El Congreso Madrid Fusión Alimentos de España 2023 ha abierto sus puertas un año más para convertirse en la cita culinaria más importante del mundo. Dentro de su amplio y completo programa, uno de los momentos que más expectación suscita es el Concurso de la Mejor Croqueta de Jamón.
En esta ocasión, la participación fue muy alta, se presentaron más de 50 croquetas y el premio se disputaba entre siete finalistas:
- Juan Monteagudo. Restaurante Ababol (Albacete)
- Natalia Méndez. Casa Chuchu (Asturias)
- Víctor Conus. Taberna La Mesa de Conus (Vigo)
- Miguel Borreguero. Restaurante La Ostrería. San Vicente de la Barquera (Cantabria)
- Ana Losada. Taberna Zalamero (Madrid)
- José Manuel Gallego. Restaurante Clandestina (Toledo)
- Javier Pérez-Batallón. Berria Wine Bar (Madrid)
El jurado no lo tenía fácil, todos coincidieron en apuntar el alto nivel de las recetas presentadas. Cocineros y expertos ‘croqueteros’ tuvieron que valorar en una cata a ciegas, en primer lugar, la bechamel, aún sin cocinar, y, en segundo lugar, las croquetas ya fritas.
Vista, olfato, gusto, presentación… todos estos detalles tuvieron en cuenta los miembros del jurado formado por Carlos Latre (presentador y actor), Senén González (cocinero de La cocina de Senén), Pilar Salas (periodista gastronómica), Miguel Carretero (cocinero de Santerra, ganador de la edición Campeón de Campeones), Xanty Elías (cocinero de Finca Alfoliz) y María Castro (Directora de Comunicación de Sánchez Romero Carvajal).
¿Cómo es la mejor croqueta del mundo?
La croqueta de Juan Monteaguado es de corte clásico, un homenaje a las croquetas de su madre, hecha con jamón ibérico, melosa (que no líquida), un crujiente redondo y finísimo, y con un sabor muy equilibrado. Las croquetas de Ababol mezclan leches de vaca y oveja al 50%, en las que infusiona huesos de jamón. Utiliza mantequilla, nata y un poco de gelatina de cola de pescado para poder bolearlas con facilidad y el rebozado es con pan rallado tradicional muy fino «para que no absorba demasiado aceite y le robe protagonismo al sabor de lo importante, la bechamel».
Ahora solo falta probarla en su restaurante Ababol, en Albacete, que terminaba el año recibiendo su primera estrella Michelin y no ha podido empezar este 2023 de mejor manera. La croqueta está presente en los menús degustación y también en la carta, y este es solo un motivo más para conocer y disfrutar de la cocina del chef manchego que está rompiendo moldes.
