Uno de los refranes argentinos que más gracia nos hace es aquel que dice “Sos más falso que una parrilla de madera”. Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para encontrar auténticos fiascos en la parrilla que ofrecen ciertos establecimientos.
En este artículo vamos a repasar los engaños que en ocasiones nos intentan ‘colar’ cuando ofrecen cocina a la brasa… pero sin brasa. No se trata de criticar el resultado de la cocina con estos métodos alternativos a la brasa, sino de aclarar que en ningún caso se utiliza madera o carbón como combustible para los asados y que, si se anuncia y vende como tal, estamos ante un fraude.
La parrilla de gas

Quienes las distribuyen y comercializan aseguran, no sin razón, que son mucho más limpias que las parrillas de carbón.
No tenemos nada en contra de ellas, por supuesto, más allá de que no aporten ningún aroma a la elaboración.
Lo que no se puede tolerar es que muchos establecimientos ofrezcan alimentos «a la brasa» cuando realmente los están cocinando con gas o roca volcánica.
La parrilla eléctrica

Mismo engaño, aunque esta vez la fuente de calor no proviene del gas sino de la electricidad. Quizá en el mundo de la hostelería las barbacoas eléctricas sean más utilizadas, si bien tardan más en calentarse que las primeras.
Sobra decir que, por mucho que quienes utilizan en hostelería este tipo de accesorios defiendan que hacen una cocina a la brasa, el resultado respecto a la leña o el carbón no tienen absolutamente nada que ver.
La roca volcánica
Hay establecimientos en los que utilizan la roca volcánica de las primeras parrillas directamente en los fogones de gas de la cocina. El truco es prácticamente el mismo: calientan la piedra hasta que pueden elaborar sobre ella carnes principalmente, ya que determinados pescados podrían dañarse ante una temperatura constante tan alta.
Plancha

Directamente, la desvergüenza más grande que nos hemos encontrado en algunos –no pocos, la verdad– establecimientos. Hay quien ofrece en el menú y en la carta carnes a la brasa que se cocinan directamente sobre la plancha. En este caso, ni siquiera aparecen las marcas de parrilla. De todas formas, si a tí que estás leyendo estas líneas, en alguna ocasión te ocurre que pides un plato a la brasa y descubres que no lo han cocinado en parrilla, hazles saber que te has dado cuenta. Estás en tu derecho de reclamar.
Parrilla de horno
Éste es uno de los ‘trucos’ más utilizados en los restaurantes que comercializan platos a la brasa que no lo son. Se trata de cocinar el alimento sobre la parrilla que incluye el horno para que deje en su superficie las marcas tostadas. Obviamente, el truco no es más que estético, ya que en el sabor se nota la diferencia. No obstante, hay comensales que confían y no caen en la cuenta, pagando a precio de brasa lo que no lo es.
OK a la Brasa

Desde Fuegomarket siempre hemos querido luchar contra estos fraudes. Una de las medidas que hemos tomado para marcar bien clara la línea que separa a quienes ejercen buenas prácticas en este sentido de quienes no lo hacen es el sello de calidad OK a la Brasa – Con sabor a Leña.
Se trata de un distintivo colocado a la puerta de los establecimientos que realmente cocinan con carbón, leña y maderas aromáticas, que acredita que allí se utilizan combustibles sostenibles y de la mejor calidad. Si alguna vez entras en alguno de ellos, puedes confiar en que vas a disfrutar de una auténtica cocina a la brasa.