Hacienda Guzmán, un apasionante paseo por la historia del Aceite de Oliva Virgen Extra en Sevilla

A un paso de Sevilla, la Hacienda Guzmán produce aceite de oliva virgen extra desde los tiempos de Cristóbal Colón. Su propuesta de oleoturismo incluye el paseo por la Olivoteca y desde la Fundación luchan para que el paisaje olivarero andaluz sea Patrimonio de la Humanidad.

Alicia Hernández10/11/2015

Hacienda Guzmán, rodeada de olivosCuando se llega a la Hacienda Guzmán, a solo unos kilómetros de Sevilla (en La Rinconada), se atraviesa una invisible línea en el tiempo que nos lleva directos al siglo XVI. Los campos de olivos rodean este magnífico edificio blanco y albero, con sus portentosas torres que se divisan a lo lejos. Aquí, la familia Guillén elabora uno de los aceites de oliva virgen extra más extraordinarios de Andalucía.

Pero no solo eso. En Hacienda Guzmán se venera este producto y sus actividades de oleoturismo abarcan desde el conocimiento de cerca de cada uno de los procesos de elaboración del aceite al placer de pasear por su olivoteca, un museo al aire libre con más de 150 variedades de olivos vivos traídos de todo el mundo, que forman un gran jardín botánico. Desde la Fundación Juan Ramón Guillén se han marcado un objetivo por el que están luchando con ahínco: conseguir que el paisaje olivarero andaluz sea Patrimonio de la Humanidad.

La almazara del hijo de Cristóbal Colón

Almazara Museo del siglo XVIILa historia olivarera de la Hacienda Guzmán se remonta a hace más de seis siglos, cuando Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, exportaba aceite de oliva producido en la Hacienda a las colonias españolas, a Cuba y a La Española (actual República Dominicana), con el permiso directo del rey Felipe II.

En esa época la Hacienda Guzmán era la mayor fábrica de aceite de oliva del mundo, ya que en América no estaba permitida la producción de aceite, y el cultivo del olivo se destinaba solo a la aceituna de mesa.

Cada una de las tres torres de la Hacienda Guzmán albergó un molino de viga entre los siglos XVI y XIX, que actuaban de contrapeso. Hoy día, la Hacienda ofrece la recreación del proceso en su Almazara Museo, con una viga de madera de unos 15 metros del siglo XVIII y un quintal de 3 toneladas suspendido en la cola de la viga que ejerce presión de forma progresiva, y que se eleva gracias a la ayuda de un husillo de madera. Aún sigue funcionando y ¡la puedes hacer girar sin esfuerzo!

Oleoturismo en un paisaje para la Humanidad

Recogida de la oliva a manoLa Hacienda organiza visitas guiadas (desde dos personas, por 17 euros cada una y bajo reserva), con un recorrido por todas las estancias, el olivar y los jardines, y que incluye, además, una cata de los aceites. El edificio es grandioso y, en la entrada, los cañones indican que aquí pernoctaron reyes. Está rodeado de 400 hectáreas de olivar y resulta una delicia darse un paseo en coche de caballos entre los árboles mientras se ve de cerca la recogida de la oliva a mano.

El proceso del aceite sigue siendo artesanal. Pocos minutos después, se lleva a cabo una segunda selección a mano antes de que la aceituna pase al prensado en frío y salga un zumo virgen. Es un aceite puro y premium. Estamos en una plantación 100% ecológica, con un centro de investigación y una almazara con la tecnología más avanzada. La producción es muy exclusiva, con una edición limitada de 10.000 botellas, con monovarietales en la Reserva Familiar (Hojiblanco, Manzanilla y Arbequina), y el coupage más natural de Hacienda Guzmán Ecológico.

Cata de aceitesPero quizá uno de los mayores atractivos de Hacienda Guzmán es su Jardín de olivos, La Olivoteca, llena de curiosidades: la aceituna zarza con su peculiar forma, los olivos traídos del mismísimo monte Sinaí desde Israel, las variedades turcas o las portuguesas… y todas bien implantadas en tierras sevillanas.

Un precioso Jardín Andalusí, con su alberca tradicional, alberga naranjos, limoneros y granados que perfuman el ambiente. Otra sorpresa que guarda la Hacienda Guzmán es su Cuadra de Caballos de pura raza y un Museo de Carruajes que incluye una colección privada de coches originales de los siglos XVII, XVIII y XIX, y en el que se pueden encontrar aparejos e indumentarias de la tradición andaluza.

La OlivotecaHacienda Guzmán es actualmente la sede de la Fundación Juan Ramón Guillén, que lleva a cabo diversos proyectos de educación, fomento, formación y divulgación de los valores del Aceite de Oliva Virgen Extra. Uno de sus objetivos actuales, en el que está muy volcada, es lograr que el paisaje contínuo de olivar de las provincias de Córdoba, Málaga, Jaén, Sevilla y Granada sea declarado Patrimonio de la Humanidad. «Se trata del mayor bosque creado por el hombre en todo el mundo«, explica Álvaro Guillén, y de él sale uno de los alimentos más extraordinarios del planeta: el aceite de oliva virgen extra.