La cerveza holandesa Heineken nació en 1874 en una pequeña cervecera familiar de Ámsterdam. La visión de Alfred Heineken sobre la idea de que la cerveza podía viajar, la calidad y una buena estrategia de marca han sido las claves de su gran expansión internacional. Hoy es una marca de cerveza líder en Europa y un referente a nivel mundial, con presencia en mas de 180 países.
Para su cuidada elaboración se utilizan ingredientes seleccionados de gran calidad: exclusiva levadura Heineken de baja fermentación, agua, malta Pilsen de cebada y lúpulo seleccionado. La levadura exclusiva Heineken se distribuye entre todas sus factorías, presentes en mas de 70 países, donde se elabora.
La cerveza Heineken es de tipo y estilo Lager, clara de color amarillo, brillante y con una espuma blanca intensa, cremosa y persistente en el vaso, dejando claros anillos a medida que se va degustando. Su aroma frutal a plátano, procedente de su lenta fermentación a baja temperatura, perdura hasta el consumo final, mezclándose con el ligero sabor dulce de la malta Pilsen de cebada y el amargor suave del lúpulo empleado. Es una cerveza seca de cuerpo ligero con buen paso de boca, que proporciona un final amargo muy fresco y nada astringente al finalizar su degustación.
Es una extraordinaria cerveza como aperitivo, y resulta especialmente adecuada para acompañar a ensaladas, espárragos, platos a base de verduras y carnes blancas, cuando éstas estén acompañadas de compotas ó purés de manzana. También es recomendable para acompañar a la cocina asiática, pescados, azules o blancos a la plancha, al horno, en escabeche, salazón ó fritos.
La cerveza Heineken también es adecuada para cocinar, como ingrediente en sustitución del vino a la hora de elaborar un guiso ó masa de rebozado. Igualmente, es susceptible de ser utilizada en cócteles para dar frescor con un toque de amargor.