Hotel Orfila, el mejor de Madrid

El Hotel Orfila ha sido elegido el mejor hotel de la capital por los usuarios del portal TripAdvisor. Quizá tengan que ver su calificación de hotel de lujo o sus jardines, unos de los más bonitos de España.

Con Mucha Gula04/06/2015
Ventanal del Restaurante Orfila hacia el jardínVentanal del Restaurante Orfila hacia el jardín

Los usuarios de la web de TripAdvisor, han elegido al Hotel Orfila como el mejor de la capital, gracias a sus opiniones y comentarios. Este hotel de lujo, situado cerca de la Plaza de Colón, se encuentra en una zona residencial muy tranquila y exclusiva, en el centro cultural y de negocios de la zona. Un palacete del siglo XIX en el que priman la cortesía, la calma, la cocina, el encanto y el carácter.

Y hablando de gastronomía, lejos queda la creencia de que en los hoteles no se come bien. Desde Con Mucha Gula nos proponemos reivindicar estos espacios, también desde un punto de vista gastronómico, que sirven en ocasiones de refugio para quedar con amigos, familia e incluso y más frecuentemente, para mantener reuniones de trabajo informales.

Es el caso del Hotel Orfila. Sus salones, con cómodos sofás y biblioteca, dan a un jardín interior decimonónico lleno de encanto, donde también se puede cenar en las noches de verano y trasladarse a esa Italia renacentista, con sonidos de agua y olores a flores. En la mesa, este Relais Chateâuxel único de esta familia en la capital española, ofrece desayunos de máxima calidad con panes recién hechos, bollería artesana, donde caben destacar los zumos naturales, los embutidos y platos calientes, como los revueltos, y cualquier cosa que desee pedir el cliente, que no necesariamente tiene que estar alojado en el hotel.

Verónica García, segunda generación en la dirección del Hotel OrfilaVerónica García, segunda generación en la dirección del Hotel Orfila

La cafetería es un remanso de tranquilidad, se acerca a un pub ingles. Aquí, tomar un aperitivo resulta muy agradable.

En el restaurante del hotel, su chef Carlos Carpintero propone platos tan exquisitos, como el Tartar de salmón y corvina con aguacate, cebolla roja y frutos rojos, elegancia y sabor, o el Pulpo a la brasa con parmentiere y katsuobushi, perfecto de punto. Un plato redondo en equilibrios, aunque el pulpo con poco sabor, algo de lo que ya no tiene responsabilidad el chef.

El Rodaballo salvaje al horno con salsa bearnesa, crujiente de su piel y chipironcitos en su tinta es otra exquisitez, la salsa está espectacular y es tan poco habitual en los restaurantes que ya parece una rareza. Ni en los huevos benedictine se pone. Como segundo plato probamos la Coquelet endulzada con moscatel, otro plato lleno de sabor, al igual que la Babaroisse de Cointrau y vainilla con praliné.