La Reconquista acabó el 2 de enero de 1492 cuando los Reyes Católicos tomaron Granada. Los últimos musulmanes fieles a la dinastía nazarí resistieron hasta el final en la Alhambra, la joya de la corona en la península Ibérica. 519 años después, al mirar desde el Albaicín la imagen de este majestuoso palacio y sus jardines, el Generalife, con Sierra Nevada al fondo, sigue siendo algo más que una imagen preciosa. Es una de las mejores estampas que se puedan observar en el mundo, o quizá el mejor lugar para tener el hogar, por eso Boabdil «El Chico» lloró al tener que abandonarlo. Echó la vista atrás desde el Suspiro del Moro, de ahí el nombre, vió lo que nunca más disfrutaría y se fue. A pesar del peso de la Historia y el Arte que esta ciudad atesora, Granada es mucho más que esa postal.
En esta provincia andaluza encontraremos nieve y sol, playas y montañas, aguas de muy buena calidad tanto saladas como dulces, pueblos preciosos de costa e interior, edificos emblemáticos como castillos o palacios y viviendas actuales en cuevas, una gastronomía rica y variada, diversidad de climas, fauna y vegetación, etc. ¡Granada lo tiene todo!
El mejor sitio para disfrutar de esta provincia es su capital, por muchas razones, pero principalmente por su ubicación y por su encanto. Por ejemplo, es una maravilla pasear por ella al atardecer. Aquí el sol cada tarde no se oculta por el oeste simplemente sino que se inclina venerando una mezcla muy especial de arte y naturaleza. El mejor sitio para disfrutar de este momento mágico es desde el mirador del Albaicín. Cada día es diferente, pero en invierno es aún mejor. El sol se oculta entre las nubes y cuando el disco solar se ha perdido de vista sigue iluminando la nieve de Sierra Nevada, que con esa luz parece nieve naranja. Un poco después se enrojece, lentamente se apaga el cielo y la ciudad se ilumina con sus farolas. Poco a poco se mete la noche y aquella nieve de la sierra se vuelve más oscura hasta que aparezca nuestro satélite y la ilumine discretamente de nuevo.
Un buen rato después solamente se ve, al otro lado del río Darro, la Alhambra iluminada por la luz artificial. Ahora es el momento ideal para imaginar algunos de aquellos Cuentos de la Alhambra que Washington Irving sacara de su fantasía y plasmara en el papel. Sí, aquí hay magia.
Sin embargo, el amanecer me gusta más en la montaña, arriba del todo junto al Veleta, y en primavera más que en invierno para aprovechar y practicar algunos deportes blancos con las últimas nieves de la temporada. Practicar el esquí, el trekking por el hielo o deslizarse con un trineo por las laderas a pleno sol andaluz es toda una experiencia. ¡A quién madruga Dios le ayuda! Sí, porque la primavera es la época ideal para hacer un «blanco-azul» o un «nieve-y-sal», o sea, primero la nieve por la mañana, comer y luego por la tarde a la playa de Salobreña. El blanco de la nieve y el azul del mar Mediterráneo.
Aún más alucinante era subir al Veleta por la carretera más alta de Europa, a 3.300 m.s.n.m. que hoy en día está cerrada al tráfico, bajar por la vertiente sur hasta Capileira, llegar a la Alpujarra y beber el agua de Lanjarón. Si la subida es preciosa el descenso no tiene parangón. Mirando hacia el sur desde lo alto en días despejados se divisa, tras el azul marino, África. La roca desgarrada por los hielos de los tresmiles del Mulhacén y el Veleta da paso a la diferente vegetación que la ocupa y cambia según se desciende hasta llegar al clima subtropical de Motril.
La gastronomía de Granada es muy variada y rica, va desde el contundente plato alpujarreño potente y calórico hasta las frutas tropicales de la costa de Motril. Sin embargo, en esta provincia hay que hacer mención de dos productos que son los más solicitados por los gourmets del mundo entero: el jamón serrano y el caviar. El cerdo y el esturión unidos en Granada, que curiosamente tiene nombre de fruta. El Jamón de Trevélez está muy bueno y es muy conocido, mucho más que el caviar que se produce también en esta provincia. El que pasa por ser el pueblo más alto de península tiene un clima propicio para que la cura de los muslos más sabrosos del reino animal sea cuasiperfecta.
Durante siglos el esturión de esta zona fue uno de los más apreciados del mundo, pero en los años 70 se extinguió y pasó a ser un recuerdo que hoy solamente los más viejos del lugar recuerdan. En los ríos granadinos este pez tenía las condiciones ideales para dar unas huevas de alta calidad. Hoy se ha podido recuperar su existencia para convertirse en uno de los caviares más apreciados. Es que este producto tiene mucha relación con la naturaleza de los ríos y en esta provincia están en estado puro, por ejemplo, Lanjarón es balneario por sus excelentes aguas que se embotellan y viajan por doquier.
Granada es un lugar perfecto para descansar y poder disfrutar de los amaneceres y atardeceres que el sol le ofrece cada día a este rincón andaluz. El hotel Gran Vía Suites 44 es ideal para visitar la ciudad y los encantos de la provincia. Está muy cerca del Albaicín, el barrio tradicional granadino que es famoso por sus rincones y vistas de La Alhambra y Sierra Nevada. También está en una gran avenida con fácil acceso a las carreteras, la Gran Vía, y además tiene aparcamiento propio. Aunque lo mejor de este establecimiento es la calidad de sus habitaciones, todas son suites grandes, elegantes y silenciosas, ideales para relajarse.
Lo mejor de visitar Granada es que nunca se olvidan las estampas y los recuerdos que uno ha vivido aquí. Parece como si esta tierra tuviese el hechizo suficiente para encantarnos. Una vez dijo Francisco A. de Icaza: «Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada«.