“Tiznao manchego” con su bacalao, su pimiento asado en las brasas del fuego, sus ajos y su aceite

La Chimenea de Turleque, un bar de carretera

Con Mucha Gula31/03/2010

Vista del comedor de La Chimenea de TurlequeCuando el amigo Ramón, gourmet de pro, te propone parar a comer de camino a Madrid en un restaurante de gasolinera, en un primer momento piensas que no puede ser un fiasco: la experiencia del gourmet es un grado. Pasados unos minutos y camino del kilómetro 98 de la carretera de Andalucía, la imagen mental del restaurante se comienza a formar: una barra grasienta, camareros gritando «al fondo hay sitio» con la camisa, antes blanca, llena de lamparones; al fondo unas mesas fregadas de forma apresurada con una bayeta sospechosamente gris y, sobre ella, un buen asado de cordero… Quizá al estar en Toledo pueda caer alguna perdiz en escabeche. En fin, esas cosas que los críticos valoramos con calidad de cocina de 7 sobre 10, con entorno y servicio de 3.

Al entrar por detrás de la gasolinera Repsol nos encontramos con una edificación singular en la que predomina la chimenea de ladrillo, que le da el nombre. Una vez dentro, el local tiene la distribución esperada: espacios grandes y diáfanos, la pared con sus necesarios menús, bocadillos y raciones a la vista del conductor apresurado. Al fondo a la izquierda, un comedor de mesas de madera y a la derecha dos camareros que se recortan al final de la larga barra de acero inoxidable.

Según avanzas en su interior, los platos combinados cuestan 8 euros y los montados 2,50. Nada extraño aún, excepto quizás la pulcritud de todos los elementos del comedor. Empiezas a leer el menú de carretera de la pared y comienzan las sorpresas: «Montadito de boquerones en vinagre con tomate restregado y aceite de oliva virgen», «Jamón ibérico con Salmorejo Cordobés», «Jamón Serrano con Queso Manchego y Pimiento asado»…

Y según avanzas hacia los camareros, ves que en vez de la preceptiva camisa llena de lamparones portan una blanquísima chaqueta cruzada de chef con su nombre grabado en ella, y unos pantalones de esos de cocinero de diseño tan de moda. Y  es que detrás de esa chaqueta no hay un camarero, hay un gran Jefe de Cocina. Y el citado Chef, Humberto Martín, a nuestro requerimiento nos transporta al interior de la chimenea que se vislumbra desde la autopista y nos introduce en un recinto casi de restaurante Michelin. Un mueble bodega, aunque da a entender que el vino aquí se cuida, desentona un poco con el resto de la decoración.

Nombre: La Chimenea de Turleque
Dirección: Carretera de Andalucía, Km. 97,8 Mapa
Teléfono: 925 595 044
Página Web: www.lachimeneadeturleque.es
Tipo de cocina: Alta cocina manchega, respetando sabores y texturas
Entorno: El comedor está totalmente aislado del bar de carretera, pero no deja de ser un restaurante de carretera insólito
Servicio: Ágil y profesional
Accesibilidad: Planta a nivel de calle
Ambiente: Gourmets de paso y viajeros que se quieren salir del bocata de tortilla
Aparcacoches: No
Precio: Muy buena relación calidad/precio: 35 euros
Fecha visita: Almuerzo, Marzo de 2010

Cocina:

“Tiznao manchego” con su bacalao, su pimiento asado en las brasas del fuego, sus ajos y su aceiteY comienza el festival: «Tiznao manchego» con su bacalao, su pimiento asado en las brasas del fuego, sus ajos y su aceite, un plato de profundas raíces manchegas que Humberto Martín da forma de timbal, manteniendo los sabores y texturas originales. Le sigue una Ensalada de atún rojo, con perfectas lechugas, aliño y pescado. Pasamos después al «Filete» de ternera a la plancha al que perfectamente se le podría llamar lomo alto, con una reducción de carne sabrosísima y aire de coliflor: carne tierna y gustosa, como pocas he probado en los últimos tiempos.

Paletilla de cordero sobre puré de batataContinuamos con la Paletilla de cordero sobre puré de batata, que el chef prepara deshuesada y puesta en bolsa de vacío a 70º durante 24 horas. Un alarde de lo que se puede lograr con la técnica bien empleada en una cocina.

Finalmente, recibimos de postre la Croqueta de leche frita con reducción de café con leche y mermelada de membrillo, una verdadera joya que completa un almuerzo redondo.

Observaciones:

Un lugar insólito y recóndito en el que podemos encontrar un oasis gastronómico para los viajes hacia el sur de España a precio asequible.

Calificación:

Felicitamos al Humberto y salimos del bar de carretera, con las sonrisas cómplices que se dan entre sí los amantes del buen comer cuando han vivido una experiencia única.

Puntuación:

7,5/10

 

Galería fotográfica: