Francisco López Canís: «Hemos sido los impulsores de la comunicación entre los cocineros»

En la presentación del nº 500 de la revista Club de Gourmets, pionera de las publicaciones gastronómicas en España, hablamos con su presidente y fundador sobre sus inicios, proyectos futuros y de cómo ha evolucionado el mundo de la gastronomía en nuestro país.

Redacción📷 Yolanda Cardo13/12/2017

 

En el año 1972, Francisco López Cañís editaba junto a un socio una revista de coches y, debido al encarecimiento del papel, tuvieron que dejar de hacerlo. Entonces, y como a ambos les gustaba el mundo editorial además de comer, leer y viajar, pensaron que podría ser interesante hacer una revista gastronómica que interesaría más.  Se puede decir, entonces, que el  Club de Gourmets surge de un fracaso que, con 500 números de su revista, terminó siendo un éxito absoluto.

«Nos dimos cuenta de que no había comunicación entre los cocineros y otros profesionales» -nos dice López Cañís- «y se nos ocurrió hacer la primera mesa redonda en diciembre del 76. Invitamos a Paul Bocuse, un cocinero legendario, y también a Raymond Oliver, que fue el primer cocinero que tuvo un programa fijo en la televisión francesa». A esta primera mesa redonda vinieron Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, y entonces allí lo que se planteó es que no se podía seguir así, con esa incomunicación.

Arzak y Subijana consiguen que Bocuse los reciba durante dos semanas en su restaurante de Lyon y empiezan a hablarse entre los cocineros, a intercambiarse recetas, lo cual es normal, porque antes tenían muy desarrollado el sentido del adversario. Posteriormente acordaron, junto a el presidente de la Cofradía Vasca de Gastronomía, hacer la siguiente mesa redonda en San Sebastián. A esa mesa fueron entre otros cocineros, Michel Guérard y Pierre Troisgros.  El siguiente año se celebró en Sant Feliú de Guixols y la cuarta mesa redonda se celebró en Marbella. De esta forma nació el germen de los exitosos congresos, de las ferias de alimentación: con su Salón de Gourmets y una revista donde esos encuentros y otras informaciones pudieran compartirse: la revista del Club de Gourmets, que ahora cumple su 500 números.

¿Pero no pararon ahí?

Presentación del número 500 de la revista Club de GourmetsPresentación del número 500 de la revista Club de Gourmets

Como consecuencia de esa falta de comunicación entre los profesionales, pensamos que sería bueno que hubiera una guía de hoteles. Lo único que había en aquella época me parece que era la Guía Michelin y empezaba la Guía del Viajero, que ahora es la Guía Repsol. Sacamos la guía y en el 82 creamos la Guía de Vinos Gourmet y, posteriormente, creamos una empresa de servicios y lanzamos el Club de Vinos Gourmets, que actualmente cuenta con unos 6.000 socios, a los que todos los meses les hacemos una oferta de vinos que normalmente no son muy conocidos. Y paralelamente al Club de Vinos está la Alacena del Club de Gourmets, con aceites, quesos, conservas… productos siempre singulares y con escasa presencia en el mercado. Al mismo tiempo, ya en esos 10 años se había producido una explosión del mundo cocinero, pero se prestaba poca atención al producto. De ahí salió la idea del Salón de Gourmets, que tuvo una progresión excelente desde el principio y que este año cuenta con más de 1600 expositores.

¿Cuál es la clave del éxito, qué cree usted que les ha hecho fuertes?

Creo que la clave es que hemos sido fieles a la idea que teníamos desde el principio: movernos en el ámbito del producto de calidad. Entonces, como se ha producido una mayor sensibilización de la sociedad del consumidor, pues la gente come hoy como nunca se ha comido en España.

Nosotros hemos sabido aprovechar esa oportunidad y hemos ayudado a divulgar el interés por la gastronomía.

¿Cuántas personas trabajan en el grupo y cuál es su volumen de negocio?

Actualmente hay alrededor de 31 personas fijas, pero cuando se aproximan las fechas del salón puede llegar a 100, debido a las dimensiones del evento. En cuanto al volumen de negocio, hay ratios que en función del número de expositores y de visitantes lo cifran en 200 millones de euros, aproximadamente. Pero claro, luego hay un valor añadido y es que gran número de expositores y de visitantes, en torno al 50%, vienen de fuera, por lo tanto dejan ingresos en hoteles, restaurantes, tiendas, taxis, etc. Hoy en día todas las ciudades están muy interesadas en el turismo de congresos, ferias y exposiciones.

¿Qué proyectos de futuro tienen?

Francisco López Canís junto a Eva Celada, directora de Con Mucha GulaFrancisco López Canís junto a Eva Celada, directora de Con Mucha Gula

Yo creo que lo que tenemos que hacer es consolidar lo que hemos venido haciendo y, sobre todo, movernos en el ámbito del producto de calidad y tratar de informar con la mayor objetividad posible. Probablemente haya otros Salones de Gourmets fuera de Madrid y, más probablemente, fuera de España. Yo creo que es importantísimo: nosotros recibimos muchos turistas afortunadamente, sin embargo, el turista come en España prueba los productos pero luego tiene mucha dificultad para poder consumirlos en sus lugares de origen, y creo que hay una función que realizar. La idea es exportar el modelo del Salón de Gourmets a otros países de Europa o Asia, que ahora es uno de los continentes favoritos y tiene una mayor demanda de producto, sobre todo porque están conociendo una serie de productos que antes no les llegaban.

¿Cómo ha cambiado en todos estos años el mundo de la gastronomía?

Antes el problema era comer, afortunadamente ha subido el nivel de vida y ahora hay un sentimiento, un pálpito, y lo puede comprobar cualquiera. Cuando, yo por ejemplo, de vez en cuando tengo una cena, de lo único que se habla es de qué vino ha gustado más o de qué buenas conservas… Es algo que está vivo. Por otro lado, hemos tenido la suerte de contar con unos cocineros que ya son famosos a nivel mundial, y éso ha fomentado que haya mucha gente en este despertar de la cocina. Por lo tanto, nosotros lo que no podemos hacer es dormirnos en los laureles porque todo el mundo nos está mirando y se han dado cuenta de que tenemos muchos restaurantes entre los mejores del mundo. Y también tenemos calidad en los productos, contamos con una despensa excelente, así que tenemos que persistir en un afán permanente de mejora.