La cocina como terapia y forma de relajar la mente

La cocina como terapia puede mejorar el bienestar físico y mental. Preparar alimentos saludables puede ser una actividad relajante y beneficiosa.

Paula Pérez02/05/2023

Hay quienes se estresan mucho en la cocina: no le quedan ricos los platos, se lían con la receta, se les quema o se les queda crudo… Gente que odia cocinar. Sin embargo, hay muchas otras personas que tienen la cocina como terapia.  

¿Qué significa la cocina como terapia? 

La cocina terapéutica utiliza la preparación de alimentos y la cocina como una herramienta para mejorar la salud mental y física. La cocina terapéutica se centra en la relación entre la alimentación y la salud. 

Es una forma de evadirse y estar en otro “mundo” durante unas horas. Es una forma de relajación, de desconexión de la mente y puede ser muy beneficiosa para nuestra salud mental.  

Beneficios de usar la cocina como terapia 

Capacidad de concentración 

Nuestra concentración y habildades manuales se verán aumentadas si incorporamos la cocina como terapia

Aumentar la capacidad de concentración si cocinamos a menudo. También, nuestras habilidades se verán beneficiadas, estimulamos nuestro cerebro y sacaremos lo mejor de nosotros mismos, ya que lo que buscamos es que ese plato nos quede perfecto.  

Menos estrés 

Reducimos el estrés, pues nos focalizamos en una sola actividad, nuestro cerebro se “relaja” y pensamos solo en eso. 

Más autoestima 

Mejorar la autoestima: cocinar puede ser una forma de expresión creativa, nos hace sentir bien con nosotros mismos. Al terminar el plato, seguramente nos sintamos orgullosos y eso hará que nos valoremos más y veamos nuevas cualidades en nosotros mismos. 

Mejor socialización 

La cocina como terapia puede ser una forma de socialización y de mejorar las relaciones con los nuestros

Aunque es una actividad que muchas personas disfrutan en soledad, por todos los motivos que hemos hablado anteriormente, también puede favorecer la socialización. Preparar una comida o cena con amigos y familia puede crear un momento de complicidad y conexión con esas personas, fortalecer esas relaciones.  

Mayor gratitud 

Muchas veces, no valoramos lo que tenemos lo suficiente. La cocina casera puede aumentar nuestra gratitud, nuestros valores pueden cambiar y nos damos realmente cuenta de la suerte que tenemos por poder consumir alimentos y tener comida en el plato cada día. 

Mejor alimentación 

Un aspecto más físico pero que tiene mucho que ver con nuestra salud mental, es que tendremos una alimentación más saludable. Cocinar nuestra propia comida nos da más control y conciencia sobre lo que comemos. Al elegir ingredientes frescos y de calidad, y cocinar en casa, podemos reducir la cantidad de alimentos procesados y azúcares refinados en nuestra dieta. 

¿Cómo incorporamos la cocina como terapia en nuestra rutina? 

Una rutina de cocina terapéutica puede ser muy beneficiosa para nosotros
  • Establecer un horario: si queremos llevar una rutina, algo que podemos hace es reservar unas horas a la semana o al mes, adaptar la cocina nuestra rutina y encontrar un momento de paz para estar con nosotros mismos. 
  • Encontrar y buscar recetas que nos ilusionen: leer recetas que nos gusten y nos apetezca nos motivan a cocinar. Podemos seguir cuentas de recetas, leer y conocer las más virales. En Con Mucha Gula, tenemos una sección de recetario que te pueden inspirar a comenzar con tu rutina de cocina terapéutica.  
  • Concentrarse en la tarea de cocinar: concéntrate en la tarea de cocinar y disfruta del proceso. Haz una lista de compras, organiza tus ingredientes y utensilios de cocina y luego dedica tu tiempo a preparar la comida. 
  • Escuchar música o un podcast: escuchar música o un podcast mientras cocinas puede ser muy relajante y reducir el estrés. Enciende tu música o programa favorito y sumérgete en el proceso de cocina. 
  • Saborear y disfrutar la comida: tómate el tiempo para saborear y disfrutar la comida que has preparado. Saborea cada bocado y disfruta del sabor y la textura de los alimentos. 

Recuerda que es un proceso adaptativo, podemos no encontrar estos beneficios las primeras veces, pero si realmente queremos, debemos seguir intentando adaptarnos y crear una rutina.