Pocas mesas y un comedor acogedor con cocina vista es el entorno de Fishka en el que podemos probar los platos de este restaurante liderado por el chef argentino Matthias Fusi, que realiza una cocina dificilmente etiquetable.
Nombre: Fishka
Dirección: Suero de Quiñones, 32 (Madrid)
Teléfono: 915 192 572
Página Web: www.fishka.es
Tipo de cocina: Cocina creativa con especialidad en algunos productos rusos como el esturión o el caviar.
Entorno: Comedor acogedor con mucha luz y cocina vista
Servicio: Atento y correcto
Accesibilidad: Buena
Ambiente: Parejas, ejecutivos de empresas y aficionados a la gastronomía
Aparcacoches: No
Precio: 35-45 euros, muy buena relación calidad-precio
Fecha visita: Miércoles, 13 de marzo de 2013, almuerzo
Cocina:
Comenzamos con unos aperitivos que contienen una Cazuelita de sopa siberiana de esturión exquisita y muy reconfortante, además de una Mini ensaladilla Oliver, muy cremosa y elegante. Seguimos con una Ensalada con pato curado y membrillo, naranjas y berros (12 euros), buena combinación de elementos, muy equilibrado.
A continuación probamos las Sardinas marinadas con tomate, cítrico y oliva (11 euros), mucho sabor, buena textura del pescado. Continuamos con con un Foie de excelente calidad y sabor, en composición equilibrada.
S
eguidamente el chef nos sorprende con Vieira purde de chirivias, clementina, rúcula y aceite de guindilla (13 euros), combinación atrevida de elementos que funciona como sorprendente explosión de sabor. Seguimos con una de las especialidades del local, el Esturión a la parrilla, que resulta exquisito, con su punto graso justo, bien hecho… con todos los matices marinos que tiene este pescado: una delicia.
Y después llegamos al Cordero Grechka, que lleva tomates cherry, chalotas glaseadas y salsa de menta (18 euros). Muy buen conjunto, riquísimo y muy bien integrado, con un toque algo oriental, y la carne algo hecha de más. Un plato original y contundente.
Terminamos con dos postres: un Baba remojado en licor de ciruelas, acompañado de helado de requesón ruso (7 euros) y una Paulova (merengue) acompañada de crema de frambuesa (6 euros). Ambos con su contenido dulce justo, equilibrados y bien estructurados.
Tomamos vino por copas (2,5 euros cada una), te dan a elegir entre dos blancos y dos tintos.
Observaciones:
Se debe reservar antes de ir, especialmente los fines de semana. Hay menús para grupos desde 35 euros.
Calificación:
Cada vez nos cuesta más, a quienes nos dedicamos a la gastronomía, sorprendernos cuando visitamos un restaurante. Y es precisamente en la sorpresa donde se encuentra la experiencia gastronómica que diferencia el mero acto de comer con el de disfrutar. Matthias Fusi, el chef, a pesar de su juventud ha estado en varios de los mejores restaurantes europeos, entre los últimos Sergi Arola y la Terraza del Casino. Domina la técnica pero, además, tiene gusto e imaginación. Sus platos estan llenos de vitalidad, de intención, de sabor, y encima son saludables: te sientan bien. Utiliza mucho las verduras y los pescados, que trabaja con maestría, pero también domina la cuchara, algo que se agradece. Sorprendente es también el nivel de los platos dulces. Algo lento el ritmo de servicio, la sala precisa de ajustes. En definitiva, se trata de un restaurante innovador por sus productos y combinaciones, y una cocina sabrosa por la capacidad que tiene el chef de combinar los elementos, potenciándolos. Es como te imaginas que sería la cocina de los grandes cuando comienzan, una cocina que muchos después echamos de menos en ellos, y que ahora, todavía se puede disfrutar en Fishka.