La intervención del mejor cocinero del mundo, Ferran Adrià, ha sido una de las más seguidas del III Congreso de Mentes Brillantes en Madrid. Una cita cultural patrocinada por Pepsi, entre otras empresas, con una campaña muy activa en Redes Sociales, y que ha contado con los personajes más variopintos, pero siempre líderes de opinión, científicos y pensadores 100% creativos.
Adrià llegaba con ganas de ofrecer su opinión y su experiencia sobre la creatividad en tiempos de crisis. «Para triunfar, incluso en momentos difíciles, el negocio o el proyecto que se plantee debe ser distinto, ambicioso y global. Si aporta algo, si es diferente, funciona, no hay problema« aseguraba el líder de elBulliFoundation. De hecho, «éso es lo que he hecho en elBulli en los últimos años«. Ferran Adrià argumentaba su idea: «hay dinero en el mundo, así que financiar un gran proyecto no debe ser un problema«.
Qué es y cómo funcionará elBulli Foundation
Con esta idea dio paso a la presentación de uno de los proyectos que tiene entre manos: elBulli Foundation. «Mucha gente me pregunta, ¿dónde estará? ¿qué es? Pues está en el mismo lugar en el restaurante, en Cala Montjoi«. El edificio, diseñado por el arquitecto Geli, empezará a construirse en febrero de 2013 y se inagurará en 2014. Se dividirá en distintos espacios tipo plató para que puedan ser muy versátiles y nada monótonos, «será un centro de investigación y de experimentación para ser más eficientes en la innovación de la cocina«. Será, también, un edificio totalmente sostenible con las últimas innovaciones en este terreno porque «ha habido muchas empresas punteras en tecnología y medio ambiente que han querido colaborar con nosotros«. La maqueta podrá verse en la próxima Bienal de Venecia.
Contará con 10 ó 12 personas fijas, más 18 operativos de cocina que irán rotando y constantemente intervendrán «agitadores, distintos creadores de otras disciplinas como arquitectos, humoristas, diseñadores, fotógrafos… para que siempre haya un diálogo enriquecedor«, ha explicado Adrià.
El calendario de trabajo también lo tiene claro: «los dos primeros años abrirá siete meses y cinco serán de descanso, es un tiempo pensado para crear«, como ya se aplicaba en el restaurante, donde se trabajaban diez días seguidos y después cinco días eran para descansar y desconectar. Habrá cocina teórica y cocina práctica: «El nuevo espacio elBulli Foundation dedidará el 95% del tiempo a la creatividad y el 5% a dar de comer«.
Presentación mundial de la Bullipedia, el genoma de la cocina
Pero las novedades no pararon ahí. Adrià tenía preparado otro plato estrella: la presentación mundial de su otro gran proyecto, la Bullipedia.
La definición es compleja, se trata de un portal o una aplicación que englobará de forma ordenada la información histórica sobre la cocina, productos, elaboraciones… un genoma de la cocina «la eficiencia del orden, porque sin orden no hay éxito«. Será también una herramienta para crear, muy útil para cocineros de todo el mundo, un gran archivo creativo que acumule conocimiento, no solo sirva para consultar.
La Universidad de Barcelona es la coordinadora teórica de este proyecto, que ha contado y seguirá abierta a la colaboración de otras universidades. Lo novedoso será, también, la forma de acceder a La Bullipedia: «no será gratis, el Internet de calidad gratis no va a funcionar en el futuro«, aseguró el chef quien explicó, también, que habrá varias escalas, desde un precio para estudiantes a otro para un multinacional alimentaria.
«Bullipedia» -concluyó Adrià- «va a servir para que España siga estando en la vanguardia de la cocina».
httpv://www.youtube.com/watch?v=wYgzbqLfuVI
Encuentro con Con Mucha Gula
Tras la ponencia, Con Mucha Gula participó en un encuentro de Adrià con blogueros de gastronomía, en el que nos contó qué es para él la creatividad. «Pasión, trabajo y constancia. Con esto tienes el 90% y después, talento«. Se necesita actitud, aptitud y organización. Todo junto. «Y pasarlo bien, eso es fundamental y siempre lo digo: no busques el éxito, busca la felicidad«.
Ferran trabaja y cree en el equipo y advierte: «para que el trabajo salga bien, en la cocina hay que huir del ego creativo, es lo peor que puede haber«.
Quien conoce bien la historia de elBulli sabe que en el restaurante no se ganaba dinero, la cocina de vanguardia es I+D puro. En esta nueva etapa del cocinero, una vez cerrado elBulli, lo primero que quiere aclarar es el concepto de elBulli Foundation: «elBulli ya es de todos, se va a regalar con el archivo y tiene un acuerdo con el Gobierno de la Generalitat para que así sea. Lo que pretendemos ahora es conseguir que haya fondos, con diversas acciones que financien y mantengan la Fundación«.
Un ejemplo de esas acciones será, por ejemplo, la subasta de la bodega (10.000 botellas) de elBulli, «con las botellas firmadas por Juli Soler y por mí, que hará Sotheby’s en abril de 2013«. No se va a comprar el valor enológico sino el significado emocional de esas botellas.
La Fundación piensa ser un lugar «abierto al público, pero con una selección, en muchos casos será una auténtica lotería porque las peticiones son enormes y la capacidad de atenderlas muy limitada, así que los cocineros, colegios o expertos que quieras venir muchas veces se eligirán por sorteo«, adelantó Adrià.
Pero sin duda, la gran fuente de ingresos será La Bullipedia. «El final de Bullipedia es un curso, un master para expertos en cocina que podrán ir seleccionando el nivel y de él dependerá, también, el precio. Si hay 10 millones de cocineros que quieren venir a elBulli, les ofrecemos el curso a través de Bullipedia, y en el nivel alto me verán a mí, yo dirigiré ese curso, habrá debates más que información en ese último escalón de Bullipedia«.
Se le vé entusiasmado, cuenta los detalles de todos estos planes cargado de pasión, como todo lo que hace, y parece que no echa de menos su restaurante, elBulli, «es que durante 30 años he estado en el sitio soñado en mi vida, pero ahora creo que el proyecto va a ser tan satisfactorio o más«.
Ferran Adrià afronta esta nueva etapa de su vida profesional y personal con un sabor amargo, la reciente enfermedad de Juli Soler, su socio, su amigo, «estamos muy tristes porque este era un proyecto de dos personas y se nos cayó el mundo encima. Éramos como un matrimonio, pasamos 30 años juntos, todo el día, y ahora vamos a hacerlo lo mejor posible para que él esté orgulloso de nosotros, aunque no pueda ser todo lo consciente que nos gustaría, hay que hacer un buen trabajo por él«.