Si no has estado nunca en Toledo es muy probable que sea la primera vez que escuches la palabra carcamusas. No son más que un guiso a base de magro de cerdo, tomate, guisantes y unas pocas guindillas. También las podemos encontrar con trozos de chorizo (a menudo picante, en sustitución de las guindillas) o jamón. Como buen plato castellanomanchego, la contundencia es lo que prima en esta receta.
Pero lo mejor del plato, casi más que el magro de cerdo, es la salsa. Unos buenos cachos de pan de tahona y a mojar como si no hubiese un mañana. Si las pides en algún bar toledano o si decides hacerlas por ti mismo (ahora te daremos la receta), te aseguramos que vas a dejar el plato como los chorros del oro.
Aunque inicialmente nacieron como aperitivo, en la actualidad se pueden utilizar como plato único que se acompaña normalmente con una guarnición de patatas fritas.

Historia de las carcamusas
Es un plato toledano que tiene algo menos de recorrido que otros como el mazapán o la perdiz estofada. No obstante, hay una curiosa historia que cuenta de donde sale el nombre de esta receta.
Se dice que fue creada en el Bar Ludeña, ubicado en Toledo, a mediados del siglo XX. Su nombre viene de un juego de palabras. En este bar había dos tipos de público: los señores masculinos de ya cierta edad, llamados por aquel entonces como carcas y las mujeres jóvenes que ellos consideraban como musas. De la unión de estos dos públicos nace el nombre: carca-musas.
Los más aburridos señalan que el nombre simplemente viene de la lengua romance. Camush significa arrugado, por lo que carcamusas vendría a ser carne arrugada. Como suele pasar en estos casos, el pueblo hace suyo el término y lo acaba ajustando a lo que va escuchando.
La auténtica receta de las carcamusas
Una vez repasada la teoría y la historia vamos con la práctica. Aquí te traemos la receta clásica, la que se lleva haciendo toda la vida en Toledo. Es un plato bastante sencillo de preparar, sin técnicas demasiado complicadas, así que seguro que no encontrarás dificultad alguna.

Ingredientes
- 500 gr magro de cerdo
- 100 gr chorizo fresco picante
- 100 gr jamón serrano en tacos
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 bote salsa de tomate
- 1 puñado guisantes
- vino blanco
Elaboración paso a paso
- Picamos muy fina la cebolla y el ajo
- Ponemos aceite de oliva en una sartén y cocinamos a fuego fuerte la carne salpimentada al gusto previamente
- Reservamos la carne. En la misma sartén sofreímos el ajo y la cebolla.
- Cuando la cebolla y el ajo estén listos devolvemos la carne a la sartén y echamos unos 125ml de vino blanco para cocinar. Dejamos cocinar a fuego fuerte
- Cuando comience a hervir bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocinar hasta que se consuma el vino. En ese momento echamos el chorizo y el jamón y removemos bien durante unos minutos.
- Cuando todo queda ya integrado agregamos los guisantes. A fuego muy bajo seguimos removiendo durante un minuto más
- Por último añadimos la salsa de tomate, y dejamos que se termine de cocinar la carne. Cuando esta esté tierna apagamos el fuego (que debe seguir bajo) . Este proceso durará unos 30 minutos.
- Y ya las tenemos. Lo más típico es servirlas en una cazuela de barro