La Rioja es mundialmente conocida por la calidad de sus vinos. Y es que las características de su tierra y las condiciones meteorológicas permiten que las uvas cultivadas en sus viñedos crezcan en el entorno idóneo. La uva más conocida es la llamada «tempranillo«, de la cuál se obtiene el famoso vino tinto, aunque en La Rioja también se produce un buen vino blanco. La tradición vinícola se remonta a la época romana, y desde entonces han ido conociendo y mejorando en este sector, siendo en la actualidad uno de los principales productores de vino del mundo de esta calidad.
No hay mejor embajador para esta comunidad que su producto estrella, pero el objetivo no solo consiste en que se aprecie su calidad; también, con la idea del enoturismo de La Rioja, pretenden que se conozca in situ el día a día y las tradiciones vinculadas al vino.
Dos son las rutas principales con las que podrás sumergirte en las bodegas y los viñedos, la ruta del vino de La Rioja Alta y la de La Rioja Alavesa.
La Ruta del Vino de La Rioja Alta transcurre por ciudades y pueblos bañados por el río Ebro que, junto con los viñedos, crean paisajes de una belleza inconmensurable. Aparte de visitar las bodegas más famosas, con este recorrido podrás hacer turismo por pueblos con un gran patrimonio histórico; incluso hacer deporte, ya que existen muchas rutas de senderismo o deportes acuáticos en el río Ebro. Los puntos fuertes de la ruta son Haro, concretamente, el Barrio de la Estación, y Logroño, en donde se concentran las bodegas más famosas y antiguas, las cuáles ofrecen catas, y donde además podrás disfrutar de la gastronomía riojana. En Briones se encuentra el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, considerado el mejor sobre este tema, mostrando piezas de pintura, escultura y arqueología. Esta ruta se fusiona en un tramo con el Camino de Santiago, que recorre los monasterios más famosos. Otro atractivo son las fiestas tradicionales, como la batalla del clarete en San Asensio, la del vino en Haro o las jornadas medievales de Briones.
La Ruta del Vino de La Rioja Alavesa es la que transcurre por los pueblos del sur de Álava, que tienen una gran tradición vinícola, además de poseer un rico patrimonio histórico por el que hacer turismo. Las bodegas ofrecen catas de diferentes variedades de vinos, a las que pueden acudir tanto expertos como personas que estén iniciándose en el mundo vinícola. El pueblo de Laguardia es una de las paradas más completas de la ruta. Ésta aúna naturaleza, patrimonio arquitectónico y bodegas antiguas, junto con restaurantes que ofrecen la típica gastronomía de la zona para acompañar al vino. En Laguardia también podrás visitar el centro temático del vino Villa Lucía o disfrutar de un tratamiento de vinoterapia. Otra parada obligatoria es Elciego, pueblo para el que el famoso arquitecto Frank Gehry diseñó una de sus bodegas más famosas.