Editor y fundador de la revista Cocina Futuro, una publicación de referencia en el mundo de la gastronomía, Gaspar Rey nos ha dejado el pasado 14 de abril repentinamente, al parecer a causa de un infarto.
Da la impresión de que el corazón de los grandes no resiste, como le sucediera hace unos meses a otro imprescindible como lo fue Santi Santamaria. Incido en el corazón como una metáfora del espíritu de algunas personas, entre las que se encontraba Rey, porque tenía un gran corazón en todos los sentidos.
La última vez que le vi fue en una reunión con motivo de la fundación de la Asociación de la Prensa Gastronómica: todos le admirabamos, pertenecía a ese escueto grupo de periodistas (la mayoría son varones) considerados vacas sagradas de nuestra profesión, los que llevan el suficiente tiempo en esto como para tener un conocimiento amplio y profundo de la gastronomía. En aquella reunión, él se puso el abrigo y dijo: «Si vamos por ahí yo no quiero pertenecer a esta Asociación…«. También dijo más cosas que no vienen a cuento, pero lo básico es que él decía lo que pensaba, vivía con pasión cualquier momento, una pasión que le hizo mantener durante décadas una gran revista por cuya supervivencia luchaba hasta la extenuación.
También coincidí con él en algunas comidas, y su conversación era inteligente y crítica, con un sentido del humor ácido y sagaz difícil de olvidar. Hace un año le pedí que presentara un libro que había escrito junto con el chef Mario Sandoval: «Mejor comer bien que hacer dieta«. Accedió encantado e hizo una presentación maravillosa, con la profesionalidad que siempre le ha caracterizado.
Los periodistas gastronómicos hemos perdido un referente importante, un profesional impecable y una buena persona… Quizá los lectores no le conozcan pero no creo que haya un sólo profesional del medio que no lo hiciera.