Hoy Ca L’Isidre es uno de los templos gastronómicos de Barcelona, referente de la tradición culinaria catalana

La buena cocina catalana en Barcelona

19/01/2011

Recorrido apasionado por restaurantes urbanos donde todavía es posible encontrar genuina cocina tradicional catalana. Aunque auténticos, lo que se dice auténticos, quedan pocos, no están todos los que son, pero doy fe que los son, están:

Freixa Tradició

Zona Alta. (Sant Elíes, 22. Tel: 93 209 75 59)

Josep María Freixa junto a su hijo RamonJosep Mª es el padre del biestrellado Ramón Freixa de Madrid. Chef de escuela franco-catalana, vuelve a demostrar en Freixa Tradició, con la humildad propia de los genios, que hacer croquetas (son de buen tamaño, pero saben a poco), buñuelos, canelones, esqueixada de bacalao, suquet de rape en su justo punto de cocción, manitas de cerdo, tripa y morro con garbanzos… requiere igual talento que su inolvidable liebre a la royal.

Buena bodega, servicio impecable comandado por Dori de Freixa, interiorismo muy barcelonés, confortable sin estridencias, y una excelente relación calidad-precio. A destacar el surtido de panecillos (el de mantequilla es casi pecado), que llevan la firma de Freixa senior. (Entre 40-45 €).

Fonda Gaig

Eixample. (Córcega, 200. Tel: 934 532 020)

Crema catalana de Carles GaigOtro veterano que exhibe talento por partida doble, en el gastronómico Gaig y en la Fonda, donde recupera platos del antiguo negocio familiar.

Hay que probar los canelones de l’avia, un clásico de la casa, que aunque aquí no llevan trufa, merecen un sobresaliente. No faltan los buñuelos ni la esqueixada (el recetario catalán es rico en elaboraciones de bacalao), la butifarra con secas (alubias), los calamares salteados con ajo y perejil, el pollo de corral asado con ciruelas y piñones, ni la suave crema catalana oculta bajo una capa de azúcar caramelizado.

La sala es espaciosa, bien iluminada, cómodas las sillas, amplias las mesas. Trato amable, servicio diligente, buena bodega y precios razonables. (40-50 €).

Bodega Sepúlveda

Eixample. (Sepúlveda, 173 bis. Tel: 933 235 944)

Foto de familia de Bodega Sepúlveda tomada durante los años cincuentaEn origen vendían vino a granel y ponían vermuts de la casa con algo para picar.

La nueva generación amplió la oferta de Bodega Sepúlveda con platillos, que si un morro de bacalao con samfaina, unas croquetas, una tortilla de ajos tiernos, unas albóndigas con sepia (el mar y montaña casero), unas carrilleras… Total, que se ha convertido por derecho propio en lugar de peregrinación de urbanitas con inquietudes gastronómicas.

Hay que llegar pronto para coger sitio. Sigue teniendo el aire de bodega de barrio con cocina ilustrada. La oferta es de temporada, lo que encuentren en el mercado y la lonja. (25-30 €).

Ca L’Isidre

Paral.lel (Les Flors,12. Tel: 934 411 139)

Hoy Ca L’Isidre es uno de los templos gastronómicos de Barcelona, referente de la tradición culinaria catalanaCuando todos caían rendidos ante la cocina francesa, allá por 1970, el matrimonio Gironés apostó por la cocina catalana de mercado. De la Boquería, concretamente, porque Isidre Gironés iba todos los días a llenar la cesta de la compra.

Hoy Ca L’Isidre es uno de los templos gastronómicos de la ciudad, referente de la tradición culinaria catalana: Manitas de cerdo con setas, trufa y foie-gras; carpaccio de amanita cesárea; arroz caldoso; callos; cigalitas encebolladas; pulpitos salteados; lubina con crema de romesco y cebolla confitada… Al comensal se le hace la boca agua leyendo el enunciado de los platos. Y ninguno defrauda. La bodega, con 400 referencias, es un lujo. Y otro, los fastuosos postres. (70-80 €).

Cal Pep

Born. (Pl. de les Olles, 8. Tel : 933 107 961)

Los entendidos esperan turno para la barra de Cal PepEs una barra de dudosa comodidad y, aunque al fondo hay un par de mesas, los entendidos esperan turno para la barra.

En Cal Pep reciben con magníficas rebanadas de pan con tomate regado con aceite de oliva virgen extra de aromática arbequina. Hay más mar que huerta en la oferta, aunque de tanto en tanto caigan unas crujientes láminas de alcachofa o unos níscalos a la plancha; lo que llega a la lonja entra en este pequeño rincón del Born, siempre a rebosar: Cigalitas encebolladas, tallarinas con ajo y perejil, rape con guisantes, poderosas gambas rojas de cabeza casi líquida, pulpitos, de vez en cuando espardenyes a la plancha

El vino blanco de la casa, un más que correcto Penedès, matrimonia bien con el apartado sólido, aunque hay bodega donde elegir. Los precios guardan relación con la calidad de la materia prima. (Desde 30 a 60 €).

Y tú, ¿que otros restaurantes añadirías a esta lista?