El escritor Azorín iba cada día a la estación de tren de Atocha, a ver pasar los trenes y la gente, porque decía que era una forma de ver pasar la vida. Las estaciones, al contrario de los aeropuertos, siguen manteniendo el espíritu de la ciudad y, por lo tanto, algunas merecen ser visitadas, al igual que cualquier otro monumento.
La revista «Newsweek» ha selecionado las estaciones más bellas del mundo. Para valorarlas, ha tenido en consideración la belleza y la armonía entre la arquitectura y los elementos decorativos que la conforman. La top model de las estaciones de ferrocarril ha sido la londinense de St. Pancras, construída en 1868, en la que además hay bares, tiendas y restaurantes, e incluso el bar de champán más grande de Europa. En último lugar, pero entre las elegidas, está la estación de Atocha en Madrid, valorándose la estructura de hierro forjado del edificio, construída en 1892, así como el gran jardín botánico de su interior, sin olvidarse de mencionar la discoteca que hay en su interior. En segundo lugar de la clasificación se encuentra la estación Grand Central Terminal de Nueva York, la más grande del mundo y la más visitada: 500.000 turistas diarios. También se destaca la estación Chhatrapati Shivaji de Bombay (India), la Gare de Bénédictins en Lomoges (Francia), o la estación central de Maputo (Mozambique), diseñada por gustave Eiffel en 1910. Completan el top 9, las estaciones de Lahore (Pakistán), Hua Hin (Tailandia) y Amberes (Bélgica).