Al escuchar ese plato en otras culturas gastronómicas del mundo resulta algo muy extraño y novedoso. Es muy curiosa la historia de este icónico plato, típicamente dominicano, pero cuyo origen es francés.
Un militar francés, que acompañaba al general Hedouville cuando éste, huyendo de las revueltas de Haití que luego condujeron a la independencia del vecino país, vinieron a parar a la parte española de la isla, lo que es hoy, la república dominicana. Dicho militar, de apellido Soulastre, fue huésped de otro francés, prófugo también quien residía en Santo Domingo y que todo tenía un cultivo de legumbres y frijoles franceses.
Soulastre fue agasajado con una mesa servida «a la francesa». A Soulastre le llamó la atención unos frijolillos que se comían tan finos y azucarados que le recordaban a Francia. También le ofrecieron una merienda de productos lácteos, también dulces con vainilla, está siendo la base de lo que son hoy las habichuelas con dulce .
Luego de la independencia de 1844, la síntesis culinaria criolla, sustituyó los frijoles o alubias franceses por habichuelas criollas. Pero resulta un dato curioso, que Soulastre describió este plato, en víspera de Semana Santa, lo que luego se volvió una costumbre, un plato que se consume generalmente para esta temporada . Esa mezcla de especias dulces como la canela , clavo dulce , habichuelas rojas o de la preferencia de quien las preparé en mi caso las hago con habichuelas blancas , camote o batata , leche evaporada , azúcar y galletas de leche, pasas , una mezcla cremosa y perfecta capaz de conquistar los paladares más exigentes y de generar identidad Dominicana a través de cada bocado