Mucho hemos hablado de la lectura de los etiquetados en diferentes productos, como los ultraprocesados que encontramos en los supermercados. Pero todos los alimentos que compramos envasados deben estar debidamente etiquetados y en nuestra mano está el saber leer estas etiquetas y de esa forma estar correctamente informado sobre lo que vamos a comprar y por consiguiente a comer. Hoy le toca el turno a las etiquetas de la carne.
Para comprender y tener la información correcta sobre los puntos que debemos leer en estas etiquetas, Carnimad (Organización Empresarial referente del sector especializado de la Carnicería-Charcutería) nos da las claves:
¿Es obligatorio que la carne esté etiquetada?
Al principio de este artículo dábamos la clave para responder a esta pregunta: “todos los alimentos que compramos envasados deben estar debidamente etiquetados”. Así pues, el carnicero, el pollero o el charcutero no está obligado a etiquetar sus productos, en cambio si compramos los alimentos envasados, por ejemplo en un supermercado, la etiqueta si es obligatoria.

¿Qué información encontramos en las etiquetas de productos cárnicos y que significan?
En general, encontraremos los siguientes puntos:
- Razón social y dirección del operador de la empresa alimentaria: aquí encontraremos el nombre de la empresa que comercializa el producto o el fabricante del mismo
- Nº de Registro autonómico o RGSEAA en su caso: este punto sirve para conocer que el operador ha comunicado a la autoridad sanitaria su actividad.
- Denominación del producto: las características propias del producto que vamos a comprar. Por ejemplo, si un filete está denominado como ternera, esto significa que, en el momento del sacrificio, el animal tenía más de 8 meses de edad y menos de 12. En el caso del añojo, la edad aumentaría, estando comprendida entre más de 12 meses y hasta 24.
- El listado de ingredientes: en los ingredientes encontraremos los ingredientes del producto envasado. Este punto es muy importante ya que encontraremos el valor nutricional del mismo, su ingrediente principal y la medida de los diferentes ingredientes secundarios. Los ingredientes siempre deben ir colocados en orden decreciente, así pues el primero que encontremos será el predominante en el producto.
- Origen/ lugar de procedencia: este punto no lo encontraremos en todas las etiquetas, pero si en las de carne fresca. En el vacuno, aparecerán los datos de dónde nació, se crió, se cebó y dónde fue sacrificado y despiezado (nº de registro) el animal mientras en el caso del para porcino, ovino, caprino y aves de corral solo es necesario incluir el origen.
- Lote: este punto es muy importante a la hora de concretar la información del producto en caso de algún defecto del mismo, de esta forma se puede localizar el resto del producto defectuoso.
- Fecha de caducidad o de consumo preferente: los alimentos perecederos, como la carne, deben tener fechada su límite de consumo preferente para asegurar que conserva sus propiedades organolépticas.
- Importe kilo o importe unidad: el precio por peso del producto
- Conservación y modo de empleo, en caso necesario: aquí encontraremos consejos de preparación y la temperatura óptima para su conservación
- Cantidad neta: el peso en litros, centilitros, mililitros, gramos o kilogramos.
- Información nutricional: este apartado es solamente obligatorio en productos procedentes de industrias, no en minoristas.