Los españoles desayunan Pan, Café y Aceite de Oliva

Eva Celada29/10/2009

El desayuno perfecto, según las conclusiones de la jornada, debe tener lácteos, frutas y cerealesEl pasado 27 de Octubre  La Fundación Española de la Nutrición, junto al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, han organizado una jornada bajo el lema «Un buen desayuno para un gran día», celebrada en la Escuela de Hostelería de Madrid y en la que se ha presentado el estudio en el que se ofrecen datos muy interesantes:  más del 90% de los españoles desayuna en casa y,de este porcentaje, un 71% toma únicamente tres alimentos, que suelen ser pan, aceite y café con leche.

En el hogar también se consumen frutas, galletas, zumos, mermeladas, bollería, cereales y mantequilla, aunque generalmente se consumen tres productos en cada ingesta, siendo los preferidos los pan, aceite y café. La falta en la variedad del consumo, según puede desprenderse del estudio, tiene más que ver con los hábitos de compra que con los gustos de los encuestados, ya que los mismos afirman que cuando desayunan fuera del hogar, en cafeterías u hoteles, el abanico se amplia, y ya se toma además del café, chocolate, zumos, bollería, jamón y embutidos, reduciéndose el consumo de bollería y chocolate según aumenta la edad.

Los que desayunan fuera de casa lo hacen principalmente en cafeterías, bares o panaderías, y el gasto medio es de 1,79 €, lo que indica que muchos sólo desayunan café, porque un buen desayuno no tiene ese precio.  Por sexos, el 59,8% son hombres y el resto mujeres, y por edades lo hacen de 25 a54 años prencipalmente. Andalucía y Barcelona son los lugares donde más se desayuna fuera de casa.

Aunque se trata de la comida más importante del día, se invierten en ella únicamente 13 minutos de media si se toma en casa, y 19 si se hace fuera. En ambos casos el tiempo aumenta si es fin de semana.

El presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), Gregorio Varela, en su intervención subrayaba en la jornada que  «el desayuno es la primera comida del día, y que si se realiza diariamente y de forma equilibrada podemos relacionar este hábito con un óptimo rendimiento físico e intelectual y, aún más importante, con una mejor densidad de nutrientes, previniendo o evitando situaciones de malnutrición, tanto por defecto como por exceso. Si omitimos el desayuno, es difícil que nuestra alimentación sea nutricionalmente correcta».

Según las conclusiones a las que se llegó en la jornada, la falta de tiempo es lo que más contribuye a no desayunar correctamente, e incluso a no hacerlo antes de salir de casa. Me permito añadir que los horarios también influyen (esto no lo han dicho en la jornada), ya que una persona que sale de trabajar de un supermercado a las diez o diez y media de la noche y que cena como pronto a las once y media, dificilmente puede tener hambre a las ocho de la mañana, mientras que quienes cenan a las siete de la tarde tienen hambre por la mañana y, por lo tanto, el desayuno es mucho más contundente, como es el caso de la mayoría de los países anglosajones o centroeuropeos.

El desayuno perfecto, según las conclusiones de la jornada, debe tener el 25% de los alimentos del día: en él debe haber «lácteos (leche, yogur, quesos,…), frutas (enteras, en forma de zumos, frutos secos,…) y cereales (pan, churros, galletas,…). La inclusión de leche o derivados lácteos en el desayuno proporcionará a la dieta total proteínas de buena calidad, calcio, vitaminas del grupo B y vitamina A; las frutas ayudarán a cubrir las recomendaciones de minerales, vitaminas hidrosolubles y fibra; y los cereales aportarán hidratos de carbono complejos, además de vitaminas y minerales. Este desayuno se puede completar con alimentos de otros grupos: azúcares, aceites y grasas, huevos, carnes o pescados.