Es la Costa del Sol, pero también de las aguas cálidas y transparentes del Mediterráneo, de la Naturaleza más cuidada y de los chiringuitos donde disfrutar de lo mejor del verano.
Si pensamos en la Costa del Sol, enseguida nos viene a la mente la imagen de sus playas. Son el destino más ansiado, sin duda. Y en la provincia de Málaga vas a encontrar la tuya, seguro. En los 161 kilómetros de costa se suceden un total de 120 playas para todos los gustos: desde grandes arenales a recónditas calas, y no solo para el verano, ya que si de algo puede presumir la Costa del Sol es de esa luz que la baña todo el año.
NERJA: ANIMACIÓN EN BURRIANA Y BUCEO EN MARO

Resulta casi inevitable hablar de Nerja y no acordarse, e incluso silbar la sintonía, de la mítica serie de televisión Verano Azul. Y eso que ya han pasado décadas desde su estreno a principio de los años 80. Justo debajo del famoso balcón de Europa de Nerja, uno de los más bellos miradores de la Costa del Sol que inauguró Alfonso XII en 1884 (y cuya estatua lo preside) se encuentra la playa de Calahonda, pequeña y coqueta, con sus escasos 150 metros de largo y 20 de ancho, a la que se accede bajando las escaleras y pasando por el arco el Boquete de Calahonda para llegar a sus aguas turquesas. Para conocer dónde se rodaron las aventuras de los personajes de la serie, debes encaminarte a la playa de Burriana, un idílico lugar de más de 800 metros de fina y dorada arena, con un animado paseo marítimo que lleva el nombre del director, Antonio Mercero, y un homenaje en forma de silla de director. Cuenta con una amplia oferta de deportes acuáticos, aquí puedes montar en hidropedales, motos acuáticas, kayaks y hasta hacer buceo.

La playa más salvaje es la de Maro, la encuentras en la pequeña localidad del mismo nombre, a tan solo 5 km de Nerja, en el corazón del Paraje Natural Acantilados Maro-Cerro Gordo. Se trata de una playa protegida y de difícil acceso. Tiene una longitud de 500 m y está considerada una de las mejores playas de España por sus aguas cristalinas y un magnífico entorno rodeado de acantilados y vegetación, que la hacen paradisíaca. La claridad de sus aguas turquesas hace de este entorno un lugar especial para practicar submarinismo por la riqueza de sus fondos marinos, o disfrutar de los peces con unas gafas de esnórquel sin tener que alejarse mucho de la orilla. Desde el mar, en las rutas en kayak, se puede disfrutar del imponente paisaje rocoso y de las cascadas que se filtran entre los acantilados y saltan al mar.

Y para comer: Infalibles los arroces del chiringuito de Ayo, preparados a la leña y que saben a gloria bajo la sombra de la parra con una cerveza bien fría. Aquí se rodaron algunas escenas inolvidables de Verano Azul. El Parador de Nerja cuenta con una situación envidiable y puedes disfrutar de una cocina elaborada con productos de la tierra, desde las verduras de la Axarquía a los pescados de la costa, en un ambiente relajado sobre la playa de Burriana. En la zona de Maro, el chiringuito Las Piedras, en la playa del Cañuelo, tiene buenas raciones de fritura malagueña, ensaladas, arroces y unas vistas fabulosas del mar.
MÁLAGA: LA MALAGUETA, LOS ESPETOS DE PEDREGALEJO Y EN FAMILIA POR CALA DEL MORAL

La de la Malagueta es la playa de Málaga por excelencia, lleva el nombre del barrio que la acoge, a un paso del casco histórico. Pero la más antigua es la del barrio de pescadores, la playa de Pedregalejo, hoy famoso por sus chiringuitos donde se toman los espetos de sardinas. Tiene una extensión de 1.200 metros de longitud, separadas en seis calas por escolleras de piedra. Aquí oirás hablar de la ‘ola del Melillero’, una gran ola provocada por el ferry procedente de Melilla al Puerto de Málaga, que hace que suba el agua del mar, así es que hay que estar atento para que no te moje la toalla.

En Rincón de la Victoria, la Cala del Moral, con más de un kilómetro de longitud, es una playa perfecta para ir en familia, con fácil acceso y muchos servicios pensados para los más pequeños: varios parques infantiles, además de un pequeño parque acuático flotante para divertirse mientras se disfruta de un buen baño. La playa cuenta, además, con un hermoso sendero costero de unos 10 kilómetros que la unen en un buen paseo hasta la ciudad de Málaga.
Y para comer: Pedregalejo es el destino de los buscadores de espetos, algo obligatorio si se está en Málaga, y de los boquerones fritos. Hay muchos sitios a los que ir, uno tras otro en el paseo marítimo, y en todos la oferta es muy similar. Espetos bien hechos y a buen precio. Eso anuncian y cumplen en Los Cuñaos, siempre muy concurrido. En El Caleño hay que pedir el espeto, sí, pero también las coquinas de Málaga, las conchas finas y las almejas. Y probar el tradicional gazpachuelo, una sopa muy popular, o la pipirrana de mariscos. Miguelito el Cariñoso es otro chiringuito que se ha ganado el cariño de los clientes que se acercan a probar los espetos que salen de la barca clavada en la arena.

En la Malagueta, los chiringuitos mezclan la tradición con nuevas cocinas. Muy recomendable el Merendero de Antonio Martín, que retoma la historia de un lugar mítico en la plaza de la Malagueta, 4.

TORREMOLINOS Y FUENGIROLA, CON EL MEJOR MARISCO
Torremolinos se lleva la fama de cuna del turismo en la Costa del Sol y en España. Sus playas eran el gran atractivo, La Carihuela, El Bajondillo, Playamar y Los Álamos, que a su vez, se pueden dividir en varias playas o calas. La Carihuela sigue siendo la más popular y extensa, donde empezaron a construirse los hoteles en los que se alojaban actores de Hollywood y príncipes europeo, en los años 50 y 60. Más alejada del centro urbano y más tranquila es la playa de Los Álamos, hacia el este.

La playa del Castillo es la prolongación de la playa urbana de Fuengirola, la popular Los Boliches donde se encuentran la mayoría de restaurantes y chiringuitos. Esta playa es más tranquila, situada a los pies del Castillo de Sohail que se convierte en escenario de conciertos y espectáculos en verano, luce bandera azul por la limpieza de sus aguas y los completos servicios que ofrece. Además, cuenta con una pequeña zona donde se puede ir a la playa con las mascotas.
Y para comer: Fuengirola cuenta con muchos chiringuitos-restaurantes metidos en la playa de fama reconocida, como La Ponderosa, La Cepa (con ricos arroces) o La Caracola, donde la especialidad son los pescados y mariscos cocinados de mil formas. Pero en Fuengirola hay una dirección infalible del buen comer, uno de los mejores restaurantes de la provincia y de España: Los Marinos José. Se encuentra en la playa del Carvajal y es conocido como el Templo de los Mariscos. Siempre producto de calidad y recién llegado de la lonja que se exhibe en los mostradores.

BENALMÁDENA: BIL-BIL, BAÑOS TRANQUILOS
¿Su mejor playa? Todos coinciden: la de Bil-Bil. Ubicada en pleno corazón de Benalmádena, cuenta con una extensión de unos 400 metros de longitud y unos 20 metros de anchura media, de arena dorada y oleaje moderado. Está rodeada por un bonito paseo marítimo desde el que se divisa el castillo que le da nombre.

Otra playa a destacar en Benalmádena es la del Tajo de la Soga. Mantiene un aire salvaje en sus 600 m de largo, es tranquila y está muy bien equipada (acceso para personas con movilidad reducida). Además, aquí los perros son bien recibidos y pueden refrescarse con sus dueños, en la playa Benalcan, con equipamiento específico para los canes, como duchas a su medida.
Una de las primeras playas naturistas de litoral español la encontramos también en Benalmádena. Una pequeña cala rodeada de una vegetación exuberante, Benalnatura, que se ha convertido en un pequeño refugio natural y naturista, tranquilo y resguardado de miradas curiosas.

Y para comer: El Parador Playa (junto al hotel Playa Bonita) tiene una gran terraza a pie de playa con maravillosas vistas al mar donde probar su cocina marinera como los espetos de sardinas, la sopa de mariscos, las coquinas o los calamaritos del estrecho, además de exquisitas paellas y arroces. En la playa de Santa Anta, Los Mellizos-Saint Tropez, otro clásico. No falta la barca para asar espetos, y son especialistas en arroces (arroz caldoso de la casa, con bogavante, negro, marinera, con carabineros…), y te recomendamos su cazuela de fideos con rape y almejas.
MARBELLA: DEL GLAMOUR DE PUERTO BANÚS A LA NATURALEZA DE CABO PINO

A lo largo de la Costa del Sol se suceden atractivos beach clubs que invitan a pasar el día junto al mar rodeados de un ambiente lleno de glamour, animación y cuidada gastronomía. Los más lujosos se concentran en la costa marbellí: La Cabane, Amare, Nikki Beach, Puro Beach, Ocean Club…
Pero Marbella también tiene playas muy especiales. Además de sus fabulosos yates, Puerto Banús cuenta con una pequeña playa justo a la derecha del puerto, la de Levante, con un kilómetro de largo y arena fina y dorada. Un enorme espigón la protege toda la zona de las olas. La del Real de Zaragoza (situada en esta urbanización), es una de las playas más extensas de la provincia de Málaga, con casi dos kilómetros de arena dorada. Está considerada una de las mejores playas y no suele estar muy concurrida. Además, cuenta con multitud de restaurantes para tomar un refrescante aperitivo o comer con vistas al mar.

Una de las playas más salvajes y vírgenes de Málaga es la playa de Cabopino-Artola, un auténtico paraíso en el litoral de la Costa del Sol a la que se accede por una pasarela de madera, entre pinos, y aparece custodiada por la Torre Ladrones, una torre vigía (la más alta de la Costa del Sol) declarada Bien de Interés Cultural. En su lado oriental cuenta con un pequeño puerto deportivo y animados restaurantes y chiringuitos en la arena (en Andy’s Beach puedes tomar el aperitivo, comer y tomar una copa con un ambiente fabuloso). Y al otro, encontrarás el Paraje Natural de las Dunas de Artola, un espacio protegido y una sección de playa muy popular entre los nudistas. Tiene fácil acceso y dispone de aparcamiento y parada de bus cercana. Desde el puerto salen catamaranes que realizan paseos de avistamiento de delfines, un plan muy apetecible.

Y para comer: la oferta gastronómica de Marbella concentra las mejores cocinas y cocineros de la Costa del Sol. Y no para de crecer. Suma 4 estrellas Michelin (Skina, con 2, Messina, dentro del hotel Fuerte, con una, y El Lago, que mantiene su estrella desde 2005). Por no hablar de las distintas propuestas del marbellí de pro, el chef Dani García, con sus diferentes locales, como Lobito de Mar, Bibo y Leña. Y de otros prestigiosos cocineros como Diego del Río en Boho Club, Iñigo Urrechu en el restaurante Erre de Urrechu, dentro del Hotel Meliá Don Pepe.
A pie de playa, decenas de chiringuitos, algunos de alta cocina, donde se disfruta de una cocina de producto espectacular, como el beach club del lujoso hotel Annantara Villa Padierna, el Annantara By The Sea; el Chiringuito de Marbella y el SeaGrill, ambos dentro del complejo Hotel Puente Romano; La Milla, que destaca como el mejor chiringuito de Marbella, o Soleo, en el hotel Fuerte Marbella, por nombrar solo algunos. Y no nos olvidamos del fabuloso y mítico Nuevo Reino, en San Pedro Alcántara.
ESTEPONA Y MANILVA: LA DEL CRISTO, FAMILIAR, Y PUNTA CHULLERA, ENTRE ROCAS

La playa del Cristo está formada por una cala de 700 m de longitud que luce Bandera Azul. Sus aguas son limpias y muy tranquilas, y la arena oscura. Se encuentra en la parte suroeste de Estepona, junto al puerto deportivo y es la preferida de las familias ya que cuenta con zonas de juegos y una extensa arboleada que da una sombra natural.
Otra playa ejemplar en Estepona es la de la Rada, una de más concurridas de la localidad, muy amplia, de arena fina y con poco oleaje, muy cerca del casco urbano y que ondea Bandera Azul y la Q de calidad, por sus magníficas condiciones medioambientales.
Y para comer: Chiringuito Casa Paco, en la playa de la Rada, es una institución. Aquí se preparan todos los pescados al espeto y no faltan las raciones de pescadito frito. El Chiringuito Lolailo está en la playa del Cristo. Y un lugar donde además de comer bien siempre hay buen ambiente es el Chiringuito Sonora Beach, en la playa de Guadalmina. Una cocina cuidada, con espetos, arroces, ensaladas y hamburguesas. Buenos cócteles y actuaciones completan el plan.

a playa de Punta Chullera está situada en Manilva, casi en el límite con Cádiz, en una zona tranquila por lo que nunca la vas a encontrar llena. Es una de las playas más originales de la Costa del Sol. Está rodeada de rocas y arena dorada con oleaje moderado que forma un pequeño cabo rocoso con varias calas y acantilados bajos. Al oeste se pueden visitar los restos de una torre vigía de la época nazarí y en la misma playa hay un chiringuito donde preparan la típica fritura malagueña. Cuando cae la tarde, amantes de la tranquilidad y de la pesca se dan cita en Chullera.
