En un pequeño local de la calle Pérez Galdós, haciendo esquina con la calle Fuencarral, se encuentra It Dogs, un templo de los perritos calientes, un producto que fue muy popular en los noventa. Ahora la propietaria de este establecimiento madrileño, Lupe, los ha llevado a la categoría de gourmet. Excelentes panes, salchichas de calidad, toppings originales y salsas exquisitas son las bases de estos nuevos perritos creativos.
Cada uno tiene nombre de una raza canina: el más sencillo el de toda la vida es el Galgo (2,50 euros), que se sirve con mostaza y ketchup o, si se prefiere, con mayonesa; el Caniche se hace con pan francés y lleva mostaza de Dijon, Brie y cebolla caramelizada (4,50 euros); el Dálmata lleva queso blanco aderezado con aceitunas Negras; el Volpino, el más veraniego, lleva tomate natural troceado, albahaca, ajo y parmesano; el más alemán es el Gnautzer, que lleva chucrut, pepinillos, cebolla crujiente y aceto balsámico; y, finalmente, el más mexicano es el Chihuahua, que lleva guacamole, jalapeños, tomate, cebolla, cortezas crujientes y mozarela.
Refrescos y cervezas son las bebidas que se pueden tomar con los perritos además de cava, tanto en las mesas interiores como en las dos mesas con encanto situadas en el exterior.
Los perritos, tanto si se van a tomar en el local como si son para llevar, se sirven en unas bandejas muy bonitas, acompañados siempre de patatas fritas.
It Dogs es toda una delicia en todos los sentidos, un lugar que es pura tendencia.