Los tiempos están cambiado para la restauración, y también en Madrid se imponen ahora locales multidisciplinares con una estética cuidada y especialmente orientados al tapeo informal y al afterwork, especialmente aquellos que permiten a los clientes ir prácticamente cuando quieren y como quieren, para disfrutar de una cocina creativa y cercana o una buena copa, según el momento.
Así Adolfo Santos García, asesorado por el equipo técnico de Sant Celoni y en un entorno decorado por otro monstruo en lo suyo, Pascua Ortega, que ha diseñado tres espacios diferentes para tres conceptos de restauración distintos, ofrece en La Cesta un espacio cosmopolita que se suma a la oferta de locales con amplio horario y ambiente informal tan de moda últimamente en la capital.
Nombre: La Cesta de Recoletos
Dirección: Calle Recoletos nº 10 – 28001 Madrid
Teléfono: 911 400 696
Página Web: www.lacesta.eu
Tipo de cocina: Cocina de Temporada y tapeo creativo
Entorno: Barra para el aperitivo en la entrada, con mesas y sillas altas, comedor en el centro y al final otra zona de comida informal y cócteles. Visualmente es luminoso, cosmopolíta y acogedor, aunque las mesas algo pequeñas, algo que según nos contaron se va a cambiar en breve.
Servicio: Muy correcto, dirigido por Antonio Lima
Accesibilidad: Buena, aunque hay un escalón de acceso al comedor
Ambiente: Urbano chic, parejas, grupos de amigos…
Aparcacoches: No, parking público cercano
Precio: 30-35 euros, muy buena relación calidad precio
Fecha visita: Almuerzo, viernes 25 de marzo de 2011
Cocina:
Para comenzar nos ofrecen una tapa de pulpo muy correcta. Continuamos con una Tapa de mejillones, servidos como si fueran conserva. En la carta precisamente dice Nuestra conserva de meillones con pimentón y vino de Jerez (8 euros), los mejillones tienen muy buen sabor, aunque se notan algo duros; en una ración se sirven 8 unidades.
Después llegan las Croquetas de Jamón, que pueden servirte en ración (11 euros) o en degustación 6,5 euros, buen sabor, jugosas y crujientes en su envoltura. Llega ahora el Jamón Ibérico de Bellota y pan con tomate (18 euros la ración y 11 euros la degustación). El jamón es correcto, así como el corte, pero el pan es extraordinario; sabemos que para el chef de Can Fabes el pan es más que una obsesión, y en este caso lo sirve un obrador gallego, las variedades son de leña y de cinco cereales, los dos maravillosos (no diré deliciosos, porque luego algún lector dice que repito esta palabra demasiado…). Con el pan va también una excelente tostada de Burrata con aceitunas.
Continuamos con un Tartar de ternera blanca con bouquet de lechugas (16 euros la ración y 9,5 euros la degustación), en el que la carne esta bien cortada pero le falta un poco de aderezo, el buquet esta bien aliñado. Después probamos otra estrella de la casa: la Tortilla de patatas y cebollas hecha con huevos de corral (11 euros), muy jugosa, de sabor excelente y muy recomendable. También lo es la Menestra de verduras naturales con caldo de pollo (14 euros), donde las verduras tienen muy buen punto de cocción. Extraordinario el Arroz cremoso de gambas rojas, calabacín y zanahorias, en su punto perfecto, con un sabor elegante y a la vez intenso, las gambas cocidas en su punto, una delicia.
Pedimos a continuación el Plato de quesos con sus guarniciones (9 euros) y nos sirven tres trozos de queso de Alsacia, un Picón de Asturias y uno de Cádiz, que se acompañan con confitura de manzana y chalota. Los quesos están bien cortados y las guarniciones resultan muy acertadas. De postre tomamos la Galleta de almendra rota y manzana salseada, prueba de que un postre sencillo puede resultar magnífico, ya que se trata de una compota seca de manzana envuelta en galleta maría y almendra rota, haciendo un crujiente. La tarta del día era Tarta de queso sobre lecho de crujiente de galletas: espectacular, absolutamente artesana, la tomamos con un Sorbete de fresas que se hace en el restaurante con buena temperatura y absoluta cremosidad.
Los vinos sugeridos para la cena, que en el restaurante se pueden tomar por copas según marcas, resultan muy adecuados para el menú: empezamos con un Riesling Rüdesheim 08 (4 euros copa), bastante aceptable, y acompañamos el tartar, los huevos y la menestra con una copa de Tinto Ribera Alonso del Yerro 2008 (4 euros la copa) de buen cuerpo y sabor intenso. Finalmente, tomamos el postre con un vino dulce Areiyanas 07, moscatel Málaga (3,7 euros copa y botella 21 euros).
Observaciones:
Se debe reservar antes de ir. El orden del servicio es primero platos fríos, después otros ligeros calientes y finalmente carnes y pescados. Si se desea otro orden indicarlo al maitre. Preguntar por la tarta del día y también por el plato del día, ambos no están en carta y suelen ser muy buenos. Los horarios van desde las 12,30h hasta las 2 de la madrugada.
Calificación:
La cocina que se realiza en La Cesta tiene todos los ingredientes para funcionar bien, de hecho esta lleno cada día, la razones son varias: buena relación calidad-precio, con flexibilidad para medias raciones y vino por copas, y platos sencillos pero bien realizados, con productos de calidad, a los que se añaden algunos toques de creatividad efectistas muy acorde con la nueva tendencia urbana. Bien ideado, cumple sin duda su función como opción para comer informalmente en un lugar agradable y ubicado en un sitio estratégico.