La mesa está puesta

La mesa está puesta es de esos que ya no se editan: gran formato, tapa dura entelada, fotografías grandes a sangre perfectamente realizadas por el fotógrafo Pablo Morales, consejos y sugerencias, recorridos… todo el universo de la autora en 234 páginas.

La cocina mexicana tiene sin duda sus tópicos ya desterrados. Otros, como el color y el sabor de sus platillos, son sus señas de identidad. El libro que tenemos sobre la mesa arranca con un prólogo de Claudio Isaac sobre la magia de la cocina de Laura Caraza y, desde luego, hay magia en el libro, que se divide en tres bloques: Ciudad, con desayunos, entradas, platos fuertes y postres; Campo, que cuenta con almuerzos, botanas, entradas, platos fuertes, postres y meriendas; y En la playa, donde se incluyen desayunos, también botanas, entradas, platos fuertes y postres y, por supuesto, todas las recetas y los proveedores de la cocinera.

Un  ADN completo de Caraza que merece la pena tener en la librería, en la mesa del salón e incluso en la cocina.