Este año la vendimia ha comenzado mucho más temprano a causa de la ausencia de lluvias. El 16 de agosto comenzó en la Denominación de Origen Rueda, convirtiéndose así en la más temprana de los últimos 7 años (aunque muy seguida de cerca por la vendimia de 2020). Las variedades que antes se han comenzado a recoger han sido la Sauvignon Blanc y la Chardonnay, pues poseen una maduración más temprana. Durante los próximos días se extenderá al resto de variedades.
La falta de lluvia ha permitido mantener las uvas en un estado sanitario óptimo
No todo son malas noticias. Aunque todos hubiésemos preferido más lluvias este verano, lo cierto es que para las uvas esto ha sido relativamente beneficioso, ya que la sequía ha evitado que contraigan enfermedades provocadas por la humedad. Por ello, este año se esperan mostos y vinos de la máxima calidad.
Durante los próximos días se esperan algunas lluvias, por lo que a todas las bodegas les va a tocar mirar el cielo. Aunque bien es cierto que un poco de lluvia puede favorecer al viñedo, si estas son demasiado fuertes y abundantes pueden perjudicar gravemente la vendimia.

Los números de la vendimia de 2022 en la D.O Rueda
La campaña está compuesta por 1647 viticultores, 76 bodegas elaboradoras y 20.724 hectáreas de viñedos. El 98% de la uva es blanca, y de estas el 88% son de Verdejo, principal variedad de la D.O Rueda.
Para los controles de calidad necesarios, este año se han contratado 12 auxiliares que trabajaran conjuntamente con los 7 veedores del Consejo Regulador.
Además, la vendimia en la D.O Rueda tiene una particularidad: se realiza de noche y a máquina. Vendimiar de noche reduce al mínimo las posibilidades de oxidación ya que las temperaturas son menores que por el día. Eso sumado a la mecanización, que permite una recogida más selectiva por parcelas, y que por tanto, garantiza unas condiciones óptimas para la uva. Esto se verá reflejado en un mejor equilibrio entre acidez y graduación durante la elaboración de los vinos.
Otra ventaja muy a destacar, más teniendo en cuenta la situación que estamos viviendo en la actualidad, es que la entrada de las uvas durante la noche en la bodega, a una temperatura menor de lo que sucedería durante el día, garantiza un importante ahorro energético.
