Como cada año, el pasado fin de semana se ha celebrado en esta bella localidad palentina una fiesta que cumple su décima edición de homenaje a un acto que ha sido, durante siglos, el sustento de miles de familias, no sólo castellanas sino de la mayoría del territorio español. La fiesta es, por tanto, no con motivo del sacrificio del animal, sino con motivo de que un año más se tendrá alimento en forma de carne y chacinas de todo tipo: chorizos, morcillas, salchinón, lomo… porque como se suele decir del cerdo se aprovecha todo y es un animal del que gusta hasta sus andares.
En la plaza del Rollo, el Regdor de la Villa, José María González, impuso el bluson de mondonguero al ilustre padrino de la Feria, el actor Daniel Muriel, con la ayuda de otros mondongueros que celebraban el décimo aniversario. Tras este acto, amenizado por dulzaineros, se degustaron la Torta de Chicharrón y los diferentes orujos, todo ello servido por algunas de las reposteras de la Asociación de Amas de Casa.
Tras el sacrificio del animal, llevado a cabo por por Demetrio Ramos y los matarifes de la villa, se llevó al mismo tras su ahumado y desangrado en procesión hasta el Recinto Ferial donde Urbano González inauguraba la exposición «Raíces de un Pueblo«, y en la que se mostraban diferentes productos de la zona, desde quesos, embutidos, dulces… todo ello pudiéndose degustar a la vez que las exquisitas Alubias de la Bañeza, preparadas en un extraordinario guiso.
Por la tarde se celebró el concurso infantil de dibujos «La Matanza del Cerdo«, se degustó un chocolate de la marca Santocildes de Castrocontrigo, de León. El domingo día 13 tambén hubo en el Recinto ferial degustación de morcilla, jijas, lomo y pnaceta de Demetrio Ramos, acompañado de pan artesano de «El Horno de Ángel» con vinos de Viñedos y Bodega Julio Crespo y Bodegas Castillalta, un tren turistico gratuito recorría las calles de la localidad…
En definitiva, toda una fiesta en homenaje a las mujeres villadinas y a sus productos, una fiesta que cada año gana seguidores.