Estanis Carenzo

Hotel Casa Bonay: la apuesta del chef Estanis Carenzo en Barcelona

El personalísimo cocinero revoluciona la ciudad con una propuesta innovadora, llena de creatividad.

Marta Burgués19/05/2016
Estanis CarenzoEstanis Carenzo

Barcelona, ciudad de hoteles y gastronomía, amplía esta clase de espacios con el hotel boutique Casa Bonay, abierto a finales de 2015 en el eixample derecho, que esconde varias y nuevas alternativas gastronómicas de nivel. Y lo hace de la mano del chef argentino Estanis Carenzo quien, con varios restaurantes en Madrid, ahora quiere dar a conocer su cocina en la Ciudad Condal.

Estanis Carenzo es un apasionado del saber, un empresario creativo al que le encanta innovar en conceptos gastronómicos y que ha vivido en diferentes partes del mundo. Tras Madrid, Nueva York o París, afincarse en Barcelona era un reto pendiente que ya ha visto cumplido, «la ciudad es referente a nivel mundial, en cultura y cocina, y quería ver cómo podíamos jugar dentro de esta cultura y desarrollar nuestro concepto de restauración aquí«, nos comenta el día de la inauguración de sus nuevas propuestas, «quiero influenciar y dejar que los aires del mediterráneo influyan en la cocina».

Libertine - Olivas marinadas en la casa - Estanis CarenzoLibertine – Olivas marinadas en la casa – Estanis Carenzo

Los tres nuevos espacios invitan al viajero o al autóctono a entrar en un mundo de sensaciones. Desde el lobby, con cocina durante todo el día, al restaurante, que ofrece una especie de juego y sorpresa al visitante. Porque, por un lado, hay una cocina vietnamita a mediodía con Têt y, por la noche, el mismo espacio se transforma en un lugar centrado en el producto local con Elephant·Crocodile·Monkey, de manera que puedes ir al mismo lugar en horarios diferentes y encontrar dos propuestas distintas. «Es un pop-up permanente donde siempre pasan cosas», apunta Estanis.

Libertine: La transformación del lobby de un hotel

Libertine es el lobby del hotel, una sala abierta a la ciudad donde tomar un cóctel, té o comer cuando uno quiera, con horario de 12.00 a 00.00h de la noche todos los días, y fin de semana hasta las 3.00h. El propio chef nos relata cómo es este espacio. «Servimos vinos, cócteles y comida, bajo el concepto de ocho cosas buenas para compartir, a modo de tapas, y ocho platos clásicos revisitados, que engloban desde una pasta rellena a una lubina al vapor. Lo importante es poder comer a las 17 de la tarde si a uno le apetece«. El chef apunta que en Libertine hay una sala de té donde se presentan diez tipos distintos, seleccionados por la tetería Tetere de Barcelona, de los propietarios Yuan Jing Jing y Ambrós Genís, y que, gracias a dos calderas especiales, los tés se elaboran directamente aquí.

Têt: Brasa vietnamita con sello Estanis Carenzo

Phô supercaldo de vaca de TêtPhô supercaldo de vaca de Têt

Las especialidades vietnamitas son las esencias de Têt, el bistrot de mediodía, que sorprende por su carta corta, sencilla, personal y debidamente estudiada. Se centra, principalmente, en dos productos: los nem rán o clásicos rollitos vietnamitas rellenos de carne de cerdo o langostinos, vegetales, setas… acompañados de una gran lechuga para envolver el rollito y comerlo tal cual; y el Phó, la sopa vietnamita, que en Têt «consiste en un caldo servido muy caliente hecho con huesos y carne de vaca, especias vietnamitas, cebollas y jengibre como ingredientes principales«, apunta el chef. Pero no son los únicos platos, también recomendamos las brasas, es decir, carne a la brasa (de cerdo, pescado, pollo…) tierna, jugosa y ligeramente marinada en aromas asiáticos con acompañamiento. Es fácil elegir los postres, hay cuatro: pudding de mango, piña preparada, el famoso vaso de chocolate del restaurante de Madrid Sudestada (¡debería estar prohibido!) y cassata Bonay, una crema helada con bizcocho de almendras. El buen precio, teniendo en cuenta que se emplaza en un hotel de cuatro estrellas, es un factor importante: los platos valen 8, 9, 5 y hasta 12 euros, y el precio medio de la carta es de 25 euros.

En Elephant Crocodile Monkey: la evolución del producto local

Elephant·Crocodile·Monkey y Têt - Estanis CarenzoElephant·Crocodile·Monkey y Têt – Estanis Carenzo

En Elephant·Crocodile·Monkey Estanis puede sentirse más libre: no hay etiquetas y se define como una cocina en evolución siendo, a la vez, su propuesta gastronómica más cuidada y arriesgada. «Está relacionada con la cultura del vino, del mediterráneo… con propuestas creativas en función de los productos locales, a base de productos de km. 0″, explica Estanis sobre este espacio de noche, «contamos con platos para probar y compartir, en un ambiente nada rígido y con un servicio relajado«.

A la hora de habla de técnicas, el chef comenta que «aquí se unen todas, pues reflejamos que manejamos distintas: desde las chinas a las catalanas de hace siglos. Lo más interesante es que, en un tiempo, Elephant·Crocodile·Monkey va a ser diferente, porque es toda una evolución de lo que vamos viendo y lo que la cultura local nos puede aportar«. En cuanto a platos, Estanis nos resalta la Picanha madurada un año (14 euros) «con ahumado suave, servida cortada de manera muy fina», Rodaballo confitado (26 euros), o Pato a la minute, a la brasa de encina (25 euros). En el restaurante, el vino es casi tan importante como la comida, «un elemento más para disfrutar en la mesa que refleja la vida de Barcelona. También se sirve a copas para probar diferentes tipos de vino, algo que en Madrid a veces cuesta introducir«, concluye Estanis. El precio medio de la carta es de 40 euros, y también encontramos cerveza artesana, que ellos mismos elaboran.