero avanzando las formas de su hermano mayor.
Amontillado Viña AB
El AB terminado con sus aromas punzantes. Disminuyen un poco los aromas de crianza biológica, se incrementan los de frutos secos y en boca aparece un todo como conjunto perfectamente ensamblado.
Del Duque Amontillado VORS
La tonalidad ambarina del AB se oscurece en este vino con crianza superior a los 30 años. No existen los picos de otros vinos viejos de Jerez, aromas a iglesia antigua debajo de frutos secos tostados y, sobre todo ello, una redondez impecable. Un gran “Very Old Rare Solera” Amontillado.
Añada 1982 Vintage Sherry
Hace su puesta de largo en Madrid esta nueva añada de palo cortado, un vino entendible debido a su amabilidad en boca, pero que se deja explorar por gente más curtida. Gran profundidad con notas de cáscara de naranja y pimienta roja. Amoroso, intenso y larguísimo de la forma que sólo un gran Jerez puede serlo.
Leonor
Otra novedad de la bodega Jerezana, y con esta van tres. Ámbar con tonos dorados y ribete ocre dice la Bodega y doy fe de que tiene razón. Otro palo cortado amable y serio. Profundo y de paso ligero en boca. Ying y Yang en un mismo vino. Gran Palo cortado
Felicitar a la Bodega por lo impecable y el alto nivel de la cata, a José Argudo por su pasión, su conocimiento y su saber hacer comercial y al quizá el enólogo más dogmático del Marco: Antonio Flores, maestro del vino y de la comunicación.