La OCU ha realizado un análisis de aguas envasadas con el objetivo de comparar su calidad, etiquetado y precio, y para ello han seleccionado 32 aguas minerales naturales (27 sin gas y 5 con gas) y han recogido un total de 676 precios. Su conclusión es que, a pesar de la publicidad de alguna marca, las aguas envasadas no son necesarias para mantener una buena salud, y recuerda que el agua del grifo es una opción más barata y que no genera residuos.
En el análisis no se ha encontrado ninguna anomalía de higiene en las aguas envasadas, sin embargo la Organización de Consumidores y Usuarios recuerda que el agua envasada no es estéril y que, si no se cuida el almacenamiento, puede haber un desarrollo anormal de microbios.
Durante el estudio se ha examinado también el etiquetado, encontrando que 10 de las 32 marcas analizadas no ofrecen información de contacto, lo cuál no es obligatorio, pero es una información muy útil. Otras dos marcas no indican la forma de conservación, y dos más incluyen alegaciones no permitidas.

El precio medio del litro de agua de las marcas analizadas por la OCU es de 0,26 euros para aguas sin gas y de 0,68 euros con gas. Para establecer una comparación, se recogieron también precios de aguas de marcas de distribuidor de los mismos manantiales analizados: la variación de precios entre los productos de marca comercial y de los de distribuidor es mínima, ya que los precios están más asociados al manantial que a la propia marca. La variación de precio entre marcas es muy grande (en aguas minerales sin gas el precio medio va desde 0,13 hasta 0,81 euros/litro). Puesto que la calidad de todas las analizadas es buena, la OCU recomienda elegir el agua envasada que vayamos a consumir teniendo en cuenta, aparte del uso, el precio.
La Organización recuerda también que las botellas de agua envasada no se deben rellenar sucesivas veces, ya que hay componentes de los plásticos que pueden pasar al agua y no son saludables.

Finalmente, la OCU se ha puesto en comunicación con las administraciones competentes para que promuevan y potencien la posibilidad de poder beber agua de grifo en los establecimientos de restauración, puesto que a calidad del agua en la mayor parte de España es excelente.
Que el consumidor pueda pedir una jarra de agua disminuiría, de manera significativa, los envases de un solo uso y reduciría el coste medio del menú. Más información sobre el agua de distribución aquí.