Ezcaray, nieve y alta gastronomía en La Rioja

El paisaje nevado rodea Ezcaray, la primera Villa Turística de La Rioja, a la que llegan esquiadores, amantes de la montaña y buenos gastrónomos. Las tapas de sus bares y la excelente cocina de Francis Paniego, con dos estrellas Michelin, ya merecen por sí solos la visita.

Alicia Hernández26/01/2017
Sierra de la DemandaSierra de la Demanda

Invierno y montaña van de la mano en La Rioja en un lugar privilegiado: la sierra de la Demanda. Te animamos a viajar hasta Ezcaray para disfrutar de la buena gastronomía, paisajes nevados y la única estación de esquí riojana: Valdezcaray.

Ezcaray es un municipio de La Rioja ubicado en la parte alta del valle del Oja, al suroeste de la comunidad. Es de esos pueblos que puede defender con argumentos el adjetivo de «con encanto», no en vano Ezcaray fue nombrada «Primera villa turística de La Rioja». Su casco viejo con los soportales, plazuelas porticadas, balcones llenos de flores y palacios como el de Torremúzquiz o el del Ángel, forman un conjunto urbano que despierta la admiración de todo el que lo visita. Uno de sus edificios monumentales es la iglesia Parroquial de Santa María la Mayor, construida en varias etapas (siglos XIV-XVI) sobre la antigua parroquia románica, de estilo gótico aragonés. Consta de una sola nave, cubierta con bóveda de crucería y medallones. Su fachada tiene aspecto de fortaleza medieval, con contrafuertes cilíndricos en sus ángulos y una gran balconada. En el interior destaca el bellísimo retablo mayor hispano-flamenco del XVI y la imaginería, en la que se mezclan elementos hispano-flamencos y renacentistas.

Plaza del Quiosco, donde discurren las fiestas de ValdezcarayPlaza del Quiosco, donde discurren las fiestas de Valdezcaray

Ezcaray tuvo una importante industria textil y otro de sus edificios emblemáticos es la Real Fábrica de Santa Bárbara, dedicada a la producción de paños y que se fundó en el año 1752. Hoy alberga el teatro, dependencias municipales y un albergue. La plaza del Conde de Torremúzquiz, más conocida como la del quiosco, es una de las estampas más típicas de Ezcaray y el lugar donde se celebran algunas de las tradiciones del pueblo, como los bailes del día de Nuestra Señora de Allende y conciertos de la banda municipal, todos los domingos desde la primavera hasta el otoño. Las casas, con entramado y soportales con columnas de piedra, forman el casco viejo y bajo ellos se van alternando bares y tiendas. En el edificio del antiguo Ayuntamiento, una de sus columnas conserva una argolla. Cuenta la leyenda que si un malhechor tocaba la Argolla del Fuero, se libraba del peso de la justicia durante un tiempo. Cerca está la plaza de la Verdura y la visita a la villa se completa contemplando los palacios del Ángel, el del Arzobispo Barroeta, la casa de los Gil de la Cuesta, el crucero de San Lázaro… La forma más cómoda de conocer Ezcaray es hacerlo en segway, sobre ruedas, en un paseo de tres horas por las calles y soportales que termina con la visita a una bodega.

El viejo telar de Mantas Ezcaray sigue en marcha. Foto: TodoEzcaray.comEl viejo telar de Mantas Ezcaray sigue en marcha. Foto: TodoEzcaray.com

Ezcaray es uno de los destinos gastronómicos más buscados en La Rioja, un lugar fantástico para ir de pinchos o reservar mesa en sus restaurantes, entre ellos el Portal del Echaurren del cocinero Francis Paniego, con dos estrellas Michelin. El calendario de eventos y fiestas siempre tiene algo interesante en cada época del año, como la Cabalgata de Reyes, en la que participa todo el pueblo y que cada año se supera, el Festival Internacional de Jazz, jornadas micológicas, fiestas de tradición medieval…  Si hay que llevarse un souvenir de Ezcaray en cualquiera de las tiendas, como en El Colmado, nos tentarán con embutidos de la zona, vinos y otras delicatessen, pero si buscamos algo típico y original, esas son las Mantas de Ezcaray. La familia Valgañón sigue fabricándolas con los mejores materiales y las artes tradicionales del lavado, teñido y cardado de la lana, una sabiduría heredada del fundador, Cecilio Valgañón, que creó la fábrica en 1930 y en su taller está instalada ahora la tienda, que conserva un viejo telar. Las mantas de mohair son las más valoradas, y es que el pelo de la cabra de Angora está considerado una de las fibras naturales más lujosas del mundo. En Mantas Ezcaray hacen también otras prendas, como bufandas, chaquetas, cojines y estolas, y sus piezas llegan a todo el mundo, desde Nueva York a Tokio, y colaboran con grandes firmas como Carolina Herrera, Hermés o Loewe.

Paseos por el valle del río OjaPaseos por el valle del río Oja

Pero Ezcaray no se acaba en el pueblo. En los alrededores nos esperan el valle del río Oja, un paseo por sus riberas, los montes, pequeñas aldeas y las ermitas de la Virgen de Allende y Santa Bárbara, patrona de los mineros. Y es que hasta finales de los años 60 del siglo pasado aquí hubo mucho trabajo en las minas de hierro, que se transportaba en el tren hasta Haro. Pero eso ya es historia, y ahora son caminantes y ciclistas los que transitan por la Vía Verde del Oja, que arranca en la antigua estación de tren, hoy convertida en bar restaurante con terraza. Se trata del camino que recorría el antiguo ferrocarril y que iba desde Ezcaray hasta Haro, aunque el tramo habilitado como vía verde recorre ahora sólo 28 km y llega hasta Casalarreina, pasando por Santo Domingo de la Calzada. Otra ruta muy fácil de hacer es El Camino de la Herradura, aunque es larga: son más de 10 km de ida y otros tantos de vuelta. Esta ruta recorre el valle de Ezcaray a lo largo del transcurso del río Oja, empieza en Ezcaray y acaba en Posadas. Para caminantes más avanzados, desde la antigua estación arranca también un tramo del GR-93 que nos lleva a través de la montaña hasta el Monasterio de San Millán de Cogolla.

Ezcaray, una gastronomía de altura

Las croquetas del EchaurrenLas croquetas del Echaurren

Ezcaray cuenta con una buena lista de restaurantes, pero también se puede comer muy bien de pinchos, y es que las barras de los bares de Ezcaray ofrecen un surtido difícil de igualar, acompañados con vinos de Rioja, por supuesto: la Berenjena con morcilla y pimientos de Padrón de El Refugio, las tapas de Ubaga, las anchoas y el Bacalao rebozado de Satorre, la Lengua de ternera o la Morcilla de Ezcaray a la riojana de Roypalos montados del Deyan, las Bravas «auténticas» o las Lechecillas de Casa Masip… y las croquetas del Echaurren, «las de Marisa», para muchos entendidos en la materia entre las mejores de España. Se pueden probar en el gastrobar E-Tapas, en el hotel gastronómico Echaurren, donde despliega todo su talento e imaginación el cocinero Francis Paniego.

Los hermanos Paniego: José Felix y FrancisLos hermanos Paniego: José Felix y Francis

En sus manos, el restaurante El Portal de Echaurren ha ganado dos estrellas Michelin. Pero quienes vayan buscando la cocina «de siempre» pueden reservar mesa en el Echaurren Tradición, donde hay que disfrutar de sus platos típicos como los caparrones (alubias rojas) en invierno, o las pochas en verano, la menestra de verduras, o sentarse de manera más informal en el Bistrot-Comilón, también con la firma del Echarren, en la calle del Fuero, donde se sirven platos a medio camino entre la tapa y el puchero, menús y medias raciones de cocina casera. Vamos, que hay oferta para todos los gustos y bolsillos…

En marzo hay un buen motivo gastronómico para acercarse a Ezcaray: apuntarse al reparto de las habas de San Benito, que reciben este nombre en recuerdo al monje que repartía las habas entre los más hambrientos de Ezcaray y sus aldeas. Alrededor del 21 de marzo los cofrades continúan la tradición preparando calderos de habas con jamón para ofrecer platos a los vecinos que se acerquen, y no son pocas, ¡el año pasado se repartieron más de 5.000 raciones!

En familia… ¡Todos a la nieve!

Estación de esquí de ValdezcarayEstación de esquí de Valdezcaray

Valdezcaray es la estación de esquí y de montaña de La Rioja. Está situada a 15 kilómetros de Ezcaray, en la Sierra de la Demanda, en la cara Norte del pico San Lorenzo (2.272 m.), dentro del Sistema Ibérico. Ha cumplido ya 40 años y ha ido creciendo y mejorando con el tiempo, convirtiéndose en una estación muy agradable y cuidada, que en la actualidad cuenta con 24 pistas y 2 itinerarios, con un total de 22,935 km. y una superficie esquiable de unas 300 hectáreas. Además de esquiar y contratar cursos de esquí y de snow, se pueden hacer paseos turísticos para los no esquiadores o cuando la nieve tarda en aparecer, como está ocurriendo en los últimos años. Y si no quieres esquiar pero sí «tocar» la nieve, tienes que probar los paseos en raquetas de nieve acompañados de guías expertos, que disponen de todo el material necesario. También puedes probar el esquí de travesía, entre pinares y hayedos, o animarte a convertirte en un esquimal por unas horas mientras aprendes a construir un iglú con tus manos, bien cubiertas eso sí. Y si tienes espíritu explorador, apúntate a las rutas para descifrar las huellas que los animales de la montaña van dejando en la nieve: zorro, corzo, garduña… o ¿será una ardilla? Si hay nieve, en Torrecilla de Cameros se organizan estas originales sendas para toda la familia.

Los vinos de La Emperatriz

Finca la EmperatrizFinca la Emperatriz

No te puedes «escapar» de La Rioja sin visitar una bodega. En invierno no descansan y hay tanto por conocer. Finca La Emperatriz, en Baños de Rioja, organiza la visita privada de un viñedo histórico desde 1878, un recorrido a través de las cepas de más de 70 años bajo unas condiciones de suelo y clima únicos en Rioja Alta. La bodega lleva este nombre por haber pertenecido a la Emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, quien hacía vinos en La Rioja en 1878. El tipo de suelo, muy pobre de canto rodado depositado por el río Oja hace miles de años, hace únicos a sus vinos, también por su situación en una de las zonas más frías de La Rioja, a 570 metros de altitud y único por la vejez de sus cepas. Tras pasar por la nave de elaboración de vinos Premium, la visita finaliza en la casa de campo, a pie de viñedo y al calor de la chimenea, donde se catan los vinos más exclusivos: Viura Cepas Viejas, Reserva, Garnacha Cepas Viejas y Terruño, acompañados con tapas, algunas cocinadas con los huevos de sus propias gallinas y chuletillas al sarmiento hechas al momento.

Y para dormir…

La oferta de alojamientos en Ezcaray y los pueblos de alrededor es muy amplia y variada. Cuenta con apartamentos turísticos con todo tipo de instalaciones y servicios, pensados para familias y grupos, como Apartamentos Ezcaray, Apartamentos Lladito, Apartamentos Alturzarra o Apartamentos La Demanda, entre otros.

Hotel Casa MasipHotel Casa Masip
  • Hotel Echaurren. Fabuloso alojamiento que pertenece a la familia Paniego, ocupa una casa centenaria situada en mitad del pueblo. El hotel cuenta con 21 habitaciones dobles y 4 júnior suites, equipadas y decoradas al detalle. Ofrece paquetes gastronómicos con la experiencia de comer, cenar y hasta cocinar en el restaurante El Portal de Echaurren, 2 estrellas Michelin.
  • Hostal Casa MasipUn acogedor hotel instalado en una casa solariega, con más de 150 años de antigüedad, que fue adquirida por la familia Masip para rehabilitarla y convertirla en un precioso hotel con 12 habitaciones que gestionan los cinco hermanos Masip. El complemento indispensable es su buen restaurante, Casa Masip, liderado por Pedro Masip. Y sus casas de alquiler en Zorraquín, El Caserío, una antigua casa pajar de principios del siglo pasado situada en la calle mayor 5, detrás del Ayuntamiento.
  • Hotel Palacio AzcárateCasona palaciega del siglo XVII en la que se han mantenido sus históricas fachadas, sus especies de árboles singulares, protegidos, en sus jardines. Dispone de 20 acogedoras habitaciones y 1 suite, y ofrece paquetes con actividades tan variadas como la gastronomía, esquí, visita a bodegas, golf…
Habitación del hotel Pura VidaHabitación del hotel Pura Vida
  • La Antigua FerreríaLo que en su día fue una antigua ferrería hoy es un hotel rural con 10 habitaciones y ubicado en una preciosa finca de 10.000 metros cuadrados. Cuenta con restaurante.
  • Hotel Pura Vida. Este hotel de diseño se encuentra a 4 kilómetros de Ezcaray, en Valgañón. Sus dueños, interioristas profesionales, han rehabilitado íntegramente el edificio en el año 2014, creando un hotel moderno, con 8 habitaciones que se distribuyen en dos plantas (tiene ascensor). El hotel es muy cómodo y muy acogedor, y en invierno se está de maravilla al lado de la chimenea. Además, dispone de terraza-bar y amplio jardín con porche.