Internet no solo está presente en la vida diaria de los adultos, sino que los niños y adolescentes tienen acceso a la red en un número elevado de ocasiones. Lejos de ser algo negativo, un buen uso de esta red global no solo es beneficioso sino que ya hace tiempo imprescindible. El problema llega cuando se pierde ese control y se utiliza para difundir contenido poco saludable que ejerce una influencia muy peligrosa en los menores. Un claro ejemplo sobre esto son los trastornos alimentarios y su relación con internet.
Existen unas cuatro millones de publicaciones en la red con hashtags para compartir trucos o experiencias para adelgazar y estas personas suelen tener trastornos de conducta alimentaria (TCA) por lo tanto la difusión de estos mensajes son extremadamente peligrosas para los menores. En Instagram encontramos 5,8 millones de fotos con la etiqueta #anorexia y cada vez se pueden ver más los preocupantes retos que fomentan la extrema delgadez como el #A4Paperchallenge que consiste en enseñar una cintura más estrecha que una hoja Din A4.
“Es muy importante entender la gran influencia que ejerce Internet en las vidas de nuestros hijos ya que todavía no se han formado una identidad. Por ello, es muy importante predicar con el ejemplo y enseñar que una dieta saludable es lo más recomendable, haciéndoles llegar el mensaje de forma sencilla y estimulando su participación en el proceso de compra y el cocinado. Además, debemos ser conscientes de que ven y qué búsquedas hacen porque la mayoría de las veces buscan información en Internet” afirma María Guerrero, psicóloga familiar experta de Qustodio.