La OCU encuentra mercurio en pescados y mariscos

La OCU encuentra mercurio en pescados y mariscos

Siempre ha existido la leyenda de que el pescado que llegaba a las neveras contenía sustancias nocivas para la salud. Una investigación llevada a cabo por la OCU pone punto final a este supuesto mito, demostrando la presencia de mercurio en pescados que comemos a diario.

Redacción13/04/2021

Después de un exhaustivo estudio en el que la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha realizado más de 100 análisis en pescados y moluscos, los resultados confirman la presencia de una elevada cantidad de mercurio en 21 ejemplares diferentes. Peces como el pez espada, el atún rojo, la tintorera o el marrajo son algunos de los pescados donde la concentración del metal es mayor.

Aunque en otros pescados que forman parte de nuestra dieta habitual la presencia de mercurio es menor, como la merluza, la lubina o el bonito del norte, las autoridades sanitarias advierten que se debería reducir drásticamente su consumo.

La AESAN ya había alertado de la presencia de mercurio en los pescados, OCU lo corrobora en su análisis.

¿Qué pescados se pueden comer?

Teniendo en cuenta los resultados del estudio, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconseja replantearse la ingesta de pescado y consumir más veces los pescados que no contienen grandes cantidades de mercurio. Estas recomendaciones están indicadas para toda la población, pero la agencia señala que sobre todo, deben poner atención las mujeres embarazadas y los niños, excluyéndolos completamente de su dieta.

Debemos tener en cuenta que el riesgo de ingerir mercurio está más relacionado con el tipo de pescado que con la cantidad consumida. El problema es que es un metal pesado y por tanto toxico que no se degrada y se dispersa rápidamente en el entorno” apunta Enrique García, portavoz de OCU.

Los pescados que más mercurio contienen son los predadores ya que se alimentan de otros peces.
  • Contenido bajo: consumir entre tres y cuatro veces por semana: mejillones, almejas, pulpo, calamar, langostinos, salmón, lenguado o panda, balacao, sardinas y nécoras.
  • Contenido medio: Consumir no más de cuatro veces por semana: Lubina, merluza y bonito del norte.
  • Contenido alto: consumir solo de vez en cuando: atún rojo, pez espada, tintorera o marrajo. Estos peces se conocen como “predadores”, ya que su alimento fundamental son otros peces mucho más pequeños. Además acumulan más cantidad de mercurio porque viven más años.

Pese a ello, la AESAN no aconseja dejar de comer este tipo de alimento ya que es fundamental para llevar una dieta equilibrada por sus grandes contenidos en proteínas, vitaminas como A, D y B12, Omega 3, Yodo y Selenio. La clave es variar el tipo de pescado que se consume y prevenir los posibles riesgos.

¿Cómo llega a los pescados el mercurio?

El mercurio encontrado en los pescados llega a ellos a través de su alimentación: agua, plantas u otros peces

El mercurio se encuentra en el suelo, en el agua y en la atmósfera llegando a estos territorios mediante procesos naturales. El problema surge cuando se alteran las emisiones de este metal y no solo se difunde por este tipo de procesos. En este caso, es la acción humana la culpable de arrojar grandes cantidades de mercurio a los ecosistemas, debido a determinadas acciones, entre ellas el uso de combustibles fósiles o su utilización en la industria metalúrgica.

El mercurio llega a las plantas y los animales a través de su hábitat natural y se va acumulando a lo largo de la cadena alimentaria. Por ello los peces más grandes y predadores contienen más cantidad de mercurio que los pequeños.

¿Qué causa en nuestro organismo el mercurio?

Las embarazadas y los niños de menos de son los grupos de población que deben controlar la ingesta de pescado.

Según la OMS, el grado de toxicidad del mercurio lo marca la forma química en la que se encuentre, ya que los compuestos del mercurio son mucho más tóxicos que el propio metal. En los pescados se encuentra el compuesto Metilmercurio que, de acuerdo con la misma organización, es uno de los seis compuestos químicos más peligrosos presentes en el medio ambiente.

El principal problema que el mercurio provoca en el organismo es un desorden el desarrollo neuronal, sobre todo durante los embarazos. Otros órganos que pueden verse afectados son los riñones, el hígado, los órganos reproductivos y el sistema nervioso.