Sin lugar a dudas, el aceite, nuestro «oro líquido» es una de las señas de identidad de la gastronomía española. Muchos extranjeros vuelven a sus hogares absolutamente asombrados del uso diario que le damos especialmente al AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), un producto que, en sus respectivos países, suele ser de raro uso, ya sea tanto por considerarse un producto de precio prohibitivo, como por su poca costumbre y tradición gastronómica a este respecto. Una vez más, el clima vuelve a establecer las diferencias en los bienes gastronómicos de los que disfrutamos en España en comparación con otras partes del mundo. Y nuestro clima y el AOVE son extremadamente afines.
Pero esta tradición y este uso común del AOVE no significa que no cometamos muchos errores en su uso. En ocasiones, la abundancia hace que caigamos en errores que en otros lugares, en donde su uso no es tan habitual, no caerían. Os mostramos 5 errores comunes en el uso del aceite de oliva virgen extra que harán que puedas exprimir al 100% los inmensos beneficios de uno de nuestros productos estrella:
1- No reutilizar el Aceite de Oliva Virgen extra para freír
Primer error. Existe una creencia generalizada de que este aceite no es reutilizable para los fritos cuando, en realidad, es todo lo contrario. El AOVE resiste mejor el proceso de fritura que otros aceites, tanto de oliva refinado como vegetales, ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes, que se van eliminando en cada fritura hasta que se queman por completo. El resto de aceites, al no poseer estos nutrientes, se queman mucho antes y resisten mucho menos el proceso de fritura. Así que ya sabéis, ni se os ocurra tirar el AOVE tras usarlo para un frito. Coladlo y resérvalo para el siguiente.
2- Errores de almacenamiento
En ocasiones, cuando vamos a comprar al supermercado, nos dejamos seducir por ofertas que quizás no sean del todo prácticas, como puede ser una garrafa de cinco litros de Aceite de Oliva Virgen Extra. Es cierto que podemos ahorrar dinero al adquirirla, pero este tipo de envases están destinados a aquellos con un consumo muy grande de AOVE cosa que, por lo general, en un hogar tipo no sucede. De todos modos, el problema de comprar estos envases grandes se dan sobre todo a la hora de almacenarlos, ya que muchas veces caemos en errores que hacen que el AOVE pierda propiedades e incluso pueda deteriorarse, al no encontrarse en las condiciones óptimas para su conservación. Consejos: el recipiente siempre debe estar bien cerrado, nunca en lugares soleados ni demasiado calurosos y evitar guardarlo cerca de elementos de olor fuerte, ya que pierde aroma y nutrientes.
3- Los Aceites de Oliva Virgen Extra son todos iguales
Otro gran error. Es básicamente como decir que el bacalao y la sardina son iguales, o que es lo mismo comer solomillo que lomo. Cada variedad de AOVE es diferente, y en ello influye tanto el tipo de oliva del que se extrae como otros factores, que influyen de forma decisiva en su sabor: el clima, el suelo del olivar donde esté cultivado, así como las diferentes atenciones que haya recibido durante su crecimiento, la maduración de la aceituna en el momento de su recogida o la bodega productora y sus diferentes técnicas a la hora de extraer el aceite. En España, las cuatro variedades más populares de aceituna son: Picual, Hojiblanca, Arbequina y Cornicabra.
4- Definir el sabor del Aceite de Oliva Virgen Extra por su etiquetado
No es correcto hacerlo. En contra de lo que pueda parecer, si intentamos definir el sabor del AOVE en función de ciertos elementos que encontraremos en la etiqueta de la botella nos equivocaremos, ya que el grado de acidez que aparece en el etiquetado es el valor de un componente químico natural, algo que en ningún caso aporta ni sabor ni olor, únicamente sirve para indicar la calidad y la salud de las aceitunas de las que está compuesto. Cuanto menos grado de acidez tenga un aceite, de mayor calidad será el AOVE.
5- Dejar la botella de Aceite de Oliva Virgen Extra abierta
Un gesto muy común que debemos evitar es dejar la botella abierta durante su uso por comodidad y pensando que no supone ningún problema el hacerlo. Debemos saber que cuando dejamos la botella abierta, por ejemplo, en la mesa mientras comemos, el AOVE pierde aroma y sabor, y empieza a oxidarse al entrar en contacto directo con el aire, así que es importante abrir la botella únicamente durante su uso y cerrarla posteriormente, para mantenerlo en buenas condiciones.
Fuente: Palacio de los Olivos