Todos han querido estar con Ferran Adriá en su primera presentación en público en Madrid tras ser por cuarto año consecutivo el mejor cocinero del mundo (cinco veces en total), una noticia de la que nos hicimos eco desde esta revista. Desde el Presidente de la Academia de Gastronomía española, Rafael Ansón, hasta el fundador de Madrid Fusión, José Carlos Capel y multitud de periodistas, todos asistimos gozosos al encuentro del más grande (una expresión un poco folclórica) , y es que aunque los periodistas que nos dedicamos a esto de la gastronomía recibimos multitud de invitaciones para todo tipo de actos, es cierto que rara vez asistimos a alguno de verdadera importancia como el acontecido el miercoles 29 de abril en la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid, durante la presentación del libro «COMIDA PARA PENSAR, PENSAR SOBRE EL COMER».
Ferrán ha sobrepasado el umbral del mejor y esta en «otro lugar», ese donde sólo llegan los genios: se ha convertido en un universo, en una inspiración y, porqué no decirlo, en una alegría para los españoles, de las que no estamos muy sobrados en los últimos tiempos, con tanta visión apocaliptica.
Al acto asistio Richard Hamiltón, asi como Adolf Todó, director general de Caixa Catalunya y el editor de Actar. En la intervención, que casi se convirtió en una conferencia sobre arte y gastronomía, Hamilton reconoció ser uno de los clientes más veteranos y fieles de Ferran, así como ver en su cocina algo más que comida, sin embargo no se atrevió a comparar al cocinero con un artista en concreto -pregunta que le hice-, ni a hacer paralelismo alguno sobre una posible comparativa entre el mundo del arte y la gastronomía -pregunta que le hizo una compañera de EFE-, diciéndolo con respeto porque el talento de Hamilton es indiscutible: se iba por las ramas, y en algunos momentos incluso desvariaba un poquito. Sin embargo, allí estaba Ferran para dejar muy claro que la cocina se ha convertido en una importante expresión artistica porque comunica emociones, hizo además un pequeño repaso sobre su experiencia en Alimenta y como solucionó su participación en esta importantísima feria quinquenal de arte. Lo hizo por el sistema más fácil pero a la vez más dificil de decidir: cocinando.
También habló Ferran sobre lo que había significado para él la realización del libro, hasta la portada de Matt Groening y la realización de Richard Hamiltón y Vicente Todolí, «Al principio todo eran propuestas, pero según se lo iba consultando a personas tan cercanas a mí como Richard o Vicente, iban involucrándose en el proyecto, cuando le pedimos a Groening, que había venido al restaurante y me había enviado un dibujo semanas después, que nos permitiera ponerle en la portada del libro, pensé que se iba a negar, pero no fue así, accedió encantado, y todos lo han hecho de forma desinteresada» -dijo el cocinero, emocionado, agradecido y, como siempre, enormemente lúcido.
En el libro ha colaborado también Marta Arzak, que trabaja en el Museo Guggenheim de Bilbao, y que iba acompañada de su hermana la cocinera Elena Arzak que, aunque lo niega, hace unas magníficas fotografías, algunas de las cuales ilustran este artículo.
Hubo un cóctel a cargo de Paco Roncero, cocinero del Restaurante la Terraza del Casino y discípulo de Ferrán, al que no pude asistir pero que parecía de nivel, la ocasión lo merecía…