Obras en la Gran Vía de Madrid

Gran Vía: 100 años de Historia

Joaquín del Palacio17/06/2010

La Gran Vía en los años 50, época en la que se llamaba Avenida de José Antonio | Ángel Vicente HernándezDurante el siglo XVIII Madrid sufrió muchos cambios en su aspecto. Empezó el siglo como una ciudad sucia, oscura e insegura… En fin, muy anticuada, casi medieval. Carlos III, inspirado por la elegancia urbana de París, promovió cambios en la estructura urbana que colocaron a la capital de España a finales del siglo a la cabeza de las europeas. Desde entonces Madrid fue creciendo y se fue extendiendo con avenidas, calles arboladas y edificios elegantes, como por ejemplo su principal ensanche, el barrio de Salamanca.

Ya a finales del siglo XIX se produjeron varios inventos que hicieron que el siguiente siglo se presentase como un siglo de modernidad, sobre todo para las poblaciones. Ahora la influencia venía del otro lado del Atlántico, sobre todo de las ciudades estadounidenses. El automóvil, la luz eléctrica, los rascacielos, el cinematógrafo, entre otros, iban a cambiar la imagen de las ciudades. Madrid, a pesar de su estatus de capital y de su población de más de medio millón de habitantes, no tenía esa avenida especial en la que lucir el esplendor de esos inventos. La modernidad incipiente pedía cambios en la urbe.

Obras en la Gran Vía de MadridEn 1910 se inician en Madrid las obras de un gran proyecto urbano. Una gran avenida que abriría el centro de la capital, un centro antiguo de calles pequeñas, para enlazar la plaza de España con la calle de Alcalá. Una gran vía que convirtió el centro caótico de la capital en un espacio moderno. Un cambio que transformaría más de 140.000 metros cuadrados, afectando a 48 calles. Se demolieron más de 300 casas y las obras perjudicaron mucho a los habitantes de la zona. No se suele hablar de ellos, ni de las casas que tuvieron que dejar para ser demolidas, ni de lo que en su día sufrirían por aquellas obras. Todo fue para dar movilidad y nueva «vida» a un centro repleto de callecitas. Se llevó a cabo un proyecto controvertido del que hoy nos sentimos orgullosos. Aún hubo otro proyecto llamado Gran Vía Diagonal que se quedó en el papel. ¿Hubiera sido mejor o peor? Depende de cómo y quién lo mire.

Después de haber desventrado el centro de la ciudad, Gran Vía se gestó en tres tramos de construcción. El primer tramo se construyó desde la calle de Alcalá a la de Montera, entre 1910 y 1915. Entre Montera y la plaza del Callao se llevó a cabo entre los años 1917 y 1922, y el último tramo, hasta enlazar con la calle de la Princesa en la plaza de España, se urbanizó de 1925 a 1929.

La Gran Vía, en una imagen actual | Daniel ViñéEsta singular arteria se divide en tres tramos en el espacio y en tres momentos en el tiempo. La vida en este espacio urbano es muy diferente según el momento del día del que se trate. Los trajes de chaqueta, los móviles y los maletines circulan deprisa por las aceras de Gran Vía en la mañanas y primeras horas de la tarde. Bancos, aseguradoras o empresas de telecomunicaciones tienen sus oficinas o sedes en esta calle, y también multitud de comercios; ellos son los protagonistas de su imagen matutina. Con la llegada de la tarde se abren los cines y los teatros, y el rápido caminar de los ejecutivos se convierte en paseo lento y ocioso. Las tardes y, sobre todo los fines de semana, las vestimentas, las miradas y hasta los modos de caminar cambian. Los objetivos de los viandantes no son los mismos si no se viven los mismos momentos del día. Por la noche, cuando los cines cierran, aún queda otra vida en Gran Vía. Las últimas horas del día o primeras, según se mire, tienen otro público, otra imagen, otras diversiones y otro modo de caminar también.

La Gran Vía ha ido cambiando junto a sus habitantes durante las últimas cinco décadas | Olmo GonzálezPor todo esto y muchas más cosas tu nombre, Gran, me recuerda que eres grande por tu origen, tu singularidad y por tu significado; Tu apellido, Vía, podría ser perfectamente un acrónimo de Vehículos, Inmuebles y Actividades, que no es más que lo que tu existencia nos ofrece y nos evoca cada vez que te nombramos.

Madrid tendría menos encanto si no tuviera una avenida tan especial. Gran Vía eres tú una calle cantada en mil canciones e historias; eres disfrutada en muchos lugares de diversión; eres trabajada en sus oficinas y comercios; eres conocida, buscada y deseada por cualquiera que alguna vez haya sabido algún detalle de tí.