No es ningún secreto que las espinacas, fuente natural de hierro, magnesio, calcio, fósforo, potasio y fibra, no suele atraer a los más pequeños de la casa. Por propia experiencia sé que muchos niños se muestran reticentes a comer todo aquello que sea verde.
Pero no todo está perdido, afortunadamente existe la spanakópita, un pastel salado muy consumido en Grecia relleno de espinacas y queso feta que, a este lado del Mediterráneo, es particularmente apreciado ¡por los niños! para quienes es una opción divertida y saludable, ya que pueden sostener porciones individuales con sus manitas y son fáciles de comer.
Tradicionalmente elaborada con pasta filo, aunque actualmente es cada vez más común utilizar masa para empanadas, la spanakópita se suele consumir como tentempié a media mañana o como plato principal.
El origen de este crujiente pastel salado se remonta a tiempos de la ocupación del Imperio Otomano, alrededor del siglo XV, y su relleno está compuesto por una base de espinacas, queso feta y algunas hierbas, a las que se le suelen añadir otro tipo de vegetales, como la cebolleta, que en muchas ocasiones es sustituida por el puerro.
Si a tus pequeños no les atrae demasiado comer nada que sea verde, te recomiendo que pruebes con esta receta sencilla y deliciosa. ¡Seguro que les encanta!

Tiempo de preparación: 1 hora y 30 minutos
Ingredientes:
- 500 gramos de pasta filo (preparada o casera) o de masa casera para empanadas
- 120 ml de aceite de oliva
- 1 kg de espinacas
- 4-5 cebolletas picadas finas.
- Un puñado de eneldo fresco picado
- Un puñado de perejil fresco picado
- 1/2 kilo de queso feta desmenuzado
- 3-4 huevos
- Sal y pimienta
Modo de preparación:
1) La noche anterior, lava las espinacas, escúrrelas aplastándolas con suavidad y colócalas sobre papel absorbente para que se sequen.
2) En un bol, mezcla bien las espinacas, las cebolletas picadas finas, el eneldo, el perejil, el queso, los huevos y un poco de aceite. Salpimenta al gusto y reserva el relleno.

3) Unta con aceite un molde para el horno y extiende la mitad de la masa o de las láminas de la pasta filo, pintando cada una de ellas con aceite.

4) Extiende el relleno por encima de la mitad de la masa o la mitad de las láminas de la pasta filo y cúbrela con el resto (también previamente pintadas con aceite). Enrolla hacia dentro la pasta o masa que sobresalga del molde.

5) Precalienta el horno a 180 grados y hornea el pastel durante una hora, hasta que esté bien dorada por arriba.

6) Deja reposar antes de servir, templada o a temperatura ambiente.
Kalí órexi!! (buen provecho).