Si estás buscando dónde pasar unos días de vacaciones y desconexión total, sigue leyendo porque el turismo rural en La Rioja te ofrece planes de lo más variado por todas sus comarcas. La oferta de alojamientos en plena naturaleza se adapta a todos los gustos y necesidades. Cuenta con una gran cantidad de casas rurales de alquiler completo, pero también pequeños hoteles llenos de encanto en pueblos serranos. Y desde allí te organizan actividades al aire libre, rutas culturales, visita a bodegas, deportes… y con todas las garantías de sanidad.
EZCARAY Y EL VALLE DEL OJA
Siempre apetece volver Ezcaray. La buena gastronomía ha colocado a esta preciosa villa del valle del río Oja (que da nombre a la provincia, Rioja) en el mapa de los viajeros gourmets. El hotel Echaurren es mítico. Allí, la familia Paniego tiene todo a punto para recibirnos en el restaurante Echaurren Tradición, recién remodelado, en El Portal (con las creaciones de autor de Francis Paniego y sus dos estrellas Michelin), y en El Cuartito, que se traslada a La Arboleda del Sur durante los meses de verano para comer al aire libre. Nadie se resiste a probar las archiconocidas croquetas de Marisa, la madre de la saga, y tantas recetas más.

El tapeo en las terrazas de los bares de Ezcaray acompañado de un vino Rioja es otro ritual imprescindible: por la plaza de la Verdura, la de Conde Torremúzquiz con su precioso quiosco de música, Sagastia, Carnicerías o Arzobispo Barroeta. Y hablando de tapas, ¡qué buenos están los huevos escalfados de Casa Masip! La receta de la matriarca, Vicenta, sigue siendo una delicia que no hay que perderse. Pedro Masip te recomendará también las ‘alegrías’ o los pimientos rellenos, su tapa preferida. Cuenta con bar de tapas y hotel-restaurante con una acogedora terraza en el patio, junto a la plaza de la Verdura.

Pero como no todo va a ser comer, ¿qué tal si organizas una ruta de senderismo o paseos en bicicleta por la zona? Puedes hacerlo por tu cuenta o pedir ‘ayuda’ a un guía de montaña experto, como DaniTGuía. Las rutas más sencillas nos llevan a conocer las ermitas de la zona, como la de Santa Bárbara, que data del siglo XVIII. Desde allí se divisa todo el pueblo y la sierra de la Demanada. La ermita de Allende es la de la patrona del pueblo, la Virgen de Allende. Está muy cerca del río Oja, en un paraje tranquilo. También se pueden hacer rutas en bicicleta de montaña, incluso llegar hasta el pico más alto, el de San Lorenzo (2.260m), los más preparados, o elegir algo más relajado como la Vía Verde del Oja que une Ezcaray con Santo Domingo de la Calzada, en un primer tramo (llega hasta Casalarreina y Haro) y parte de la antigua estación de tren, junto al río, hoy reconvertida en restaurante.
Y para dormir…

La Asociación de Hoteles Ezcaray incluye el Echaurren Hotel Gastronómico, con 21 habitaciones dobles y 3 suites. Casa Masip dispone de 12 habitaciones. Palacio Azcárate es un palacete cargado de historia que te relatará su directora, Zenaida Serrano, y propone dos tipos de alojamientos: habitaciones, en el hotel, y apartamentos (admite mascotas). Te impresionará el magnífico ejemplar de cedro centenario que preside su jardín. Los Apartamentos Turísticos Ezcaray, frente a la iglesia de Santa María la Mayor, ocupan un moderno edificio de arquitectura tradicional y cuidada decoración inaugurados en 2017 y con capacidad para 2 a 6 personas, algunos dúplex. Dispone de wifi gratuito en todo el edificio y cafetería para los desayunos, con repostería casera, tostar y bocadillos. En el cercano pueblo de Valgañón está el coqueto Hotel Pura Vida. Y en Zaldierna, un pueblecito de cuento, también es muy recomendable Casa Zaldierna, que combina alojamiento tranquilo con la cocina de Antonio Pérez y su mujer Pilar Juanes.
Paseos por la sierra

La tierra de los Cameros, el Nuevo y el Viejo, y la Sierra de Cebollera, nos muestran el rostro más natural de La Rioja, con un paisaje de ríos, cascadas, valles y montes, bosques de hayas y pinos y pequeños pueblecitos donde vas a disfrutar del turismo rural más genuino… ¡y a tus anchas!
En Camero Viejo hay que hacer parada en el impresionante cañón del Río Leza, un desfiladero de siete kilómetros al que se llega desde Soto en Cameros, pueblo conocido por sus famosos ‘mazapanes de Soto’ y ahora también por sus trufas. Pasaremos también por San Román y Laguna de Cameros antes de cambiar de valle.
Torrecilla en Cameros, es el centro de la comarca y actúa casi de capital del Camero Nuevo. De su esplendoroso pasado quedan muestras en algunos palacetes y casas solariegas, y la vida e historia de sus hijos más ilustres, como fue Sagasta y todos los vecinos que tuvieron que salir de su tierra y a los que se rinde homenaje en el Centro de La Emigración Riojana.

El Rasillo es de los pueblos más turísticos (aspira a ser Capital de Turismo Rural 2020) de La Rioja gracias a la vida que ofrece el embalse de González Lacasa, donde se pueden practicar multitud de actividades que se organizan en el Club Náutico El Rasillo: piraguas, padel surf, vela, rutas en 4×4… Para los que disfrutan del senderismo, por el Rasillo discurre el Gr-93, un sendero de Gran Recorrido y nos permite conocer la comarca del río Iregua en su parte más alta y llegar hasta Ortigosa, donde se encuentran las famosas cuevas con galerías como la gruta de la Paz, que cuenta con 236 metros de largo. Un plan perfecto para ir con niños y que vean las curiosas formas que dibujan las estalactitas, estalagmitas, columnas y otras formaciones calizas.

La gastronomía de la zona se centra en la cocina riojana y productos tradicionales como son los embutidos y el queso camerano. La situación de la sierra de Cameros, a más de 1.100 m de altitud, y su clima frío y seco es perfecto para curar bien los jamones, chorizos y resto de cecinas. Algunas fábricas de embutidos y patés, como Peña Seto en Torrecilla, o Robledillo, en Ortigosa, abren sus puertas para dar a conocer sus productos artesanos. Así que es el momento de comprar un buen chorizo picante para preparar en casa las típicas patatas a la riojana, o algún paté con trufa o setas o al vino de Rioja.
Villoslada de Cameros es un buen ejemplo de pueblo serrano. Su dedicación forestal, ganadera y textil ha configurado su traza urbana, llegó a tener más de una treintena de telares de lana merina y aún pueden verse las ruinas de la Real Fábrica de Telas. Villoslada es la puerta de entrada del Parque Natural Sierra de Cebollera, y aquí se encuentra el Centro de Interpretación donde se puede recoger toda la información para seguir las rutas por la sierra. Hay muchas, pero la más popular y fácil de seguir por todos los visitantes es la que discurre por las cascadas de Puente Ra, una ruta circular de 6,6 km con el agua como protagonista brotando en medio del bosque de hayas.
Y para dormir…

Villa Liquidámbar es una casona típica de labranza de principios del siglo XIX, situada en Torrecilla en Cameros, a poco más de 20 km de la capital riojana, Logroño. La casa rural se divide en dos casas, dos estancias diferentes: Villa Liquidámbar I: (capacidad de 6 a 12 personas). Alquiler completo. La casa ideal para familias y grupos de amigos. El Rasillo cuenta con una buena oferta de casas rurales, muy bien equipadas, algunas pegadas al agua del embalse, como Los Pinos, La Vereda del Pastor, Entrebosques, El Olmo, Casa Mabe, Bosque Azul. En Villoslada de Cameros tienes casas y hoteles rurales dentro del pueblo, como La Posada Hoyos de Iregua, regentada por uno de los vecinos que ha vuelto de hacer ‘las Américas’, Juanjo. Este hotelito ocupa el antiguo edificio de Correos del pueblo y su intención es convertirse en 100% ecológico. De momento, dispone de calefacción y agua caliente con calderas de pellet, iluminación LED, muebles de madera con certificado ecológico y productos de baño y lavandería también ecológicos. En la plata alta está el restaurante Jazz, abierto para todo el público.
La ruta de los dinosaurios

Hace más de 100 millones de años de años, La Rioja estaba llena de dinosaurios… y ahora hasta nos podemos dar un baño refrescante rodeados de las huellas y huesos de estos grandes depredadores. Enciso es el epicentro de la ruta paleontológica, la conocida como Ruta de los Dinosaurios. Aquí se encuentra el Yacimiento de la Virgen del Campo, donde quedan rastros del encuentro entre dos dinosaurios en una acción de caza y se ha reproducido con dos grandes saurios. Muy cerca llegamos a otro punto clave: el Yacimiento de Valdecillo, donde además de las huellas del primer terópodo (carnívoro bípedo) descubierto en la zona, se puede contemplar la reproducción a tamaño real de un Tiranosurio Rex que dejará a todos boquiabiertos. Hay muchas más pistas que seguir: el Yacimiento del Barranco de la Canal, Senoba, Navalsaz, la Cuesta de Andorra… Pero, sin duda, donde todos los niños (y mayores) quieren ir es al Parque de Paleoaventura El Barranco Perdido. Un lugar para jugar a ser paleontólogo por un día y que ahora, en verano, abre su fabulosa piscina con gigantes huesos de dinosaurios.

Y no salimos del agua porque muy cerca se encuentra Arnedillo, el pueblo riojano más famoso por sus aguas termales. Puedes darte un baño muy relajante y reparador en las pozas, tres piscinas naturales que se encuentran en el margen del río Cidacos, de donde surge agua entre 35ºC y 50ºC. Hay duchas y el acceso es libre. Y también puedes animarte a probar las aguas en el Balneario Spa Arnedillo, que además de los tratamientos y piscinas termales tiene una divertida piscina de olas donde los más pequeños disfrutan a lo grande.

Esta zona es muy fértil y las verduras del valle del Cidacos gozan de buena fama. Al igual que el cordero chamarito, así que no dudes en probar una de las recetas más típicas de la cocina riojana como son las chuletillas asadas con pimientos. Otro producto típico, este del cercano pueblo de Arnedo (la capital del zapato), son los fardelejos. Un dulce de hojaldre relleno de pasta de almendra que tienes que probar… y llevarte de recuerdo.
Y para dormir…
En Munilla, Casa rural en La Rioja Traditio es un alojamiento muy original, una casa pegada a la montaña, literalmente, ya que verás que en algunas zonas de la planta baja asoman algunas de las betas de roca sobre las que fue levantada la casa. El mobiliario son piezas antiguas de valor, desde un arcón gótico del siglo XV a piezas de carácter etnográfico y mobiliario singular del siglo XX. Y curiosos objetos antiguos, como vasijas para trasiego del vino, teléfonos y radios.
En Arnedillo, además del hotel del propio balneario, cerca hay otros hoteles de distintas categorías. Si buscas algo más rural, Las Pedrolas es una casa solariega del año 1760 con escudo heráldico de los González en su fachada principal. Está situada en la Plaza de la villa, junto al Ayuntamiento y la Iglesia de San Servando y San Germán, a tan solo 500 metros de las pozas termales. Se puede reservar por habitaciones (dobles y dobles especiales) o alquilar la casa completa.